...MIRA DENTRO DE MIS OJOS...

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Siéntate sobre mi dolor,

Puede llegar a ser cómodo.

Muchos árboles pasan a mi alrededor retrocediendo a gran velocidad, un sonido fuerte y silencioso es todo lo que perciben mis oídos, se trata del viento, le reconozco, y, por algún motivo desesperante, este se aferra a mí. No lo entiendo.

¿Qué es este lugar? ¿Por qué todo se mueve? ¿Por qué todo se ve tan...gris?

—Suficiente —grito y todo se detiene...

¿Me detuve? acaso yo... ¿corría? ¿era mi respiración lo que escuchaba? No me siento cansada, mi corazón está tranquilo, ¿morí? Palmee mi pecho, caderas y muslos, mire mis manos, debo estar muerta se ven... tan grises, no me siento así, una fuerte brisa me eriza la piel, siento que estoy en peligro, uno mortal, no sé cómo, pero así lo siento, mi instinto me dice que debería correr, pero... ¿a dónde? no es como si tuviera idea, las hojas de los árboles frente a mí se secan, al igual que el resto, puedo notar que algo las tritura, parece que es el viento, pues una fuerte brisa me rodea, solo que no es eso, se ve como... miro mis manos, una de ellas cae en mi mano izquierda, la cierro, justo así; esta se reduce a un montón de pedacitos, la brisa me envuelve feroz, tengo que cubrir mi rostro para que los pedacitos no caigan ni por error en mis ojos, siento que dura una eternidad, me cuesta respirar, pero en segundos todo se calma, abro mis ojos lentamente sin apartar mis manos del todo, los árboles a mi alrededor se han secado por completo la silueta de una mujer me aturde unos segundos antes de que note unas ramas que cuelgan inertes, el paisaje es lúgubre, inhóspito, el bosque ha muerto, y ya nada volverá a crecer aquí.

Se percibe tan triste.

Doy un par de pasos en busca de una salida y un tic tac comienza a sonar por todo el lugar, busco el reloj, corro en medio de la muerte misma, aquella que me duele tanto, es muy triste ver mi hogar, mi bosque, destruido, triturado, seco.

Crecí viéndolo, y si, le temí por mucho tiempo, pero fue porque no le comprendía.

Le creí eterno.

Le creí mágico.

Le creí culpable.

El tic tac se escucha de nuevo, cada vez más cerca, me detengo y el también, observo mi alrededor, ¿Me pase? Tic tac, se escucha nuevamente, tic tac, tic tac, miro hacia arriba, nada, hacia abajo, tic tac, nada, cierro los ojos, intento concentrarme, el viento sopla, el ambiente pesa, se siente dolor en el aire, se siente ira a mis pies, una nube de tristeza me cubre y una fuerte lluvia se desata, no tardó mucho en estar completamente empapada, el agua se siente espesa y tiene un olor extraño, casi metálico, dulce, me estremezco al recordarlo y un relámpago cae, haciéndome ver que es sangre no agua, cierro los ojos, mi cuerpo tiembla, la lluvia se detiene tan rápido como inicio y caigo.

No me había movido y aun así siento que caigo. Como si la tierra hubiese decidido que era buena idea tragarme al fin.

Yo,

Caía.

Y caía.

Hasta que toque fondo, un fondo líquido, espeso, suave.

Intento salir, no puedo...

La luz se ha ido... mis ojos arden...

Me hundo, pero se siente tan lento, como si el extraño liquido acariciara mi piel, nado con fuerza... impulsándome hacia arriba, como si se tratara de subir una colina, como si entre el espeso liquido se formará de repente una escalera.

Improbable, sí, soy consciente de ello.

Aun así, lo intento, con todas mis fuerzas; no logro salir, mis brazos y piernas duelen, palpitan, la impotencia estruja mi pecho, estoy tan cansada y aterrada, entro en pánico, no debo respirar, necesito hacerlo.

Draco, el bosque bromista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora