No me presento al trabajo tal como Josh me ha dicho, más bien me presento por la mañana en la casa de Quinn, quien me invita a desayunar en cuento le digo que aún no he desayunado.
—¿Te has tomado el día libre? —Me pregunta con curiosidad y asiento sonriente.
—Más bien Josh me ha dado el día libre.
─¿Ah sí? ─Me pregunta sorprendida y yo asiento.
─Sí, es por eso que he venido por ti. Dijo que podía tomarme el día libre e ir de compras hoy, supuse que sería bueno que me acompañaras, ¿Qué dices Quinn? ¿Te gustaría ir de compras conmigo?
Aunque Quinn es una mujer bastante agradable, sociable y se viste bien, no me parece que sea la clase de mujer que le gustan las cosas demasiado ostentosas, es sencilla y dudo mucho que sea de las que se va a de compras cada fin de semana como yo solía hacerlo en casa, pero la idea de invitarla a que me acompañe de compras me parece agradable, solo espero que a ella también y no decida rechazar mi oferta.
─Vaya, no esperaba dicha invitación, Savannah, pero no me parece tan mal. Me encantaría.
Me ofrece una sonrisa y me alegra que escucho entusiasmo en ella. Quinn no tarda en hacerme un par de preguntas sobre por qué de pronto aparezco en su puerta para invitarla de compras, le cuento sobre la cena de trabajo que Josh y yo tendremos pronto y la pongo al tanto sobre nuestra relación, el trabajo y un poco más sobre mi vida, con Quinn es fácil hablar sobre cualquier tema.
Y tan pronto como nos ponemos al día, nos vemos yendo hacia la ciudad en su auto.
─Creí que no solías conducir.
Me atrevo a decirle y una sonrisa se dibuja en ella.
─Claro que conduzco, es solo que no lo hago seguido. Me gusta andar a pie por el pueblo.
Confiesa algo que yo ya he notado antes.
─Bueno, Faxon Hills no es un pueblo muy grande que digamos, además que todo está demasiado cerca, no es como que necesitemos un auto todo el tiempo.
─Exacto, además que caminar me proporciona una gran tranquilidad y me permite conversar con los demás. A la mayoría le gusta andar a pie.
─Sí, ya lo he notado.
Le digo. El trayecto a la ciudad se me pasa rápido porque Quinn es demasiado platicadora que la conversación fluye tan natural que no siento el tiempo, para cuando llegamos, le doy las direcciones de un par de tiendas que he buscado en internet y creo que tienen bonita ropa.
─Dime, ¿Tienes algo en mente? ¿Algún vestido en particular?
Me pregunta mientras revisamos entre las prendas que hay en los pasillos, pongo una mueca en los labios al tiempo que niego.
La mayor parte del tiempo, siempre sé bien qué es lo que quiero ponerme y como quiero verme, sin embargo, hoy es una de esas ocasiones en las que me siento dudosa sobre ello. No es como que quiera buscar algo especifico que sé que a Josh le encantara, por lo general, creo que no suelo vestirme para mí misma, que digamos, siempre ha sido un tanto provocador, me gusta enseñar un poco de escote y los vestidos cortos que dejan a relucir mis piernas y se ciñen a mi cintura y caderas suelen encantarme o al menos eso he creído.
Creo que he llegado a la conclusión de que la mayoría de las veces me visto de una forma porque intento atraer a los demás o simplemente parecerles guapa porque el querer ser aceptada por los alguien más antes de por mi misma siempre ha sido un factor que ha existido en mí, pero nunca me atrevo a decirlo en voz alta.
Admitir algunas de mis inseguridades incluso para mi misma me hace sentir vulnerable.
─Algo sencillo, quizás.
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Amor en construcción
Teen FictionJosh arregla cosas. Es su trabajo y cuando conoce a Savannah la nueva chica en el pueblo sabe que ella necesita ayuda para arreglar el desastre que está pasando en su vida. Darle un trabajo en su compañía como la decoradora de interiores parece ser...