EL AZUL NO SIEMPRE TRAE SUERTE.

20 10 12
                                    

Quiero relajar los puños,

La vida es una novela de bolsillo.

Regresamos a casa a eso de las cinco de la mañana, me quede con Lana en su habitación, Asier y Mak nos dejaron en esta, me sentía en una nube, en una de la cual no me quería bajar, pero al cerrar la puerta, recupere la realidad. Puse las manos en mi cabeza y me tire a la cama, note que Lana me observaba.

―Dame un momento y te contaré ―le dije cansada y le escuché sonreír.

Ella opto por ir a darse un baño, aseguro que eso me daría tiempo suficiente para abrazar la que sea creo es mi realidad.

No mentía cuando dije que lo lastimaría, estoy completamente segura de que lo haré, incluso puedo ver su corazón roto al cerrar los ojos, es un buen chico, no merece algo así, pero me resulta sumamente difícil no sentirme atraída por él, es cuestión de normalidad, mierda esto es un desastre.

Camino de un lado a otro con mis manos en la cabeza, me gustaría que dijeras algo, la voz en mi cabeza parece haber tomado vacaciones, hace ya un tiempo que ha mantenido silencio y me preocupa, no me gusta cuando se ausenta tanto, ella suele ayudarme a pensar o al menos es sincera conmigo.

―Cuanto estrés ¿segura que no puedes meterte en sus habitaciones un rato?

―Deja eso, no lo haré.

―Está bien, pero admite que es una buena opción.

―Cierra la boca.

Ella no pudo controlar su sonrisa burlona, lo intento, lo noté, me senté en la esquina de su cama.

― ¿Por qué tanto lio?, solo le has besado, no es para tanto, yo lo vi muy feliz luego de ello.

―Lo es si está enamorado de mí.

― ¿Lo está?

Asentí.

―Eso es grandioso ―dijo acercándose a mí―, es un buen chico.

―No lo entiendes, no quiero lastimarlo.

―No lo hagas.

― ¡No es tan fácil!

Ella me miro entrecerrando los ojos y miro al techo.

―Sigues con la idea de que es tu deber vengarte.

No era pregunta así que ni la mire de vuelta, solo observe mis manos y pensé en mis posibilidades.

―Hay alguien más.

Acepte para que no me diera un sermón, ella decía que la venganza solo me traería más dolor y que era ridículo que me perdiera a mí misma buscando algo que nadie me pidió.

― ¿Cómo es?

―No importa como es, importa cómo me hace sentir.

―Bien, solo quería una imagen en mi mente, ¿no es Mak o sí?

Negué y la miré.

― ¿Por qué todos piensan en Mak?

―Quien podría no pensar en ese bombón.

―Pues no es él. Se llama Eidan.

― ¿Y?

―Y es un turista.

―Entonces sal con él y cuando se vaya sal con As.

La mire molesta.

―Es una opción o ¿no?

Draco, el bosque bromista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora