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Los dos guardias reales

"Habían dos hombres de capa de blanca que le fueron completamente leales a Alana Hightower,
Ser James Lannister y Ser Criston Cole. Los dos
guardias reales que la protegían cuando su estatus
se elevó al de princesa consorte."

Alana's perspective



Estaba recostada sobre un asiento cómodo que utilizaba durante mi embarazo para tratar de no sentirme incómoda con mi gran barriga todo el día, aunque eso ahora había cambiado. Con la única diferencia de que los mellizos, sí, mellizos estaban fuera de mi vientre y en mis brazos. Bueno, como no podía amamantarlos los dos a la vez, solía intercalarlos cada que estuvieran satisfechos. Y un pezon para cada uno, aunque la mayoría del tiempo siempre uno de los gemelos se iba con las nodrizas de la Corte cuando yo ya no podía más. Ese era uno de los casos. Aenar lloraba constantemente si no estaba en mis brazos, Saera era más tranquila, calmada y no parecía importarle tanto estar en compañía de quien, mientras que estuviera alimentándose. Aunque siempre estaba a mi vista y mi compañía la nodriza, su nombre era Amara, y me había hecho algo cercana a ella durante la última semana. Había sido de gran ayuda para mí en cuanto a los bebés se trataba, me daba consejos muy útiles al haber tenido mucha experiencia con todo esto.

—Entonces, ¿es mejor que lo cargue en esta posición?—pregunté mientras copiaba la demostración que me dio Amara.

—Si, su alteza, el príncipe Aenar estará mucho más cómodo y le será más sencillo amamantarlo. Así es.—dijo positivamente mientras Aenar tomaba mi leche materna.—Ya recosté a la princesa Saera, su alteza.

—Llámame Alana solo, no es necesario tantas formalidades cuando solo somos nosotras dos.—comenté con una sonrisa.

—Oh, yo no podría su alteza.

—Es una petición de la princesa consorte, ¿no te negarías, no, Amara?—dije sabiendo que era la única forma de que lo hiciera, no porque se tuviera que sentir obligada era más o menos para tener una justificación.

—Por supuesto, Su alte-, digo, Alana.

—Amara, ¿y que hay de tu familia? Has estado pasando los últimos dos meses aquí en la Fortaleza Roja y no te has ido ninguna vez.

—Verá, gracias a los Siete, tengo un gran esposo trabajador en los campos pero eso no es ni suficiente como para que nos podamos permitir mantener a nuestros niños. Por eso yo tomé este trabajo como nodriza de la Corte Real.—lo siguiente lo dijo con algo de pesar.—Lamentablemente, cuando mis niños llegan a los cinco años, los tengo que dejar en el orfanato porque ya no tengo suficiente como para criarlos.

—Habérmelo hecho saber antes Amara, yo os hubiera ayudado con eso.

—No podría preguntar tal cosa de usted.

—Insisto.—alcancé una pequeña bolsa con monedas de oro y plata justo encima de una mesilla cercana.—Esto es para ti, quédatelo. Al menos para que puedas estar con tus hijos durante más tiempo.

Le dediqué una mirada suave, cuando de repente alguien tocó la puerta y se anunció como "Ser Criston Cole" para traer un mensaje del príncipe Daemon Targaryen. Pedí que Amara me ayudara a ponerme bien de nuevo mi vestido y que se llevara a Aenar solamente. Ya que Saera estaba durmiendo pacíficamente en su cuna, un regalo por su nacimiento de parte de la Casa Velaryon. Cuando recuperé mi compostura, dejé aquel guardia real de capa blanca pasar. Esté Ser Criston Cole, era la misma persona que le ganó a Daemon en el segundo día del torneo en las festividades de nuestra boda. "De cerca, luce mucho mejor que desde el Palco Real. Estos rasgos dornienses me matarán algún día." pensé, ni negando la obvia belleza masculina que Ser Criston dejaba ver.

𝐇𝐀𝐓𝐄𝐑𝐒-daemon targaryen fanfiction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora