Paso la noche en casa de Josh ya que es tarde para irme a casa y él sugiere que me quede con él, así que por la mañana siguiente tiene que llevarme a casa más temprano de lo habitual para que pueda ducharme y cambiarme antes de ir al trabajo.
Al llegar a la oficina, algunos trabajadores ya están allí aguardando a que Josh abra la oficina, todos lucen tranquilos y aunque le hacen pequeños comentarios a Josh sobre si está bien, no indagan mucho en el tema y supongo que todos tratan de ser discretos y olvidarlo.
Yo hago lo mismo y me concentro en el papeleo que tengo para hoy, pero cuando Josh viene a la oficina para la hora del almuerzo y decirme que podemos ir al restaurante del pueblo a comer, me es imposible rechazarlo.
Los dos pedimos pollo frito con papas ya que es el menú del día y por suerte no se demoran en traerlo.
—Quería comentarte que la cena de trabajo se pospondrá por el momento —me vuelve a informar y doy un leve asentimiento mientras me llevo una papa frita a la boca.
—Me parece bien, después de lo sucedido... —hago una breve pausa no queriendo indagar mucho en el tema, Josh pone una mueca en los labios y no beca falta que me diga que no quiere hablar sobre ello—. El día que sea yo estaré contenta de acompañarte.
Decido cambiar de tema y eso parece aligerar el ambiente incómodo que está a punto de formarse a nuestro alrededor.
—Gracias —asiente levemente—. Aunque si tendremos que salir del pueblo por un par de asuntos de trabajo. Debemos comprar muebles pronto para la nueva casa que hemos terminado.
—¿Ah si? ¿Y cuando sería eso?
Me acomodo mejor en mi lugar deseando saber sobre las compras de hogar, sin duda son una de las cosas que he disfrutado. Josh se rasca la nuca al tiempo que se encoge de hombros.
—Tenia pensado en que podríamos ir pasado mañana, así nos da tiempo de tener todo listo para el próximo fin de semana en caso de que nos demoremos encontrando las decoraciones.
—Perfecto —me parece un buen plan ya que me gusta ver las cosas con tiempo cuando de compras se trata.
Josh y yo cambiamos de tema pero nuestra conversación muere cuando escuchamos el tintineo de la puerta indicando que alguien ha entrado y Muriel aparece en el restaurante, por supuesto, ella se percata de que nosotros estamos almorzando allí.
Me tenso en mi lugar y Josh también pensando en que se nos acercará a la mesa, pero afortunadamente, Muriel nunca viene hacia nosotros, la observo llegar al mostrador, ordenarle a la cajera y aguarda junto a ella mientras platican, supongo que ya debían de tener su pedido preparado porque no tardan ni cinco minutos en pasarle una bolsa blanca y después ella se marcha. Cuando lo hace, Josh se relaja un poco.
—Seguro que debe ser incómodo para ti tenerla que ver en el pueblo, ¿no?
No sé de dónde ha salido mi comentario, si que ha pasado por mi cabeza pero esperaba que se quedara lo y no saliera de mi boca.
—Lo es, sí —me sorprende aún más que Josh se atreva a responderme. Decido dirigir toda mi atención a él y escucharlo atento—. Aunque Muriel siempre fue desagradable incluso cuando las cosas estaban bien entre Lucy y yo.
—¿Ah si? —No puedo evitar sentir curiosidad por indagar en el tema. Sé que todo el mundo dice que es mejor no hablar de tu ex con otra persona pero yo creo que a veces si que es importante conocer el motivo por el que se separaron, te ayuda a darte una idea de la persona.
—Sí —se rasca una de sus cejas—. Muriel siempre quiso controlarme al igual que Lucy, ellas querían siempre tener el mando de la relación, que las cosas fueran exactamente como Muriel quería y eso solía ser agobiante de vez en cuando. Sé que nunca fui de su agrado y nunca lo seré, por eso no me quita el sueño la opinión que ella tenga sobre mí.
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Amor en construcción
Novela JuvenilJosh arregla cosas. Es su trabajo y cuando conoce a Savannah la nueva chica en el pueblo sabe que ella necesita ayuda para arreglar el desastre que está pasando en su vida. Darle un trabajo en su compañía como la decoradora de interiores parece ser...