Las novias Hightower I
Tres meses después de la boda del príncipe Daemon Targaryen y su princesa consorte, Alana Hightower, el rey reunió a las dos familias durante una reunión del Consejo. Disque para anunciar algo de suma importancia y nadie se opuso al rey. Ellos dos fueron los últimos en llegar a la reunión. Rhaenyra y Alicent también se encontraban ahí, algo que les pareció un tanto extraño pero no le dieron mucha importancia debido a que llegaron tarde. Se pusieron de pie al lado de Rhaenyra, mientras el rey los miraba.
—Ahora que he reunido a todos, tenga una gran noticia que dar.—hizo una breve pausa para mirar a las personas a sus dos lados.—He decidido casarme de nuevo con Lady Alicent Hightower antes de que la primavera se vaya.
Un silencio inundó la Sala ante aquella inesperada noticia por la mayoría. Alana miró a Alicent quien no parecía muy afectada por todo esto, probablemente ya sabía de esto desde hace tiempo pero aún así mostraba un semblante nervioso y volvió al hábito ese que tenía de destrozar sus uñas. Su padre, Otto Hightower, tenía una sonrisa victoriosa pintada en su rostro. Algo que molesto muchísimo a su primogénita y a su cuñado, el príncipe heredero Daemon Targaryen, que de por sí odiaba al hombre por aprovecharse tan descaradamente de su hermano mayor. Pero esto era un nuevo nivel de manipulación que no habían visto aún. En cambio a la molestia interna del príncipe Daemon Targaryen y su princesa consorte Alana Hightower, Rhaenyra tenía una expresión de traición absoluta cometida por la que consideró, por muchos años, como su mejor amiga y confidante. Miró con incredulidad a Alicent Hightower, para después marcharse de la Saka del Consejo rápidamente. A pesar de las llamadas de su padre a que se quedara.
—Yo iré tras ella, su majestad, nos preocupe.—dijo Alana Hightower.—La princesa es como una hermana menor para mí.
—Si, por supuesto, te lo agradezco Alana.
—Con su permiso.
La mayor de las hermanas Hightower salió de la Sala del Consejo en busca de la única hija del rey que se fue corriendo. No encontró de inmediato a la princesa, sino a su espada juramentada, Ser James Lannister.
—Buenos días Ser Jaime, ¿has visto a la princesa Rhaenyra por aquí?—le preguntó ella al guardia rubio.—De repente se salió corriendo de la Sala del Consejo y el rey está preocupado.
—Creo que se fue a su habitación, no lucía muy contenta, ¿sucedió algo, Alana?
—Bueno, ven aquí un momento.
Lo apartó a un lugar con menos gente que los pasillos frente al Consejo, llenos de guardias, sirvientes y más personas yendo de un lado para el otro. No quería que esto lo supiera mucha gente de momento, aunque tarde o temprano se enterarían. Eso no pasaría de su boca.
—Alicent se va a casar con el rey, lo acaban de anunciar eso durante la reunión del Consejo y Rhaenyra estaba presente.—confesó ella.
—¿Enserio?
—En efecto, yo no sabía nada sobre esto tampoco y estoy igual de sorprendida.
—Creo que la vi ir a su habitación.—contestó el guardia real.—¿Deberíamos de vernos esta noche? En el lugar de siempre.
—Nos vemos.
La princesa consorte Alana Hightower le sonrió tenuemente a su espada juramentada que tanto quería y apreciaba tener en su vida, le hubiera dado un beso de despedida si no estuvieran bajo la mirada constante del público. Ella se dirigió de inmediato a la habitación de la princesa Rhaenyra, quien no abrió la puerta de primeras pero tras varios minutos con Alana insistiéndole, lo hizo entre lágrimas de rabia que había soltado antes. Cerró la puerta y la envolvió a la joven de diez y cuatro lunas en sus brazos.
—Rhaenyra, lo siento mucho.
—No entiendo porque Alicent ha cambiado tanto, es como si de la mañana a la noche fuera una persona completamente diferente.—logró decir, estaba muy molesta con quién era su antigua mejor amiga.
Una podía entenderlo. Imagínate, hace un año tu madre muere en el parto y con lo que te costó aceptar la idea de que tu padre se tenía que casar otra vez, para asegurar la posición de la Casa Targaryen. De todas las doncellas y mujeres disponibles, elegía a tu antigua mejor amiga. La persona que te consoló entre todas esas noche que tanto sufriste por todo. Rhaenyra en ese momento no conoció mayor traición que eso.
—Mi dulce Rhaenyra, no llores por algo como esto. No gastes tus lágrimas en este asunto de reyes y señores irrefutable.—dijo Alana.—Esto es un juego en el que no debes meterte, eres demás joven aún.
|•••|
Algunas semanas pasaron desde el anuncio del casamiento entre el Rey Viserys Targaryen y Lady Alicent Hightower, la mayoría recibió esta noticia con los brazos abiertos porque ya veían la necesidad de una nueva reina. Y como creyentes de la Fe de los Siete, no había mejor persona que alguien de la Casa Hightower que los representará. Sin embargo, para aquellos que se oponían abiertamente a la unión, ya que pensaban que la Casa Hightower tendría demasiada influencia sobre los asuntos de los Siete Reinos. Aunque no se equivocaban tampoco. Pero también crearon algunos rumores muy desagradables sobre Alicent una semana antes de la boda oficial. Su virginidad fue puesta en duda entre todas las mujeres, debido a algunos rumores de que visitó los aposentos del rey cuando aún lloraba por la muerte de la Reina Aemma. Algunos incluso decían que lo hacía cuando aún vivía entre nosotros. No que ninguno fuera mentira, pero Alicent no parecía llevarlo muy bien.
Eso lo pudo ver Alana cuando la llamó a sus aposentos, lucía tan diferente que ni la reconocía. Ya no era su hermana menor, era otra persona.
—Lady Alicent, me han dicho que me buscaba. Me temo que tengo varios asuntos de importancia hoy, así que si podría mantener nuestra conversación rápida y eficaz. Se lo agradecería.—usaba un tono neutral mientras le dirigía la palabra.
—Alana, padre.
—Debería de llamarme como su alteza o Lady Alnaa si lo prefiere. "Alana" está reservado para mí círculo cercano.
—¿Le ha dado algún pensamiento a que llevara el día de la ceremonia?—preguntó algo tomada por sorpresa la frialdad de su hermana mayor.
—Ciertamente aún no.
Hizo que una de las sirvienta trajera un precioso vestido de un color verde notorio, lucía costoso y tradicional. "Ya se ha acostumbrado a lo de estar mandando a la gente por ahi." pensó Alana.
—He mandado confeccionar un vestido para usted para esta maravillosa ocasión, es de tonos verdes, como vuestra Casa. Espero que sea de su agrado, Lady Alana.
—Por supuesto que lo es.—dijo Alana luciendo una falsa sonrisa.
"Alicent quería ser Rhaenyra,
porque Rhaenyra era amada
por Alana."
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𝐇𝐀𝐓𝐄𝐑𝐒-daemon targaryen fanfiction
Fanfic𝐀𝐋𝐀𝐍𝐀 𝐇𝐈𝐆𝐇𝐓𝐎𝐖𝐄𝐑 ||| ʜᴏᴛᴅ ғᴀɴғɪᴄ ❝ La vida de Lady Alana Hightower y el Príncipe Daemon Targaryen cambió completamente cuando fueron obligados a casarse por órdenes del rey.❞ 𝐝𝐚𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 𝐱 𝐨𝐜 ᴇɴᴇᴍɪᴇs ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇʀs ᴛʀᴏ...