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Selva Headwaters


Marie se encuentra en la casa principal de la selva, primera casa fundada por sus antepasados. Era su turno de limpiar junto a otras omegas y betas, detestaba hacerlo, pero las reglas de la manada se respetan y se siguen sin contras.

—Empezaré arriba mientras terminan acá —parlotea la rubia, subiendo los escalones hacia la parte de arriba.

Sube los escalones despreocupada, sube el último y da un par de pasos hacia el pasillo, escucha un par de susurros que se esclarecen en cada paso que da hacia el frente.

—El dinero esta sobre la mesa, solo falta tú decisión —escucha la alfa desde afuera de la habitación.

—¿Qué dinero? —murmura, mientras arruga su entrecejo.

—¿Qué es lo que quieren en realidad? —cuestiona una segunda voz, la cual, reconoce sin esfuerzo.

—¿Richie? —duda.

—Este lado de la selva nos puede generar mucho dinero, estamos sabedores de lo buenos y calientes que son los de especie en el ámbito sexual. Te pagaremos mensualmente diez mil dólares por el inconveniente de pisar tus territorios, y el dinero por coger a alguno de tu especie será aparte —le propone.

—Si acepto, quiero que mi especie pueda visitar la ciudad —replica Richie.

—Solo visitar. No quiero lobos en la ciudad de manera permanente —puntualiza el humano.

—Una semana de permanencia —plantea el líder de la manada.

—Una semana, ni un día más —enfatiza el hombre.

—Los encuentros serán en esta casa, me haré cargo del resto —añade Richie.

—El primer pago —verbaliza el humano, colocando una maleta sobre una pequeña mesa. —Tienes una semana para tener todo listo, sino el trato se cierra —expone.

—Entendido —gesticula el alfa, poniéndose de pie para luego estrechar su mano con la del humano.

—Los queremos obedientes —agrega el líder humano, para luego caminar hacia la puerta seguido por el líder de los cambia formas.

—Así será —asevera Richie.

La rubia retrocede un par de pasos y luego camina hacia el frente de manera despreocupada, encontrándose con el alfa y el humano.

—Marie —la llama el alfa. —¿Qué haces aquí? —la interroga.

—Día de limpieza —responde de manera alegre. —El resto está terminando abajo —agrega, mientras se da cuenta que el humano de traje no quita su mirada de sus piernas.

—Eres muy bonita —la elogia el humano. —Espero verte por aquí —murmura, acercándose solo un poco a la alfa para poder rozar sus dedos en la piel de sus piernas.

La chica emite un leve gruñido. Richie se entromete y hace que el humano camine hacia las escaleras.

—Le pareces atractiva —articula el alfa.

—¿Qué fue eso de que espera verme por aquí de nuevo? —inquiere la rubia. —Los humanos tienen prohibido entrar a nuestro territorio —le recalca furiosa.

—Lo dijo por nuestras reuniones, Mar. No seas paranoica —balbucea de manera precipitada, Richie.

—Eso espero, Rich —gesticula Marie.

—¿Cómo los cuido Jeon, en mi ausencia? —indaga, mientras se encamina a los escalones.

—Bien —se limita a responder la alfa, viendo como su líder y el hombre de traje estrechan sus manos y luego sonríen.

—Sí, es lo que creí, Jeon es un excelente, alfa —parlotea en voz alta, bajando los escalones al lado del humano.

Marie espera unos minutos, se asoma a las escaleras, olfatea un poco y cuando no siente el aroma humano retrocede, trota hasta la habitación de Richie. Cierra la puerta y camina hacia la pequeña mesa en la que se encuentra la maleta.
La abre y se da cuenta que está llena de mucho dinero en efectivo.

—Maldito bastardo —pronuncia entre dientes, mientras le toma un par de fotografías.

Cierra la maleta y luego sale de la habitación. Busca el número de Jungkook y Taehyung y les envía con la descripción “tenemos un problema. A las 9 pm afuera de la despensa de la señora, Park”

 A las 9 pm afuera de la despensa de la señora, Park”

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