Draco, el bosque bromista.

NO PUEDES SER NADIE MÁS.

Debería haberme tomado en serio sus sentimientos, sus palabras, pero cuando las cosas suenan a mentiras... La terquedad no es sensata.

Logan enterró la daga en mi pecho, le había acercado demasiado, le sentí sí, pero no me dolió, de hecho, se sintió como cuando toco algo tibio con los dedos. Sus ojos se abrieron sorprendidos, soltó la daga y la quite, lanzándosela a Dice con una de mis ramas blancas. El corazón de Logan palpita rápido y con tanta fuerza que debe dolerle, el sonido me relaja, una sonrisa que imagino luce siniestra se dibuja en mis labios sin mi consentimiento y le disfruto, debo admitirlo, el viento sopla, noto que mi cabello es diferente, lacio, oscuro y más largo. Sé que puedo verme como siempre, pero justo ahora debo dar miedo y me gusta cómo se siente, me gusta el poder, me gusta sentirme fuerte.

—Tiny —aprieto su cuerpo con algo más de fuerza y se corrige— Charlotte —pronuncia con dificultad—, sé que hice muchas cosas mal, pero me conoces, no soy así, su padre me hizo así, él me torturo y Draco —una gota gigantesca de orina le cae encima, miro a Draco enojada, pues me ha caído un poco a mí también—. NO QUITO LOS RECUERDOS solo, solo, quito el dolor, el sufrimiento. Necesitaba venganza, sabes lo que es, tu... VENGASTE A TU PADRE.

—Alan y yo no tuvimos nada que ver en eso.

—Mi tío, él, él es quien me metió en este mundo para empezar, él me trajo a Ferr, si no jamás, te habría conocido y jamás habría sabido que era un cazador.

—Gajes de familia —comento—, no me ves odiando a mi padre por darme una vida aquí.

—Tú no sabes cómo es, tu... tuviste la mejor parte...

Lo aprete con tanta fuerza que le rompí algunos huesos.

—La mejor parte dices —sonrió—, no Logan, no te justifiques, hiciste todo mal, y lo hiciste porque lo quisiste así, te lo digo por experiencia. No culpes a otros, fuiste tu quien hizo todo.

Luego de ello lo tiro al suelo, y su sangre le comenzó a abandonar lentamente para volver a entrar en él antes de que muriera y volver a salir, decidí que el número 350 que tenía grabado en el pecho era el número de torturas que le haría, y esa era solo la primera. Pero Draco no quiso eso, y cuando la sangre le abandono por cuarta vez, le saco el corazón, lo observo enfadada, observando a Draco, con el corazón en la mano; goteando, había algo de decepción en sus ojos, no me importo.

—¿Con que derecho te atreves a quitarme a mi presa? —intenta responder, pero continúo—, ¡los cazadores son míos! —hice que todos cayeran arrodillados, evite a Brianna—, te vuelves a meter y te juro que lo pagaras.

Me doy la vuelta y me acerco a Victoria, luce muy tranquila, aun no sé qué hacer con ella, el número en su muñeca es muy grande, ni siquiera me gusta verle, no sé si dejarla viva y torturarla o matarla y que sufra sirviéndome como al final hará. La sangre corre por mis venas, sus palabras hacen eco en mi cabeza, su horrible risa enciende más mi ira. Me pregunto si puedo obligarla a cuidar de las criaturas que tanto odia aun en vida. Manipulando su sangre a mi antojo desde luego, así que la obligo a matar a quien supe era su hermano para proteger a un poglo llamado Fiasko. El dolor en su rostro me dio lo que necesitaba, la ira dirigida a mí me hizo reír.

La venganza podrá no ser la respuesta, pero sabe muy bien, diente por diente, esas palabras pueden disfrutarse demasiado.

―Y aun así juzgas a Logan ―declara Dice con tono divertido, fijo mi vista en ella, quien conoce todo de mí, y aun así se atreve a juzgarme, es mi reflejo después de todo, pero aun así no le permitiré que me juzgue, no tengo que decir nada, ella retrocede y continua en la lucha contra mi antigua especie.