MY BEAST

37

Jimin mueve sus pies de manera impaciente, ahora no solo siente la opresión en su pecho, ahora también siente que el aire dentro del auto no es suficiente.

Relame sus labios, abre su boca, inhala y luego exhala, ganándose la atención de los dos cambia formas.

—Tranquilízate —le pide Taehyung.

—Algo no anda bien —consigue por fin emitir el rubio en voz baja. —Algo no anda bien —repite ahora con voz clara. —No podía hablar, les juro que no podía hablar, siento una opresión en el pecho y siento que el aire no me es suficiente —farfulla el chico.

—Oye, es porque no estás acostumbrado —dice Marie. —Relájate —le pide.

—Algo no está bien, estoy seguro que algo no está bien —menciona Jimin viendo a Taehyung.

—Mira, ya te dije que...

—Déjalo —la interrumpe el azabache. —Jimin, habla conmigo —le pide el beta.

—Hablar no lo tranquilizara, Taehyung —espeta la rubia.

—Gritarle y pedirle que se calme tampoco —replica a la defensiva el azabache.

—¡Jimin! —vocea la alfa al verlo correr en dirección al bosque. —Mierda —bufa, abriendo la puerta del vehículo.

—No, quédate aquí —le ordena Taehyung.

—¿Desde cuándo me dices que hacer? —lo confronta Marie.

—Desde ahora que estoy seguro que no sabrás cómo actuar con Jimin —contesta el beta. —Espera por noticias, lo alcanzaré y haré que se tranquilice —dice mientras se adentra al bosque.

—Maldito idiota —reprocha la rubia. —Mas vale que lo alcances —susurra.

La alfa está por entrar a la camioneta, pero escucha crujidos de ramas y hojas y se detiene. Saca sus dientes y sus garras y espera atenta.

La cabellera pelirroja y castaña corren deprisa y oculta sus garras y dientes al reconocer a los humanos.

—Jungkook está en peligro —anuncia Hoseok con dificultad.

—¿Dónde está, Jimin? —pregunta Jia al ver el vehículo vacío.

—¿Qué le pasó a Jungkook? —indaga Marie.

—El líder lo durmió y él...

—Te hice una pregunta —interrumpe Jia a su amigo. —¿Dónde mierda está, Jimin? —repite frustrada enfrentando a la rubia.

—Bajó de la camioneta, dijo que algo no estaba bien y luego él...

—¡Maldición! —exclama Jia, trotando bosque adentro de nuevo.

—Jia, espera —le pide Hoseok.

—No, ustedes no entienden —balbucea la chica deteniendo sus pasos. —Bon los unió, Jimin es humano, pero estoy casi segura que pudo haber sentido algo. Su silencio no es normal. ¡Mierda! debí captarlo antes —farfulla molesta la pelirroja.

—No puedes ir a Headwaters —le hace saber, Marie.

—No me interesa si puedo, mi amigo se dirige a ese lugar y yo iré también —enfatiza la humana para retomar sus trotes ahora más rápidos.

—Hoseok —lo llama la alfa al ver al chico correr tras de Jia.

—También es mi amigo —dice el castaño.

La rubia recuerda el rostro de Jimin cuando la ayudó cuando estaba atrapada por Richie, asiente y corre un par de metros y luego cambia a su forma lobuna.

—¡JIMIN! —grita Taehyung, cuando está a unos pasos de alcanzarlo.

—No, déjame, suéltame —se queja, exasperado al sentir las manos del azabache detenerlo. —Por favor créeme, lo siento aquí —verbaliza con voz quebrada el rubio, mientras toca su pecho. —Algo no está bien, créeme —insiste, viendo con sus anegados en lágrimas al beta.

—No te alejes de mí —le ordena Kim, entrelazando su mano con la del humano. —Incluso si me transformo en lobo no te alejes —le indica.

Park asiente mientras camina a pasos apresurados pasando la línea del bosque hacia la selva Headwaters.

Caminan hasta el circulo que la manada ha hecho, con dificultad se abren paso hasta quedar dos filas antes de la primera.

—Taehyung —solloza Jimin, sosteniendo mucho más fuerte la mano del cambia formas.

—Esto fue todo, gracias por ser tan colaboradores —fanfarronea Richie.

—Muévanse o los muevo —espeta Samantha, haciendo que una parte del círculo humano se abra.

—Sube al auto, hermanita —le ordena el de cabello avellana.

Dos de los tres alfas que huirán junto a Richie y Sam cogen a Jungkook.

—Les aconsejo buscar un nuevo alfa, no creo que nuestro Jeon regresé. No después de haber elegido a un humano sobre un cambia formas —brama Richie.

Taehyung gruñe al reconocer el cuerpo inconsciente de su amigo, se molesta tanto que suelta la mano de Jimin, olvidando lo ágil para escapar que es el humano.

—Por favor déjalo —habla Park, ganándose la atención no solo de su actual líder sino del resto de la manada. —Déjalo —agrega con voz temblorosa al igual que sus pies.

—Tenemos reglas, dulce Jimin —gesticula Richie. —La regla es no intimar con humanos y si lo hacemos nos atenemos a las consecuencias. ¿Verdad, Taehyung? —expresa alzando su voz, cuestionando al beta.

Una horrible sonrisa surca los labios del de cabello avellana, Jimin desvía su mirada y observa como su bestia es arrastrada al baúl de una camioneta gris.

—Quisiera ayudarte, dulce Jimin. Pero ese bastardo humilló a mi hermana al preferirte a ti —dice Richie. —Reglas de la manada —murmura tan cerca de Park cómo Taehyung se lo permite.

Un fuerte gruñido se escucha, otra parte del círculo humano se rompe y dejan pasar al enorme lobo.

—Marie —musita Jimin, al reconocer ese pelaje.

—Conoces las reglas, Marie —recita Richie. —O quizás no —chista. —No es mi culpa que su alfa Jeon, no sé los haya comentado —agrega en tono burlesco.

—También estuviste con humanos —lo confronta Kim.

—Sí, claro —acepta el líder. —Con humanos que los de traje me permitía. No rompí nunca el contrato como el imbécil de Jeon —rectifica. —Es una regla entre futuros alfas, él lo supo siempre —enfatiza para luego darse la vuelta.

—No, espera. Dime qué hacer y lo haré —solloza Jimin.

—Consíguete otra pareja, de preferencia un humano para que no tengamos que matarlo —responde Richie.

—Jungkook —chilla el rubio.

Las puertas de la camioneta se cierran, Marie intenta correr tras la camioneta en su forma lobuna, pero es derribada por algunos omegas.

Taehyung trata de hacer lo mismo, pero igualmente algunos miembros de la manada se lo impiden.

Jimin corre, pero se siente agotado, le duele el pecho, le arden los ojos y lo único que desea es poder hacer que la camioneta que se aleja cada vez más se detenga.

—¡JUNGKOOK! —desgañita mientras se deja caer de rodillas contra la maleza.

—Jimin —lo llaman casi al unísono, Jia y Hoseok.

—Estamos aquí —susurra Hoseok, acariciando uno de los hombros del rubio.

—Tranquilo, por favor tranquilízate —le suplica la pelirroja al sentir la manera en la que le tiembla el cuerpo mientras lo abraza. —Lo buscaremos, hablaré con Marie y Taehyung y vamos a ir por Jungkook —susurra la chica. —Pero por favor tranquilízate —le pide entre lágrimas.

Kim se acerca a los tres humanos, toma a Jimin y lo carga en brazos ganándose un par de miradas por parte de la manada.

—¿Qué? Nunca han visto como cargan a alguien —habla con voz golpeada, Marie.

Todos ven a la alfa desnuda, Hoseok se quita su chaqueta y con rapidez se acerca a ella y la cubre.

—Todo esto es nuestra culpa, nos dejamos gobernar por un imbécil que hizo lo que quiso con nuestra especie y manada. Y el que sería nuestro alfa no está con nosotros. Jungkook, vino a liberarlos y ustedes no hicieron nada por él —habla la rubia.

—Íbamos a defenderlo, pero dijo que si lo hacíamos no nos liberaría —dice un omega.

—Vamos ayudarte desde ahora —espeta un beta.

—No soy su alfa —reprocha Marie.

—Eres lo más cercano a un líder, Mar. Y sabes que Jungkook lo aprobaría —alza su voz Taehyung y luego camina en dirección a la casa de Jeon con Jimin en brazos y Jia a su lado.

—Bien, entonces empiecen por deshacerse de las cosas de ese perro malnacido —ordena la rubia.

—Ve a vestirte —le pide Hoseok antes de caminar hacia la casa en la que Jia ha entrado.

—Estará bien aquí —musita Kim, dejando el cuerpo de Park sobre la cama de Jungkook.

El beta intenta ponerse en pie y alejarse del humano, pero el chico se lo impide.

—Por favor no te vayas —le pide en un hilo de voz.

El azabache mira a la pelirroja, la chica asiente.

—Veré si preparo algo de comer —susurra Jia, y luego sale de la habitación.

—No me siento bien, Taehyung —masculla Jimin.

—Lo estarás mañana —le asegura el beta.

Marie se queda de brazos cruzados bajo el umbral de la puerta, está molesta y triste, son sensaciones que detesta, pero que por el momento no tiene idea como sacarse de su mente y hacerle entender a su lobo que todo va estar bien.