Josh llega puntual como es de esperarse y lo recibo con una sonrisa. El espagueti ha salido bien por lo que me siento orgullosa de lo que he preparado, además, lo he probado y me parece que es lo bastante comestible y tiene buen sabor como para que a él pueda gustarle.
—Huele bien —dice cuando se adentra a la cocina. Pongo una sonrisa en los labios al tiempo en que tomó un plato y le sirvo un poco. Josh se sienta en una silla junto a la mesa, le entrego el plato, me murmura un gracias y prosigo a servirme un poco también.
Cuando nuestros platos y bebidas están listos, tomo asiento frente a él y procedemos a comer. Hay un pequeño silencio mientras comemos, pero este no es incómodo, cosa que me gusta. Los silencios incómodos suelen tensarme demasiado.
─Te ha quedado muy bueno ─dice Josh llevándose un bocado a la boca.
─Gracias, he intentado seguir la receta y no incendiar nada.
Admito y mi comentario le hace gracia. No conversamos mucho, en realidad, seguimos comiendo en silencio hasta que estamos casi por terminar.
─De verdad te has lucido y aprecio que hayas hecho esto por mí, no tenías qué.
─Bueno, tú has hecho demasiado por mi desde que llegué al pueblo ─confieso y él pone una pequeña mueca en los labios. Sé que no le gusta que a veces le reconozcan su trabajo y esfuerzo, Josh es demasiado reservado con eso.
─No es nada.
Insiste y niego.
─Sabes que, si lo es, es mucho más de lo que cualquier persona haría por mí ─el comentario sale sin pensar sorprendiéndome y a Josh también parece tomarlo por sorpresa. Me mira curioso, atento y me paso el cabello detrás de las orejas a la vez que me remuevo en el asiento─. Quiero decir, creo que aparte de Ava, no creo que haya muchas personas en mi vida que se preocupen por mi o intento ayudarme.
─Lo siento ─dice apretando los labios con fuerza─. Conozco ese sentimiento así que entiendo a lo que te refieres.
─Bueno, no es algo que suela admitir...
Y definitivamente no lo es, yo siempre me esfuerzo por demostrar que todo va bien en mi vida, que no hay nada de lo qué preocuparse a pesar de que el mundo se me puede estar cayendo encima, pero las apariencias siempre han sido lo mío, aparentar que todo está bien cuando en realidad va mal.
─No te preocupes, sigues siendo igual de valiente, aunque lo hagas.
Las palabras de Josh me toman desprevenidas, pero forman una sonrisa en mi boca.
Parece que se le da bien decir lo correcto en los momentos necesarios. Algo que me gusta de él.
─¿Quieres más? ─decido cambiar el tema cuando hemos terminado de comer, Josh niega.
─He quedado satisfecho, gracias. Estuvo muy bueno ─vuelve a elogiar mi comida y pongo una sonrisa.
─Bien, entonces, lavaré los trastos ─digo al tiempo en que me levanto de la mesa y tomo su planto junto con el mío para ponerlos en el lavabo─. La verdad es que no he tenido tiempo de preparar algún postre y no creo que se me dé muy bien.
Josh se levanta también y me sigue, se queda a un lado mío observándome dejar los platos.
─No es necesario ─dice negando y pongo una mueca.
─Hubiese sido mejor tener un postre.
Josh gruñe al tiempo que se acerca a mí lo suficiente como para colocar una mano en mi cintura y atraer mi cuerpo junto al suyo para darme un beso en los labios al enredar una mano en mi cabello. El beso me toma por sorpresa por lo que tardo unos segundos en responderle, sabe un poco al vino que le he ofrecido en la comida, me acerco más a él y me permito envolver mis manos sobre su cuello, profundizando más el beso, Josh le da un tirón a mi labio inferior al morderlo al tiempo que sale un gruñido de él.
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Amor en construcción
Teen FictionJosh arregla cosas. Es su trabajo y cuando conoce a Savannah la nueva chica en el pueblo sabe que ella necesita ayuda para arreglar el desastre que está pasando en su vida. Darle un trabajo en su compañía como la decoradora de interiores parece ser...