—Tía, espera, le ayudaré yo —la detiene el rubio. —Espera en la caja registradora y mantente ahí —le indica, tomando la caja con sopas instantáneas.
El chico sale con la caja y camina hacia el auto en el que una de sus mejores clientes se encuentra guardando el resto de sus compras.—Muchas gracias, Jimin —agradece con mesura la mujer.
—De nada, que tenga un buen día —la despide Park.
El rubio se gira y choca contra alguien.
—Disculpe, lo siento —farfulla preocupado.
—Soy yo tranquilo —musita el de cabello avellana.
—¡Robert! —emite, eufórico Jimin. Al ver al cliente de su tía.
—Vine y no encontré —murmura el más alto.
—Sí, mi novio y yo tuvimos que hacer un viaje. Pero ya estamos de regreso —menciona Park.—¿Todo bien? —lo cuestiona Robert.
—Sí, todo bien —afirma Jimin, esbozando una pequeña sonrisa amigable. —Debo regresar adentro —murmura, mientras frota sus manos.
—Espera. ¿Te gusta el teatro? —lo interroga el de cabello avellana.—He ido algunas veces con mis amigos. No soy aficionado, pero me agrada —responde.
—Ten —masculla, mientras le entrega dos entradas. —Puedes ir con tu novio, así puedo conocerlo —añade.
—Es una buena idea —dice Park. —Le he hablado de ti, estoy seguro que querrá conocerte e ir al teatro por primera vez —expone.
—Espero verlos en la función —verbaliza el más alto. —Nos vemos mañana, dulce Jimin —se despide por fin, intentando abrazar al más bajo.
El chico lo mira, duda por unos micro segundos, pero luego decide que es buena idea abrazarlo como agradecimiento a las dos entradas.—Gracias por las entradas. Hasta mañana, dulce Robert —se despide Jimin, rompiendo el abrazo.
Park ve las entradas, una sonrisa surca sus labios al saber que podrá llevar a Jungkook a un teatro y mostrarle algo nuevo.
Se da media vuelta y luego de dar un par de pasos siente unos brazos rodearlo por la espalda. Se sorprende un poco, pero al escuchar aquellos ronroneos entre el espacio de su cuello y su hombro se carcajea de manera tierna.
—No me dijiste que vendrías —musita Jimin, dejando que el más alto deje castos besos en su cuello.—Vine por tocino y huevos —comenta entre pequeñas pausas, Jeon.
—Bueno, entonces vamos...
—¿Con quién has estado? ¿Quién vino aquí? ¿Quién te tocó? ¿Te lastimó? —lo atiborra de preguntas, Jungkook. Luego que lo ha dejado de abrazar y lo ha girado de manera brusca.
—¿Qué? —pronuncia confundido el humano.
—Tienes aroma a cedro y menta, Jimin —reprocha el alfa, apuñando sus manos.
—¿Qué? —repite el rubio—. Mi perfume no huele así y...
—Hueles a otro lobo, Jimin. ¿Quién estuvo aquí y te tocó? —lo confronta, emitiendo un par de gruñidos.
—Cálmate —le pide el chico. —No he visto a ningún lobo. Solo hablé con Robert, el chico que te mencioné —explica.
—Es un lobo —espeta el pelinegro.—Puedes explicarme lo que ocurre —le pide Jimin.
El mayor, mira hacia todos lados, ve hacia el bosque tras la tienda y nota como los arbustos se mueven.—Quédate aquí —le ordena al humano y luego corre hacía el bosque.
—Claro que no —pronuncia entre dientes, Park. Corriendo tras el cambia formas.
Jimin entra al bosque sin un ápice de duda, se detiene entre arbustos y árboles y al escuchar trotes y gruñidos retoma la búsqueda de su novio.
—Jungkook —lo llama al verlo de espaldas.
—Te dije que esperas —recalca el cambia formas, entre gruñidos.—Hola, dulce Jimin —lo saluda el de cabello avellana, ganándose un estrepitoso gruñido por parte de Jeon.
—¿Quién eres? —lo interroga Park, acercándose a Jungkook.
—Bueno, yo soy...
—Su nombre es Richie —interviene el pelinegro.
—¿Richie, el líder de tu manada? —duda el rubio.
—El mismo —canturrea de manera gratificante el líder.
—Me espiaste, todo este tiempo me has espiado. Fingiste ser un cliente amable para acercarte a mí y así reconocer el aroma a lobo de Jungkook —verbaliza molesto el chico.
—Eres muy listo —lo elogia. —Descubrí todo. Sam me lo comentó y yo solo vine a comprobar que tan verídico era su relato sobre el cambia formas imprimado de un humano —expone Richie.
—Voy a matarte —lo amenaza Jungkook—. Si vuelves a tocarlo, te mataré.
—Solo fue un pequeño abrazo, Jeon —fanfarronea el líder.
—No quiero que lo vuelvas a tocar. No te acerques a él. ¿Me has entendido?
—Es que eso es imposible. Veras Jeon. Tú no puedes tener una relación con un humano. Me importa una mierda si estás imprimado de él —expresa Richie. —O lo dejas o lo desaparezco. Decide —añade con aires de superioridad.
Jungkook mira a Jimin de soslayo, nota preocupación en su rostro. Se quita la chaqueta y luego la camisa al mismo tiempo que se retira los zapatos.
—El humano es mío. Lo toco yo, lo cuido yo y lo protejo yo —dice el pelinegro, mientras sus ojos se vuelven más brillosos. —Por lo tanto, si quieres desaparecerlo primero deberás desaparecerme a mí —enfatiza Jeon.
—Jungkook —lo llama el rubio, al ver que sus manos y pies comienzan a convertirse en patas con grandes garras.
—Espera tras la roca —gruñe el pelinegro, exponiendo sus largos y afilados colmillos.
Está vez el chico decide obedecer, corre hacía la roca, se oculta tras ella y cuando asoma su cabeza ve a su novio en su forma lobuna.
Richie desternilla en risa, da un salto y luego se convierte en un gran lobo de pelaje avellana y ojos color miel.
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MY BEAST
WerewolfJungkook Jeon, el segundo lobo con mucha fuerza, con la cualidad de ser cambia forma como un par más dentro de la manada. Jimin Park, humano, encargado de su propia tienda de obsequios y ayudante de medio tiempo en la pequeña despensa de su tía. Un...