SER LIBRE SOLO ES OTRA OPCIÓN.

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I'm slowly killing myself,

I'm trying so hard at the back of the shelf,

It's just the same every day,

-Noah Cyrus

Cuando llego a casa hay todo un caos, Mak me mira bastante molesto.

—¿Qué paso? —pregunto intentado seguir su consejo, de igual forma he logrado calmarme un poco.

—Jack Morris está libre —responde mi tía y mamá la mira molesta —, de todas formas, se va a enterar. Todo el maldito país lo sabrá mañana, lo dejaron en libertad porque según ellos ya no es un peligro para la sociedad —me mira—, su salud mental mejoro. Es una estupidez, debió podrirse en ese lugar.

Mamá se levanta y sale de la sala enojada y llorando, Connor la sigue.

—¿Cómo...? —No estaba segura de preguntar, mamá pensara que pregunto por otra razón. Me siento en el sofá y mi tía me imita.

—No te preocupes, estoy segura de que la vida le hará pagar por lo que hizo, sino es así, en el infierno ardera. —luego de decir aquello me da un beso en la mejilla izquierda y se va. Esta muy molesta.

—¿Se puede saber a dónde demonios fuiste?

Mak se sienta a mi lado furioso, As me mira preocupado y se va. Genial. ¿Por qué todos me están abandonando ahora?

—No necesito una niñera Mak, no te preocupes. Estaré bien, tengo que.

—¿Qué no me preocupe? Tu mamá casi me saca los huesos bosquecito, me miro como si quisiera sacarme de a uno.

—Lo siento, esa mirada da mucho miedo.

― ¿Te ha mirado así?

Asiento.

—¿Qué era eso tan importante que no podía esperar?

—Necesitaba saber que había pasado.

—Yo te dije que paso, ¿supiste algo diferente?

Niego.

Ni siquiera estoy segura de querer saber, todo lo que quiero es olvidar, pero también está esa aguja, esa maldita aguja moviéndose, retorciéndose en mi interior, en mi cabeza, hundiéndose con brusquedad, una aguja que me inyecta sed y deseos de venganza. Una aguja que no me deja olvidar, me he enfocado en un motivo diferente, el camino ahora tiene dos rutas.

Siento unos brazos cálidos y fuertes rodearme, mi cabeza es empujada con lentitud a un pecho cuyo corazón es lento y cuyo ritmo contagia tranquilidad, un aroma cítrico mezclado con rosas, ámbar y cuero llena mis fosas nasales, relajándome, Mak me abrazaba con fuerza, sin decir nada.

Me siento segura por un momento, la soledad que siento se evapora, así lo siento, siento una especie de protección entre sus brazos, es como... como si él siempre fuera a estar allí para mí, difícil creerlo, y aun así es todo lo que siento.

Una hora después estaba en mi habitación, llorando junto a mi mamá y la tía Elle, tratando de entender porque algo así nos pasaba, la conversación no fue muy larga, hubo más llanto que otra cosa, las dos estaban un poco más tranquilas luego de ello o eso aparentaban, querían que supiera que estaban conmigo, intentaban que no pensara en hacer algo que no debía, algo estúpido y peligroso. Ambas aseguraban que el Karma haría su trabajo como siempre. Aun así, no se veían muy seguras, parecía que trataban de convencerse de que siempre hay algo afuera que hace el trabajo sucio y le da a todo el mundo lo que merece, hubo algo que me dijo mamá, algo que me ha dejado pensando, sobre todo por la expresión de mi tía, intento ocultar su sorpresa, apenas y lo consiguió, algo muy extraño en mi tía, por lo general no se sabe que piensa o siente hasta que habla, algunas veces desata tanto caos que parece que el mundo acabará, por eso muchos la respetan y otros, un poco más listos, según mamá, le temen.

"Ese hombre nos quebró, rompió nuestra familia y destrozo nuestras almas, nuestro ser, el dolor es tan grande que pesa, pero no nos define y sin duda alguna no nos destruirá, cerraremos esta etapa, se siente imposible, sí, pero el recuerdo de tu padre perdura, lo hace en cada risa y cada sonrisa que ocupa algún segundo de nuestras vidas, no lo olvides jamás".

Bajo las escaleras y me siento en una de las ventanas, la voz de mamá estaba tan rota como sus palabras, como mi alma. Pongo mi mente un segundo en blanco mirando el bosque, mi pantalón un poco más blanco que mi propia mente, es un desastre luego de un rato debido al polvo, debo escoger un lugar mejor para sentarme. Vuelvo mi vista al bosque abrazando mis piernas, alguien se sienta a mi lado izquierdo, no tengo que mirar para saber que se trata de Asier, son las diez según el reloj de mi muñeca, As no debería estar aquí.

―Es una mierda ¿no? ―dice mientras se acomoda―, se siente una jodida impotencia cuando te enteras, cuando te das cuenta que no hay justicia aquí, que los seres más repugnantes la mayoría de veces terminan ilesos, que ellos tienen derecho a otra oportunidad como si quitar una vida no fuese nada, como si el dolor que causan también desapareciera, como si valieran más...

No necesito mirarlo para saber que su expresión es de enojo total, puede sentirse en su voz. sigo con mi vista fija en los árboles, aquellos de los que supuestamente me caí al tratar de bajar una manzana, podía verlos desde aquí. Él continúa descargándose, sacando su propio dolor, su resentimiento con el mundo, tal vez no todo el, pero si su gran mayoría, no me interesaba nada de eso, no estoy enojada con la humanidad, no estoy molesta con la "justicia" ni con Dios, yo tengo dos objetivos en mente, a ellos enfoco mi ira, y estoy segura de dos cosas.

Una, aquel al que alcance sufrirá, le causare el doble del dolor que nos causó y dos, no me detendré por nada, le miro, ni siquiera por algo similar a lo que podría convertirse en amor.

―Sin embargo, no es tan sencillo ―le escucho decir y me enderezo en mi sitio ¿de qué habla? ―, aun así, uno siempre está seguro de que lo logrará ―toma mis manos y mira mis ojos―, no dañes tu vida y tu futuro albergando tanto odio, Charlotte, yo lo sentí, aun lo hago y de verdad te comprendo, aprendí a las malas que no sirve de nada, créeme cuando te digo que tomar justicia por tu propia cuenta no cambiara nada, el dolor seguirá allí y no habrá nada que lo calme jamás.

Asiento para tranquilizarlo, justo como hice con mamá, sonríe y mira los árboles, sus ojos se cristalizan y una sonrisa se dibuja en su rostro.

―Sabes que has perdido la cordura cuando sonríes en medio de un profundo dolor ―Balbucea ―, o cuando te atormentas haciendo aquello que de alguna forma lo refresca.

Me pasa una manzana y muerde otra, con su vista aun fija en los árboles. Pongo mi cabeza en su hombro y doy un mordisco a la que me dio, mirando en la misma dirección.

Yo no quiero justicia Asier, quiero venganza, no importa que pase conmigo después, me importa que paguen, solo eso. Tal vez el dolor no se vaya, en definitiva, mi papi no regresará, pero me sentiré mejor después de eso, aun en el infierno me sentiré mejor, porque los sabré ahí, sufriendo igual o peor de lo que yo deberé sufrir.

Ojo por ojo me parece que le llaman.

Vuelvo a alejarme de él luego de unos segundos en que mi cuello duele, varios turistas salen del bosque, se ven cansados, y algo felices. Son tan normales sus vidas, por eso me gusta observarlos, me ayuda a pensar que en algún momento podría ser así la mía, no lo será claro, pero a veces me gustaría.

―Ten paciencia Charlotte ―dice rompiendo el silencio ―, desintoxicarse del enojo es un proceso doloroso y demasiado lento, pero te aseguro que te libera.

Lo miro con una sonrisa cargada de incredulidad, de verdad, ¿él? el chico que hace un momento estaba tan enojado con la humanidad me viene a decir a mí eso.

Bufo.

― ¿Eso te dices cada mañana? ¿de verdad te lo crees?

Él me sonríe con cierta dulzura y luego de besar mi mejilla, da un último mordisco a su manzana y se va, lo veo bajar los escalones sintiendo aun el calor de sus labios en mi piel, la casa donde se hospeda no está muy lejos, pero tampoco esta tan cerca. Decido que no quiero pensar más, doy un último vistazo a la ventana, me parece extraño verle salir del bosque a estas horas, viste de negro, como si su presencia no fuera ya lo suficientemente seductora, subo a mi habitación y me enredo en mis cobijas, ha llegado el momento de ir con él, no debo postergarlo más.

Me levanto y escribo la frase de mañana.

"Sigue los pasos de tu objetivo, que sienta el peso de sus acciones hasta su último suspiro"

Draco, el bosque bromista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora