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Jungkook sale de la ducha desnudo, se coloca un pantalón de color negro, una camisa blanca y sus botas Timberland.
Camina hasta la sala y ve al beta junto a la alfa en la sala de su casa.

—Jungkook, te dije que no puedes desaparecer por tanto tiempo —le reclama, Marie. —Me quedé sin mentiras y Kim me ayudó —relata mientras señala al beta que se encuentra a su lado de brazos cruzados.

—Dije que fuiste de casería que oscureció y que preferías quedarte acampando para evitar malos entendidos —explica Taehyung.

—Gracias a ambos —agradece el pelinegro. —Traje huevos y tocino, Jimin dice que son una buena elección de desayuno —añade, luego de beber un sorbo de café.

—¿Qué es eso? —pregunta la rubia, señalando la botella que el alfa sostiene con su mano derecha.

—Café.

—Quiero probar —dice Marie.

El pelinegro gruñe y oculta el frasco con la mitad de café tras su espalda.

—Te compraré uno en la ciudad —agrega en voz ronca el alfa.

—Jungkook, deja de ir a la ciudad —alza su voz la rubia.

—No iré solo, ustedes me acompañarán —suelta de sopetón el pelinegro.

—No-no-nosotros —titubea Marie, señalando a Taehyung y a ella misma.

—Sí, quiero que conozcan a Jimin. Mi novio.

—¿Novio? —repite Kim, alzando sus cejas mientras sus ojos se ensanchan.

—Sí, es como su destinado en nuestro mundo —le explica Marie. —Para que este al corriente de la situación, el sub-alfa de la manada está imprimado de un humano —le comenta.

—¿Es eso posible? —duda Taehyung.

—Creíamos que no, pero él comprobó que si es posible —contesta la alfa.

—¿Terminaron? —los cuestiona Jungkook. —Debo estar a la hora del almuerzo en la despensa. Almorzare con la tía de Jimin —menciona.

—¿Almorzaremos con humanos? —inquiere, sorprendido el beta.

—No, ustedes no, solo yo.

—¿Y qué haremos mientras tú almuerzas con humanos? —pregunta Marie.

—Esperarán en el bosque en forma humana, les llevaré comida y si alguien los ve actúen como si fueran pareja —les indica el pelinegro.

—Por qué…

—¿Quieres ir a la ciudad? —la confronta Jeon.

La rubia siente.

—Entonces haz lo que te digo —murmura mientras toma su chaqueta y luego camina hacia la puerta.

Los tres cambia formas salen por el pasadizo tras el terreno de Jungkook, se topan con algunos humanos que realizan senderismo y luego cruzan al bosque que conduce al sector en que la despensa de la tía de Jimin se encuentra.

Jeon los deja en el bosque, entra a la tienda saluda a Park, compra un par golosinas y dos latas de atún. Paga, sale de la despensa y a toda prisa les entrega las cosas a Marie y a Taehyung. Les indica que deben esperar a que él vaya por ellos y que si se sienten amenazados regresen a la selva junto a la manada.

—¿Todo bien? —pregunta Jimin al ver que el alfa regresa a la tienda sin los comprados.

—Sí, te mostraré algo después de que almorcemos —responde el pelinegro, cogiendo la mano izquierda del rubio con naturalidad.

—Mi tía espera por nosotros en el restaurante de la esquina —le informa mientras lo guía.

Jimin le había pedido a su tía que ordenara carne ya que sabe lo mucho que Jungkook ama comer carne.

—Oye, espera —lo detiene el rubio—. Cuando estemos adentro se tú mismo, pero no actúes como una bestia. No quiero que te sientas presionado y si es así di que tienes un compromiso y…

—Debo decir que tengo un compromiso cuando no lo tengo —verbaliza, confundido el cambia formas.

—Sí, es una mentira, pero yo entenderé lo que eso significa —farfulla el más bajo.

—¿Y qué significa?

—Significa que no te sientes cómodo o conforme —contesta.

—Ok —murmura Jeon. —Quiero besarte —suelta, sorprendiendo al rubio.

—¿Ahora? —musita Jimin, viendo a su tía verlos desde adentro del restaurante.

—Sí —escucha la voz ronca del cambia formas.

Cuando regresa su mirada al frente se da cuenta que Jungkook está invadiendo su espacio personal, está por articular una palabra, pero los belfos delgados del pelinegro se lo impiden.

Dentro del restaurante tienen un almuerzo ameno, Jimin sonríe un par de veces al ver la manera en la que Jungkook lo imita con los cubiertos, y en la forma de alimentarse.

—¿Y cómo se conocieron? —indaga SunHee.

—En la selva Headwaters —responde Jeon.

—Realizaba senderismo y nos vimos por primera vez en ese lugar —agrega Jimin—. Luego nos vimos por segunda vez en el estacionamiento de la tienda, ¿no es así?

—Sí, hablamos y desde ese día no puedo alejarme de él —dice el cambia formas, haciendo reír a la tía de Park.

—¿Y desde cuando son novios? —pregunta SunHee.

Jimin niega de manera rápida.

—Desde ahora —contesta con una radiante sonrisa el cambia formas, dejando sorprendido al rubio y emocionada a su tía.

—Entonces soy la primera en saberlo —alza su voz, SunHee.

—Tía, por favor —musita, apenado Jimin.

—Quiero que visites mi casa, tus brazos parecen ser fuertes, podrías ayudarme con unas cosas en la cochera y luego haré costillas asadas para ti como recompensa —habla la señora Park.

Cuando dejan de hablar, SunHee regresa a la tienda, Jimin va por su mochila y regresa al lado de Jungkook.

—¿Qué es lo que quieres mostrarme? —interroga el rubio.

—No es el que —susurra Jeon, encaminando a Jimin hacia los arbustos del bosque.

—No, espera. No te transformes, es de día pueden verte —suelta, nervioso y asustado el chico.

MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora