No todos podemos salir hacia delante,
con el corazón partido en dos mitades.
Me he sentado de golpe intentando recuperar el aliento, estoy sudando, temblando y las lágrimas caen por mis mejillas, descontroladas. Las tomo; incrédula, nostálgica, hacía mucho tiempo que no lloraba, más de 5 años... creo... Es solo que, esto que siento, esto que percibo... es... una sensación agónica de perdida y es tan constante, me asfixia y no puedo gritarlo a nadie.
Además, esta ese olor nauseabundo que se intensifica cada día, es un olor penetrante, impregnado de muerte, oxido y (mi labio inferior tiembla) ... carne quemándose...
Limpio mi rostro con el suéter que traigo, mi respiración se normaliza mientras observo como la luz del sol se abre camino por la ventana, aun tiemblo, son sueños que debo guardar para mí, como mis sentimientos, como todo, una por fuera, otra por dentro, las dos no deben verse, solo la que se ve feliz, tranquila, en paz con la vida. La que no enloqueció cuando era una niña.
Escucho a mi madre reír con la tía Elle y vuelvo al mundo real, de seguro toman café en la sala, mi cuarto se encuentra muy cerca de allí y a veces las puedo oír. Me recuesto de vuelta, hace calor, aunque las mañanas en este pueblo suelen ser más bien frías, me quito la camiseta, la humedad de esta me está comenzando a incomodar y me quedo viendo fijo el lugar en el que cayo, como si fuera lo más interesante de mi vida, como si de ella fueran a salir todas las respuestas, luego de un momento me tumbo boca bajo y ahogo un grito en la almohada, estoy a salvo, en mi habitación, en el hotel de mis padres, con mi madre y mi tía riendo a unos cuantos pasos fuera, nada se quema, nadie se quema, nadie sangra, nadie muere.
¿Por qué me siento tan mal entonces? ¡¿por qué no puedo parar de temblar?! Me siento tan... vacía. Y es solo un sueño... una horrible pesadilla.
Sorbo los mocos y pienso.
Es un día de felicidad en la realidad, lo sé, es el cumpleaños del bosque del pueblo, es un día de festejo y yo soy consciente de ello.
Me tumbo de espaldas mirando el techo, este había sido pintado de negro para que pudiera escribir en él, para que al despertar lo primero que viera fuese una frase motivadora, esa es mi terapia y la amo, pero ahora podía importarme un durazno.
¿Qué pasa conmigo?
He tenido el mismo sueño hace semanas, despierto sudada, temblando y con una sensación de inseguridad palpable, hoy sin embargo es la primera vez que el llanto me acompaña. Se repite cada noche y no logro recordarlo entero, solo, lo mismo, estoy atada y él también, solo que yo me ahogare en sangre y él... será quemado vivo. Por más que intento llegar a él a tiempo, ¡no consigo salvarle! Y eso, duele, en verdad duele, es como si le amara, aunque no consigo ver su rostro, siento que le amo, ¿Quién es? ¿Por qué debe morir? ¿Qué debo hacer para salvarle?
Una hora después estoy lista, todo parece una locura en mi cabeza, es solo un sueño, o eso me repito cada día, bajo las escaleras del hotel, me gustan más que el ascensor, me dan tiempo para pensar, me dan tiempo para no hacerlo.
Bajo cantando el soundtrack de la película de Coraline, es una de mis favoritas y no sé bien como pasa, pero me las aprendo desde el primer momento en que las escucho, no tengo una voz prodigiosa o eso creo, es sinceramente algo ronca, Layla dice que mi voz es del tipo contralto con un toque de soprano. Yo digo que es ronca, porque de música no sé nada, Anne no canta no le gusta, pero por insistencia de Layla sabe tocar muy bien el bajo, yo no aprendí a tocar ni la pandereta. Layls es la artista del grupo, tiene un don natural para la música. Aun así, el eco que produce mi voz mientras bajo las escaleras siempre me da paz y me ayuda, es como si calmara mis ganas de gritar, evita que... me rinda.
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Draco, el bosque bromista.
Fantasy"Bromas, misterios y pesadillas" En el bosque de Ferr hay más que risas y sueños cumplidos, también hay un lado oscuro que Charlotte conocerá en medio de lo que todos han denominado estrés postraumático y otros, locura, ella vio morir a su padre a l...