Draco, el bosque bromista.

...TAL VEZ HAYA ALGO MÁS ALLÍ.

Puede gustarte la forma en que duele,

El dolor solo es vida en un cuerpo que ya se rindió.

—¿Sabéis si hay habitaciones disponibles? —pregunta un hombre bajito, pecoso, delgado y demasiado feliz, miro a la mujer que le acompaña, toman sus manos, ella irradia la misma felicidad de él.

—Varios clientes abandonaron el hotel el día de hoy —informo, recordando que vi a varios con maletas—, es probable que terminaran sus vacaciones.

—¿Entonces sí? —pregunta.

Su esposa se le pega demasiado feliz y emitiendo un chillido bajo y leve. Es una chica muy linda, un poco más baja que él, debe medir más o menos 1 con 50.

—Nunca se sabe —miro en la dirección por la que Asier se fue y noto que ya no alcanzo a verle —, si entran les darán una mejor información, tal vez tienen suerte.

—¡Nos casamos hoy! —chilla la chica emocionada.

Le sonrió y la felicito, abriendo más las puertas para que ingresaran, tal vez y estrenen la nueva casa para recién casados, aquella donde me despedí de Logan, desafortunadamente no de la forma que quería. noto que su único equipaje es una pequeña maleta.

¿Se habrán fugado?

Las noches han pasado trayendo consigo la misma pesadilla, mi cabeza duele constantemente, siento la necesidad de escribirlas, algo me dice que son importantes, pero, ¿Qué tienen en común además de la sangre y lo espeluznante?

Decido averiguarlo después, hoy tengo que ir a clases otra vez, pasaron tres días desde mi conversación con As y aún no he hablado con Eidan lo vi un par de veces en el pueblo mientras volvía de clases, me oculté para que no me viera. Hoy es diferente, no me ocultare esta vez, creo saber que decirle.

Al llegar a clases me encontré con Mak en la puerta.

—Hola —saludo, me responde con un beso en la mejilla.

—¿As no viene hoy? —pregunto.

—No, tiene algo que hacer con mi tío.

Había aprendido en estos días que As y Mak son como hermanos, él llama a Connor tío, como dijeron, sus padres son muy amigos, casi que crecieron juntos, son una familia. Mak tiene una hermana pequeña, se llama Lyra como la mamá de Asier y tiene 5 años recién cumplidos, hace cuatro meses.

—¿Y a quién esperas?

Me mira como si no supiera la respuesta o tal vez, no quiere dármela.

—No me gusta ser tan puntual y llegue antes, ¿entramos?

—¿Has ido a estudiar sin As antes, cierto?

—¿Qué? Oh, no, bosquecito, no es por eso, no somos tan apegados.

—Está bien —supe que decía la verdad, pero estoy segura de que esperaba a alguien.

Ingresamos juntos, ya había muchos alumnos, incluso mis amigas estaban aquí, extraño, aún faltan 10 minutos para dar inicio y ni siquiera Anne es tan puntual.

—¿Paso algo? —preguntamos al tiempo Mak y yo, Guido halo a Mak a su grupo de amigos y no sé qué le contaron, pero de repente soltó una carcajada que me causo curiosidad, sobre todo porque me guiño con su ojo izquierdo.

—¿No supiste?

—¿Qué cosa?

—Vieron a una pareja de recién casados saliendo desnuda del bosque —respondió Anne.