Josh y yo llegamos a la construcción juntos y aunque a nadie le sorprende, yo tengo la sensación de que todos saben lo que ha pasado entre nosotros, pero estoy segura de que Dean no ha dicho ni una sola palabra y lo confirmo cuando entra a la oficina y me saluda como si nada.
─¿Encontraron lo que necesitaban? ─Pregunta Dean en mi dirección y frunzo el ceño.
─¿Qué has dicho?
Pregunto sin entender a qué se refiere.
─Josh me dijo que pasaría por ti antes de venir al trabajo, dijo que los dos irían a buscar el nuevo material que necesitamos.
─Ah, eso ─digo sintiéndome un poco nerviosa. Con que eso fue lo que le dijo Josh, me alegro de que no haya sido otra cosa, aunque creo que Dean no se ha tragado esa mentira y sabe que estuve con él─. Sí, Josh hizo un par de pedidos.
─Ya veo ─dice asintiendo con la cabeza e intentando ocultar una sonrisa en sus labios.
Por suerte, otro de los trabajadores entra a la oficina en busca de Dean y siento un ligero alivio cuando me quedo sola con mi trabajo, las horas se me pasan rápido, sin embargo, no me puedo sacar fácilmente de la cabeza a Josh, la forma en que suele tocarme y me siento cuando estoy con él me hace desearlo más, aunque soy consciente de que hay una enorme atracción física entre los dos, siento que quizás puede existir algo más y por un extraño motivo me veo pensando como sería mi vida a su lado.
A veces, cuando conocemos a alguien y nos atrae en lo más mínimo, es imposible no imaginarse una vida a su lado. Siempre resulta casi imposible no fantasear o idealizar a alguien por mucho que digamos que eso no es correcto.
Al corazón a veces le gusta creer que las personas pueden ser perfectas aun cuando no lo son.
****
Como siempre, Josh me lleva a casa, sin embargo, cuando nos despedimos frente a la entrada de mi casa, es mucho más diferente que las veces anteriores, nos la pasamos dándonos un par de besos junto a la puerta.
─Sigo creyendo que deberías de venir a casa conmigo en lo que terminamos de armar tu cama ─menciona robándome un dulce beso en los labios, una sonrisa se forma en mi boca al tiempo que enarco las cejas hacia él.
─No sé, yo creo que es una mala idea.
─¿Por qué?
Frunce el ceño.
─¿Por qué? Josh, Dean casi nos atrapa ─protesto en desacuerdo─. ¿Te imaginas que nos hubiera entrado a tu casa?
No sé que habría hecho si Dean hubiera entrado así de la nada, decir que me moriría de vergüenza es poco.
Un gruñido sale de él.
─No entró.
─Porque tuvimos suerte.
Vuelve a gruñir.
─Y aunque lo haya hecho, no es de su incumbencia, no tendría nada qué opinar al respecto.
Me gusta la confianza con la que dice sus palabras, pero no se lo digo e intento ocultarle la sonrisa que se quiere formar en mi boca. Más bien la borro besándole.
─Aun así, me quedaré aquí.
Digo cuando rompo el beso y él suelta un quejido, inconforme.
─Espero que eso sirve como presión para terminarme la cama que me has prometido.
Josh vuelve a besarme.
─Te la tendré lista mañana si así lo quieres.
Un suspiro se me escapa entre nuestro siguiente beso y me es imposible apartar a este hombre de mi lado, por mucho que sé que debe de irse, no quiero que se vaya.
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Amor en construcción
Teen FictionJosh arregla cosas. Es su trabajo y cuando conoce a Savannah la nueva chica en el pueblo sabe que ella necesita ayuda para arreglar el desastre que está pasando en su vida. Darle un trabajo en su compañía como la decoradora de interiores parece ser...