Capítulo 39

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Volvemos a la ciudad alrededor de las seis de la tarde, aunque Josh pasa por la constructora en su camioneta, no se detiene, pero sé que intenta asegurarse de que todo está bien por allí. Esbozó una sonrisa solo para mí porque este día sin duda me lo ha regalado, me ha dedicado todo su tiempo y atención y ha sido suficiente como para alegrarme el corazón.

Es que, ¿A quién no le gusta que le regalen su tiempo y le pongan atención hasta en lo más mínimo?

—¿Te irás a casa? —Le pregunto cuando estamos dentro de la mía y nos sirvo un vaso de agua a cada uno, Josh lo acepta y bebe antes de responder.

—Tengo qué, me ducharé y veré un par de cosas sobre el trabajo.

Asiento con la cabeza y siento una pizca de decepción porque haber dormido acurrucada en sus brazos ha sido una experiencia que me gustaría repetir.

Incluso no me molestaría dormir así todos los días...

Esta vez Josh tampoco se queda a conversar mucho, pero sí que se demora en irse porque no podemos parar de darnos un par de besos junto a la puerta. Para cuando me quedo sola en casa, me limito a limpiar un poquito y me intento relajar viendo televisión, no hace mucho que compré una en una de mis visitas a la ciudad y tengo que decir que la habitación luce mucho mejor con una.

Decido llamarle a Ava y después a Elyse un rato, con Ava la conversación es corta y me deja saber más tarde por un mensaje de texto que ella y nuestros padres han salido a cenar, siento cierta tristeza al saber que mamá no se preocupa en llamarme, yo lo he hecho un par de veces, pero sé que es una especie de escarmiento el no tener comunicación conmigo, después todo, mis actitudes en casa nunca fueron las mejores. Demasiado engreída, demasiado mimada, demasiado frívola.

Hago mi esfuerzo por no centrarme en el tema y deprimirme con ello, así que evito contarle a Elyse sobre la relación con mi familia, pero si le cuento sobre Josh, la constructora, Quinn y el pueblo en general.

─Dios Sav, Josh es literal el hombre perfecto para ti.

Me dice y una sonrisa en mi boca, aunque se desvanece en segundos.

─Es un buen hombre, aunque... ─hago una pausa pensando bien mis palabras─. No lo sé, ¿sabes? Me da miedo acostumbrarme a él...

Confieso y es algo que solo se lo diría a ella, Elyse siempre ha sido mi mejor amiga y mi confidente.

─Entiendo lo que dices, Sav pero no puedes huir todo el tiempo.

─Tal vez no, es cierto que no puedo hacerlo, pero ¿qué si las cosas al final no salen bien? ─Enarco las cejas y aprieto los labios formando una mueca─. ¿Qué si al final las cosas se derrumban entre los dos?

A mi me da miedo acostumbrarme a las cosas bonitas porque tengo la sensación de que no duran para siempre y que al final, cuando lo pierda todo, dejarán un gran vacío y dolor en mi interior del que no podré recuperarme fácilmente.

─Si se derrumban, vuelves a levantarte como siempre y seguir adelante. ─Me asegura como si eso fuera lo más sencillo, estamos en videollamada por lo que Elyse nota mi desconcierto─. Savannah, a veces tenemos que arriesgar nuestro corazón para saber el resultado.

Sé que tiene razón, pero la idea de ello siempre es aterradora, existen demasiadas incógnitas.

Elyse suelta un suspiro pesado al ver que tardo en responderle.

─¿Tanto miedo te da enamorarte?

─Sabes que nunca ha sido fácil para mí, los hombres solo quieren una cosa conmigo y aunque puedo dárselas, con Josh es diferente ¿sabes? ─No puedo evitar confesarle a mi amiga como me siento sobre él y me alegro de tener buena señal en casa para hacerlo─. Con Josh lo quiero todo, quiero trabajar con él, despertar a su lado, salir con él en diferentes citas y pasar mis noches a su lado. ¡Dios, me estoy enamorando!

Amor en construcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora