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Marie, Jimin y Jia, se encuentran en una banca de madera comiendo papas fritas, banderías y hot-dogs mientras ven el partido de futbol americano al que Hoseok había invitado a Jungkook y a Taehyung.

—¡Corre, corre! —gritan Jimin y Marie, casi al unísono al ver que Taehyung corre con el balón en su mano derecha.

—¡Mierda! —exclama Jia, al ver la forma abrupta en la que Jungkook taclea al chico que perseguía a Tae. —Eso dolió —agrega entre risas.

—Genial —balbucea Park, mirando hacia otro lado en el momento que otro chico corre hacia Jeon para enfrentarlo.

Marie coge dos vasos con soda y camina hacia la cancha, se detiene a unos pasos del chico que confronta a Jungkook y luego lanza la bebida en su dirección.

—El juego termino —habla la rubia, ganándose la atención de todos.

—Maldita —la ofende el chico, cuando se ha girado, dando un par de pasos hacia ella.

—Da un paso más y te mostraré lo maldita que estoy —lo reta Marie. —Termino el juego, salgan de la cancha —se dirige a Taehyung y a Jungkook.

Los dos cambia formas se miran mutuamente, ven a la alfa, sonríen y luego caminan hacia fuera de la cancha con Hoseok detrás de ellos.

—Te dije que esto no terminaría bien —le recuerda Jia a Hoseok.

—Cierra la boca —le ordena el castaño.

—Oye, no le hables así —se entromete Jimin.

—Son unos debiluchos —chista Marie, haciendo reír a sus amigos cambia formas.

—Somos humanos —comenta Jia, mientras se pone en pie. —Y no, no somos debiluchos —añade en tono serio.

—No lo dijo con la intención de ofenderlos —interviene con rapidez, Taehyung.

—Si lo hizo —dice Jia.

—Sí, si lo hice —afirma Marie.

—Esto es ridículo —articula Jimin. —Me largo —dice, poniéndose de pie luego de tomar su mochila.

—Espera, Ji —lo llama la pelirroja.

—¿A dónde vas? —lo cuestiona Jungkook, al verlo alejarse del grupo.

—A casa, no estoy de humor para sus discusiones ridículas —contesta, alejándose cada vez más.

—¿Qué esperas? —lo interroga la alfa. —Ve tras él y no regreses a la selva a menos que Jimin este feliz de nuevo —le ordena.

—No me hables de esa manera —demanda Jeon.

—Subirá al auto —anuncia Jia.

Jungkook coge la mochila que Hoseok le obsequió con su ropa dentro y corre de prisa hacia el estacionamiento, ve que Jimin abre la puerta, acelera sus pasos, extiende su brazo izquierdo y le cierra la puerta de un solo azote.

—¿Qué te sucede, Jungkook? —le pregunta molesto.

—¿Qué te sucede a ti? —responde con otra pregunta el cambia formas.
—No conozco muchas cosas, pero sé cuándo mi lobo te siente distante —expone. —Dime lo que ocurre —le pide con mesura.

—Como tú me decís tus cosas de lobos —replica a la defensiva el rubio.

—¿A qué te refieres? —inquiere Jungkook.

—A tus cosas de lobos. El celo y toda esa mierda en la que no me involucras, se supone que tenemos algo tú y yo, pero te alejas y si no quieres todo conmigo, te sugiero que busques un omega en tu manada y...

La voz de Jimin se ve interrumpida por los besos apasionados y llenos de deseo que Jeon le da.

—¿Qué debo hacer para que entiendas que, si no eres tú, no es nadie más? —lo cuestiona, mientras sus respiraciones se mezclan. —Te deseo demasiado, Jimin. Te deseo tanto que temo lastimarte y por eso me alejo —se sincera.

—¿Vas a lastimarme? —inquiere el humano, acariciando la mejilla izquierda del cambia formas.

—Prefiero dejarte a lastimarte —responde.

—Solo quiero que confíes en mí, Jungkook. No quiero que recurras a un omega, quiero que recurras a mí. No sé muchas cosas, pero puedes enseñarme y también yo puedo enseñarte, pero no quiero martirizarme pensando que cada que te alejas vas y alguien más...

—Nadie más —lo interrumpe Jeon.

—Solo yo, me toco yo, me complazco yo mientras pienso en ti —manifiesta el pelinegro.

Una sonrisa tímida se posa en el rostro del rubio, Jungkook sonríe, lo abraza, deposita un beso en la coronilla del humano y luego olfatea su cuello.

—Necesitas una ducha —dice Jimin, aleándose del cambia formas.

MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora