Draco, el bosque bromista.

LA VERDAD SIEMPRE SALE A LA LUZ.

Los gritos no se hicieron esperar esa madrugada, los turistas corrían por todas partes intentando junto con los pueblerinos apagar el incendio, la vida da tantas vueltas que no notas el momento exacto en el que te mareas, me paralice de miedo en cuanto llegamos a visualizar el fuego, mi mente me llevo a aquel horrible sueño en el que él se quemaba, en el que yo no le salvaría, me aferre a Mak y Asier, sobre todo a Asier, mi corazón latía tan lento que sentía que la vida se me iba, no procesaba cual era la realidad, los recuerdos de aquella monstruosa pesadilla se derramaban en mi mente y se expandían tan rápido como el fuego que observaba, sentí cuando ambos me abrazaron sintiendo tal vez, lo mucho que mi cuerpo temblaba.

El sonido de las sirenas me ayudo a reaccionar, Mak y Asier se acercaron a mi empapados, corrí en dirección a ellos viendo como el fuego en casa de la señora Rowling era extinguido.

― ¿Qué haces aquí? ―pregunto Mak confundido.

Los observe y revise con la mirada, estaban algo sucios y sudados, pero estaban bien. ¡están bien!

―Te pedimos que fueras con Layla y Anne a casa. ¿Dónde están ellas? ―Cuestiono As.

¿Anne? ¿Layla?

Entonces ambas llegaron hasta donde estábamos.

―Llevamos media hora buscándote ―dijo Anne jadeando.

― ¿Dónde estabas? ―me sacudió Layla llorando.

― ¿Qué pasa? ―pregunto Asier preocupado.

― ¿Es así como cuidan de su amiga? ―reclamo Mak molesto.

Anne lo miro como si quisiera asesinarlo.

―La llevamos al hotel, nos quedamos en el lobby por si nos necesitaban, Anne fue por un vaso de agua para Lottie y yo observe la ventana, fue solo un momento y cuando voltee ella ya no estaba. Pensé que había ido a la cocina con Anne.

―Luego pensamos que al baño.

― ¡Te buscamos por todo el hotel!

―Incluso volvimos hasta acá y no te... vimos.

― ¿Dónde estabas?

Me grito Layla, o tal vez... solo estoy aturdida. La verdad es que no recuerdo nada de eso, recuerdo estar aquí con los chicos y... nada más.

Negué.

― ¡¿No qué?! ―preguntaron las dos al tiempo.

―Aquí... supongo...

Asier las empujo y me abrazo, luego ambas hicieron lo mismo, sentí que As besaba mi cabello y les susurraba que no importaba, que lo importante era que estaba con ellos y estaba bien.

―Después veremos que paso, por ahora, vayan a sus casas, todo el mundo lo está haciendo ―pidió Mak.

De la casa de la señora Rowling solo salía algo de humo. Mak tenía razón todos estaban abandonando el lugar.

Cuando entramos a la casa, Mildred estaba abrazando a Kara y está a Hikki. Después de nosotros Mamá, Connor y la tía Elle ingresaron al apartamento, corrí hacia mamá y la abrace llorando, luego tome la mano de mi tía y la hale hacia nosotras para abrazarla, le sonreí a Connor y estire mis manos hacia él, para que nos abrazara. Estamos bien me decían, pero yo no paraba de temblar. Y de agradecer que así fuera. Ellos no lo entendían, no sabían lo que había presenciado en mis sueños, no sabían lo mucho que dolía.

Lo mucho que temía... perderlos a todos.

Luego de darme una ducha y de que me encontraba tal vez un poco más calmada, mamá llego con un té que según ella me ayudaría a estar más tranquila y a dormir mejor por la noche.