Los mellizos Targaryen
—Habían pasado unos ocho meses desde la boda de Viserys y Alicent, y el nacimiento de los primogénitos entre Daemon y Alana estaba por llegar.—
—alana's perspective—
106 d.C.Los maestres estuvieron sobre mi estos últimos días debido que sobre esta época del año es cuando previeron que mi bebé nacería. Era un acontecimiento importante ya que este bebé si era varón, sería quien sucedería a Daemon como rey tras su suceso. Aunque quedara años para eso, nadie quería que la situación tan delicada de la Reina Aemma volviese a suceder y que la línea sanguínea Targaryen estuviera en peligro. Por eso este bebé tenía tanta importancia y el estrés podría estar llegando a mi, sabiendo la verdad de lo que le pasó a la Reina Aemma durante el nacimiento del príncipe Baelon Targaryen. Pensé que mi padre puede que quisiera que terminara así, pero intenté no preocuparme mucho.
Lo intenté, no dije que lo lograra del todo. Pero yo sabía actuar frente a todos perfectamente.
—Alana, ¿te encuentras mejor?—preguntó Daemon en cuanto entró a la habitación. Los maestres y sirvientes se fueron para dejarles su tiempo de privacidad.—Espero que los maestres no te hayan molestado mucho, puedo quitarles sus cabezas si lo han hecho.
—No te preocupes, estaré bien.—reafirmó Alana, lo que pareció calmar a Daemon.—Solo quiero que este bebé nazca y así poder darte más.
—Bueno, preocúpate primero de ti y de este bebé antes que los demás, todo a su debido tiempo.
—¿Y hay noticias Daemon, sobre eso?
—No quiero estresarte de más, estás embarazada.
—Y lo he estado por los últimos nueve meses, a que no me lo ocultes ahora que se que te ha llegado un informe.
Mire fijamente a los ojos púrpuras de Daemon Targaryen, eran preciosos ciertamente y los más preciosos que había visto en mi vida a parte de los de Jaime. Los suyos tenían un característico brillo dorado amarillento, lo que le daba su propio toque personal al Leon de la Casa Lannister y mi espada juramentada. Secretamente, mi amante.
Algo que quedó en la intimidad de nosotros dos y Daemon. Por el acuerdo que hicimos al principio de nuestro matrimonio. No me importaría a cual prostituta de la Calle de la Seda durmiese con, a cambio de que cada mañana me despertara en sus brazos. Y el fuera mi esposo, algo que solo yo tenía el puro derecho de decir.—Uno de ellos me ha informado que está siguiéndole el rastro a algunos documentos de gran importancia, aunque no saben la veracidad de dichas palabras.—comentó el algo vagamente del asunto.—Mi hermano quiere celebrar una cena familiar esta noche, con todos ya que quiere anunciar algo. Entenderé perfectamente si no deseas ir.
—Vayamos, ya le causaste suficientes dolores de cabeza por casarse con Alicent.
—Cierto, pero igualmente, ¿estás segura?
—Por supuesto que iremos, ¿somos su familia, o no Daemon? Tampoco irás a dejar a Rhaenyra sola en esa cena, sería algo cruel de nuestra parte.
—Está bien.
Daemon me acompañó durante un rato antes de tener que ir a la Reunión del Consejo como el príncipe heredero, si fuera por el, se hubiera quedado conmigo pero le insistí que fuera. El debía mostrar su interés para ser el futuro Rey de los Siete Reinos y dejar atrás esa mala reputación que manchó tanto la visión de todo el mundo. Sin embargo, vino Rhaenyra a hacerme compañía y hablar sobre la cena de esa noche.
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𝐇𝐀𝐓𝐄𝐑𝐒-daemon targaryen fanfiction
Hayran Kurgu𝐀𝐋𝐀𝐍𝐀 𝐇𝐈𝐆𝐇𝐓𝐎𝐖𝐄𝐑 ||| ʜᴏᴛᴅ ғᴀɴғɪᴄ ❝ La vida de Lady Alana Hightower y el Príncipe Daemon Targaryen cambió completamente cuando fueron obligados a casarse por órdenes del rey.❞ 𝐝𝐚𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 𝐱 𝐨𝐜 ᴇɴᴇᴍɪᴇs ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇʀs ᴛʀᴏ...