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—Listo, lo conseguimos —musita Jia, mientras sale de la habitación junto a Jimin.

—Por fin se quedó dormida —murmura el rubio, mientras deja la puerta semi abierta. —Gracias por la ayuda, Ji —agrega en tono normal cuando están fuera.

—No es nada, sabes que te quiero demasiado, eso incluye a tu tía —le hace saber la pelirroja.

—Lo sé, te quiero —murmura en tono tierno, Jimin, mientras abraza a su mejor amiga.

Salen a la sala abrazados, pero se distancian un poco al escuchar un par de gruñidos.

—Ji-Jimin —tartamudea asustada, Jia.

Los ojos del chico se ensanchan y sus cejas se alzan, deja de abrazar a su amiga para luego cruzarse de brazos y mirar de forma desafiante al alfa.

—Jungkook Jeon —emite entre dientes, Jimin. —¿Qué te he dicho sobre gruñirle a mis amigos? —lo interroga, disgustado.

—Suerte, Jeon —verbaliza en voz baja, Taehyung. —Nos vemos, Jimin —se despide del humano.

—Adiós, Taehyung. Gracias —corresponde el rubio.

—¿Te llevo a casa? —pregunta el beta a la chica.

—¿Vas a gruñirme? —lo cuestiona la pelirroja. —Porque si lo haces voy a golpearte —le advierte, haciendo reír a Taehyung.

—No, no voy a gruñirte —le asegura entre risas el beta.

—Me voy, Ji. Llámame si necesitas algo, te quiero —se despide Jia

—Te quiero, Ji. Hasta mañana —contesta Jimin, mientras ve fijamente al cambia formas.

La puerta principal se cierra y solo quedan la señora Park dormida en su habitación, el cambia formas y el humano, ambos muy despiertos en la sala.

Jungkook, da un paso al frente con la intención de acercarse al rubio, el chico alza su mano izquierda y niega.

—Quédate dónde estás, y dime lo que te he dicho de gruñirle a mis amigos —le ordena.

—¿Estás... dándome órdenes? —indaga el pelinegro.

—¿No vas a responder? —lo reta el rubio. —Bien, me voy a dormir, cierra bien la puerta cuando te vayas —dice, mientras lentamente se gira sobre sus talones.

—Que no debo gruñirles y ponerles una pata encima porque son tus amigos —contesta Jeon, cediendo ante el humano. —Intentare no hacerlo de nuevo —agrega.

—Lo siento, sé que esto es difícil para ti, pero no puedes gruñirle a Jia y a Hoseok cada vez que me abracen —le recalca el chico, acercándose al cambia formas. —Entiendo que no te guste que te den órdenes, pero yo soy así sabes, soy un poco mandón y.... no dejaré de hacerlo así que dile a tu lobo que sea bueno conmigo —le sugiere mientras abraza al más alto, a recostando su cabeza en los pectorales del contrario.

—Haremos una excepción contigo, nada más contigo —murmura Jeon, correspondiendo el abrazo del más bajo. —Porque eres nuestro lindo humano —añade, para luego depositar un beso en la coronilla del rubio.

—Extrañe abrazarte —confiesa Jimin, aferrándose al cuerpo del cambia formas. —¿Qué hiciste estos días? —lo cuestiona, alzando su rostro sin romper el abrazo. —Además de viajar a Washington caminando y corriendo —agrega entre risas.

Jungkook toma asiento en el sillón pequeño y Jimin, por su parte, se acomoda sobre las piernas musculosas del más alto.

—Pues... —susurra Jeon, dejando un beso en los labios del chico. —Pasé tiempo con los cachorros, les enseñé a cómo transformarse, les falta un poco de práctica, pero lo hacen bien —le comenta, mientras posa su mano izquierda sobre el muslo del más bajo.

—¿Los cachorros también gruñen y se molestan repentinamente? —inquiere Park, acariciando con su mano derecha el cabello que cae en la parte del cuello del mayor.

—Gruñen cuando pelean cómo defensa o advertencia. Son pequeños aún para ese tipo de cosas —responde el pelinegro.

—Deberías mostrarles cómo no enfadarse y gruñirles a personas buenas —le sugiere el menor, esbozando una enorme sonrisa divertida.

—Bueno, eso te lo dejaré a ti —gesticula Jeon.

—Ellos van convertirse en lobo y me lastimaran si los reprendo —refuta Jimin.

—Eso no pasará —expresa con confianza el mayor.

—¿Por qué estás tan seguro? —lo interroga el más bajo.

—Porque jamás permitiré que te lastimen —asevera Jungkook.

El chico posa las palmas de sus manos sobre las mejillas del cambia formas, las presiona un poco y luego deposita un par de besos mientras ríe dulcemente.

—Jamás —masculla en tono dulce el humano, mientras frota su nariz con la del pelinegro y mira sus lindos ojos bicolores.

—Jamás —musita con mesura, Jeon.

MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora