𝐇𝐀𝐓𝐄𝐑𝐒-daemon targaryen fanfiction

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El Trono de Hierro

everyone's perspective

Habían pasado casi ya dos años desde el nacimiento del príncipe Aegon Targaryen, el primogénito del Rey Viserys y la Reina Alicent Hightower—quien en ese momento estaba de siete luna otra vez, siendo este su segundo embarazo contando el de Aegon.—y el primer vástago varón del rey. Por lo que la mayoría de señores y damas de la Corte esperaban que nombrara a su primer hijo como su príncipe de Rocadragón y Heredero al Trono de Hierro. Cosa que el rey se negó hacer, y afirmó aún más el reclamo de su hermano menor al Trono tras su muerte. Algo que descontento bastante a unos pocos que estaban en contra del Príncipe Daemon como futuro rey, esos eran principalmente Ser Otto Hightower—La Mano del Rey.—y sus aliados, entre quienes podían estar desde los Lannister y su propia casa, los Hightower.

Estas tensiones permanecían muy presentes en el ambiente pesado de la Corte del Rey Viserys. Ese día el rey había planeado hacer una cacería en el bosque en nombre del segundo día del nombre de su primogénito.

Entre todo este tiempo, la princesa consorte Alana Hightower, había dado luz a una hija e hijo más para el príncipe Daemon Targaryen, su esposo. Sus nombres eran Alerie y Aerys Targaryen, con unos pocos meses de diferencia entre los pequeños infantes. Más el que estaba esperando en ese momento. Además de que el príncipe Daemon para ese momento con las tensiones y rumores en la Corte, se había ido a la guerra con Corlys Velaryon a los Peldaños de Piedra en contra de la Triarquía que amenazaba la estabilidad de los Siete Reinos que su hermano mayor gobernaba.

—Entonces, ¿Sabes cuándo volverá Daemon?—preguntó la princesa Rhaenyra Targaryen, hija del rey Viserys.—Ya ha pasado casi dos desde su ausencia aquí en la Corte.

—Quién sabe, cuando terminen los asuntos que tengan ahí lo sabremos seguramente.

—Pues que pena, viendo que los niños tanto lo extrañan.—contestó Rhaenyra.

—Dejemos de hablar de mi, ¿como va todo con Laenor? Supongo que más le vale que te trate como una reina, no me esperaría menos.

—Claro que lo hace.

La princesa consorte estuvo charlando un rato más sobre sus vidas diarias con la princesa Rhaenyra, eso fue hasta que uno de los Guardias Reales vino a informales a las princesas que el carruaje hacía los bosques estaba listo y solo las estaban esperando a ellas dos. Así se pusieron en marcha y llegaron rápidamente a la entrada de la Fortaleza Roja, ambas subiéndose al carruaje más grande y lujoso de todos. Donde también compartían la presencia de los reyes durante el trayecto, más los jóvenes príncipes y princesas con las respectivas niñeras de acompañamiento.

—Buenos días sus majestades.—dijo Alana al verlos, nada más por cortesía. El rey respondió con un simple Buenos días también y la reina consorte igual. Cuando pasó un rato de trayecto y habían baches en el camino, el carruaje se movía irregularmente.—Mi reina, ¿es seguro salir al bosque en su condición tan delicada?

—Los maestres dijeron que me haría bien, que el aire fresco y la naturaleza ayudarían al bebé.

—Bueno así es como tenemos una familia grande, pues tú Alana has pasado exitosamente tres embarazos. Trayéndonos las bendiciones que han sido mis sobrinos y sobrinas.—dijo el rey, mientras Alan sonreía educadamente.—Pronto así me hará un orgulloso abuelo Rhaenyra cuando sus hijos con Laenor sean concebidos.