Amor en construcción

Capítulo 30

Cuando por fin estamos en mi casa y hemos llegado a la puerta, me detengo en seco antes de entrar y decido enfrentarlo.

Llámenme loca, pero de pronto tengo un extraño impulso de querer aclarar las cosas entre los dos.

—Josh, no lo entiendo. —Digo, mis palabras lo toman desprevenido y veo asombro en su rostro sin entender lo que estoy diciendo, su ceño se termina frunciendo—. Es que un segundo me demuestras que te intereso y luego otro es como si me quisieras a más de diez metros de distancia tuyo, me apartas como si nada hubiese pasado entre los dos y es demasiado confuso para mí, sé que somos adultos y los dos hemos dicho que esto que tenemos no implica compromiso, pero...

Tal vez debo de sentirme demasiado sola como para decir que yo desearía que fuera más que eso, que fuera más un compromiso.

A veces ese es el problema cuando te das la oportunidad de dormir con alguien sin compromisos, puedes llegar a confundir tus emociones y aunque la otra persona haya sido clara con lo que estaba buscando, no siempre nuestro corazón lo llega a entender y está bien.

Josh se pasa las manos por el pelo, alborotándolo un poco y suelta un suspiro bastante pesado antes de decir lo siguiente.

─No quiero apartarte de mi vida, Savannah, es solo que... ─hace una breve pausa─. Es más complicado de lo que tu crees, no eres tú, soy yo.

La frase sin duda es bastante cliché y me hace enfadar más de lo que puedo imaginar, no sé de dónde viene esa actitud mía porque yo no suelo ser así, por lo general lo de amigos con beneficios se me da bien de vez en cuando pero creo que con Josh todo ha sido distinto y eso no se siente tan bien que digamos, una parte de mí desea más que eso lo que me hace pensar que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuve una relación de verdad, en realidad, creo que siento que nunca he tenido una relación estable solo chicos que vienen y van y me hacen pasar un buen rato.

¿Pero por qué con él se siente diferente? ¿por qué mi corazón quiere que sea diferente?

Aprieto los labios con fuerza sin saber exactamente cómo responder a su comentario, Josh suelta un resoplido y de un momento a otro está acorralándome a un costado de la puerta, su boca sobre la mía en un beso hambriento, desesperado que me hace querer sacarle la camisa allí mismo, pero no lo hago, tengo buen autocontrol y lo aparto buscando un poco de aire.

Sus ojos se encuentran con los míos y me resultan diferentes, intensos y con un brillo que no sé cómo descifrar del todo.

─Lo siento.

Niego.

─No te disculpes, creo que has sido siempre claro desde un principio, tal vez yo solo he confundido las cosas ─y sí que las he confundido, pienso.

─No ─me acaricia el cabello en un gesto suave─. Te estoy confundiendo y yo no quería que eso sucediera ─dice con algo de arrepentimiento en él, se inclina un poco, lo suficiente como para darme un pequeño roce de labios─. Lo que sea que los dos tenemos es más de lo que podía esperar, te deseo más de lo que puedes imaginarte Savannah, y me gustas demasiado que me vuelves loco.

Me es imposible ocultar una diminuta sonrisa.

─También me gustas, demasiado ─confieso y siento que los latidos de mi corazón se intensifican conforme se lo digo porque es cierto, me gusta, de eso no tengo duda y me alegra saber que no soy la única aquí─. Esto de amigos con beneficios es...

Un gruñido sale de él.

─Me parece que los dos sabemos que esto va un poco más allá que simple amigos con beneficios.

─Sí.

─Y creo que ese es el problema.

─¿Lo crees?