UN PASEO POR EL LADO VIOLENTO DE LOS DEIMOS.

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He estado encerrada en este lugar por más de una semana, y no estoy muy segura de ello, el tiempo parece diferente aquí, y estuve inconsciente por un tiempo, desperté con mucha hambre y exageradamente débil, incluso me veía más delgada, al principio me pareció muy extraño la forma en la que él me trataba, era como su invitada, no hablaba mucho solo se limitaba a observarme, intente comprender que quería de mí, pero estaba jugando con mi presencia, supongo que intentando que perdiera la poca cordura que me queda, me fue difícil dormir los dos primeros días, creía que me haría daño si bajaba la guardia, no sucedió nada, incluso me daba tres comidas al día y podía y puedo tomar de la cocina lo que me apetezca, hay una criatura muy dulce allí, se llama libélula, yo la llamo Lula, aun no sé qué es; parece un hada, no como las gemelas, tiene orejas puntiagudas, piel morena y ojos grises, una apariencia bastante normal admito, creo que es un hada por sus orejas y porque suele preparar la comida haciendo movimientos extraños con sus manos, sin tocar un solo utensilio, nada. casi no habla conmigo; él no la deja, me he preguntado por Draco muchas veces, lo admito, no he encontrado ni una sola imagen de él aquí, aunque no he podido ver demasiado del lugar. Creí que llegaría por mí en horas, pero pasaron muchas y él jamás llego.

Hace unos días, harta del encierro y su constante observación, perdí los estribos y comencé a gritarle. Solo se burló en mi cara, lo que me enfado y comencé a aventar cosas por doquier, tal vez si rompía su casa cambiaria su actitud, pero no, Lula dejo todo como si no hubiese pasado nada y en la noche él fue por mí a una habitación que me había asignado. Lo seguí a otra más que nada porque quería saber qué demonios quería conmigo y por qué me tenía como si fuera la mascota de la casa, pensé en Hikki y en As, lo que me llevo devuelta a mamá, a Mak a todos y me deprimí. Tuve que tragarme ese dolor, no podía permitir que él me viera así. Estarán bien sin mí.

La habitación estaba impecable como todo aquí, es hermosa, de mujer, habían luces colgando en una de las paredes, es como navidad, la cama es enorme, la cabecera es un árbol plano que llega casi al techo de la habitación, las sábanas son rosas con pétalos magenta esparcidos, tiene un delicioso aroma dulce, una silla colgante blanca cerca de la pared de las luces navideñas, unos cojines en forma de lirios, una alfombra rosa cubre el piso, me obligó a quitarme los zapatos antes de entrar, es muy suave, al entrar a mi lado derecho distingo un tocador del estilo de la cama, un espejo enorme, un par de libros y una fotografía. La fotografía que me llevo a quedar inconsciente por quien sabe cuánto tiempo.

—He visto a esta mujer antes —musite, no me atrevía a tomar la fotografía, mis manos estaban a centímetros de ella, pero no podía y es que es la misma mujer del diario de papá, la de la página desgastada, la mujer a la que extrañaba, a la que quería más que a nosotras.

—Era mi hija —soltó él con una voz extraña.

Sentí que mis piernas me fallaban, era; la hermana de Draco y... había muerto, al igual que su madre, y yo no había pensado en ello. Caí al suelo por el peso de mi egoísmo, la alfombra es cómoda, no podía apartar los ojos de la mujer, era muy distinto verle a color, es tan parecida a él. En este momento parecen gemelos, ¿Qué paso entre ella y papá? ¿ella le quería del mismo modo? ¿me quiere Draco a mí? Aun no entiendo por qué no ha venido a sacarme de aquí. Tuve la oportunidad de matar a su padre un par de veces, lo intente el primer día, no funciono, aún conservo la espada en mi brazo... es falsa, por eso no funciono.

La presencia oscura del padre de Draco se agacho frente a mí, se quitó algo del cuello y lo colgó en el mío, una cadena similar a la de Draco, solo que la parte de la madre parece más bien un ave fénix con un corazón rojo en el centro, las cenizas parecen estar esparcidas a los bordes. Me pareció hermoso y una lagrima resbalo por mi mejilla, no me había permitido llorar aquí; la quite rápidamente y sentí los ojos pesados, la oscuridad me había envuelto y un montón de imágenes dolorosas danzaban ante mis ojos, era difícil seguirles el ritmo, estaban desordenadas y no parecían de la misma persona, sentía que cada imagen palpitaba con fuerza en mi mente hasta que levemente fue más lento, logre distinguir a papá, a la hermana de Draco, otras criaturas, me vi a mí de pequeña en brazos de papá y sentí dolor, uno muy intenso. Todo se oscureció y escuche unas palabras.

Draco, el bosque bromista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora