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-Está caliente -se queja Jungkook, alejando la taza con chocolate de su boca.

-Sí, el humo advierte que está caliente -dice entre risas, Jimin. -Debes soplar y luego dar un sorbo -le explica.

Jeon hace todo lo que él rubio hace, al sentir el sabor del chocolate en sus papilas gustativas realiza un sonido de satisfacción.

-Muy bueno, me gusta demasiado -farfulla el pelinegro, soplando y luego bebiendo otro sorbo de chocolate.

-¿No beben chocolate en su manada? -inquiere curioso, Jimin.

El cambia formas, niega.

-¿Qué beben entonces? -indaga, haciendo extraños mohines con su rostro.

-Agua, cerveza de cualquier tipo y la cerveza casera que hace Marie -contesta el pelinegro.

-Bueno, al menos el agua es saludable -comenta el rubio, entre dientes.

El reloj marca las 2 de la mañana, pero a ellos parece no importarles.

Jimin entró a su casa, preparó dos tazas de chocolate, salió y tomo asiento al lado de Jungkook frente al edificio en el que se encuentra su apartamento.

-¿Qué hay entre los de traje y ustedes? -indaga Park, frotando sus manos palma contra palma para darles calor.

-Si te digo en el futuro pueden acusarte de cómplice.

-¿Por qué harían eso?

-Porque eres la razón para que un cambia formas deje la selva y visite la ciudad -responde Jeon. Tomando las manos de Jimin luego de dejar la taza sobre el cemento. -Se que todo esto te suena extraño, incluso a mí me resulta un poco complicado -hace una breve pausa mientras ríe y acaricia las manos de Jimin-. Con los únicos humanos que tenemos conversación es con los de traje, pero heme aquí. Un cambia formas emprimado de un lindo humano.

-Entonces..., no me dirás -murmura el rubio.

-Puedo decirte, pero, ¿qué me asegura que no se lo comentarás a tus amigos o incluso o los hombres de azul negro que llevan un arma consigo siempre?

-No voy a delatarte, si lo hubiese querido hacer lo hubiera hecho en el club -Suelta indignado, Jimin. -Oye, yo no entiendo mucho tu mundo, ni tú el mío, pero cuando estás cerca de mí me siento extraño... y tu voz me produce muchas cosas, no sé a qué se deba, pero... -guarda silencio al ver el rostro de Jungkook acercarse al suyo.
-Te dije que no puedes besarme -le recuerda.

-Bien, no lo haré -dice frustrado.

-¿Cuándo podré hacerlo? -pregunta impaciente.

El rubio mira hacia el frente luego observa el cielo de madrugada, sonríe, desciende su rostro, ve al pelinegro y contesta-. Cuando hayas terminado de contarme lo que hay entre los de traje y ustedes.

Jungkook mueve su cuello un par de veces hasta hacerlo tronar, provocando que Jimin se sobresalte un poco.

-No te transformes, no aquí -farfulla, asustado.

-Solo quería relajarme -dice divertido, Jeon. -No me transformaré aquí a menos que sea necesario -asevera.

Park suspira aliviado mientras sostiene con fuerza las manos del cambia formas.

-Presta atención porque no volveré a repetir lo que estoy por contarte -le pide.

El rubio se acomoda sobre el cemento al lado de Jungkook, no suelta sus manos ya que estás le dan calor y evitan que tiemble debido al frío de la madrugada.

-Estoy listo -verbaliza en un susurro emocionado, Jimin.

-Hace un par de años atrás, bueno... -comienza, pero trastabilla, se detiene y prosigue. -Para ser preciso fue hace un par de décadas atrás -se corrige. -Los lobos, cambia formas y humanos convivían juntos, pero no todos estaban de acuerdo con que las especies se mezclaran. Cuando el poder cayó en manos de los hombres de traje que nos detestan decidieron que nuestra especie debería desaparecer, pero mis antepasados no desistieron y dieron por sentada una pequeña guerra entre lobunos y humanos hasta que uno de ellos tuvo la osadía de reunirse con el alfa que para en aquel entonces era el líder de la manada -Jungkook se deja de hablar al ver uno de los dedos índices de Jimin alzados.

-¿Por qué no querían y quieren que convivan con nosotros? -cuestiona confundido.

-Los humanos son trabajadores, pero los lobos y cambia formas lo somos el doble. Es obvio que detesten a alguien que no es de su especie y progrese más que él y los suyos -responde Jeon.

-¿Qué sucedió después de que el alfa y el hombre de traje se reunieron? -indaga, curioso el rubio.

-En esa reunión ambos establecieron un acuerdo para mantener separadas ambas especies. Por un lado, los humanos y por otro las bestias. Con el fin de mantener separadas las distintas especies y de esa manera conservar la armonía y la convivencia a base de normas establecidas entre los líderes de ambas clases -le platica el pelinegro. -Por esa razón algunos lobunos detestan a los humanos y otros no sabemos cómo expresarnos o comportarnos ante ustedes -agrega.

-Nosotros no los odiamos -es lo primero que dice Jimin. -Si los mencionan, pero la mayoría cree que son solo historias. Yo creía que no existían hasta ese día... y lo haces bien, te expresas bien, aunque te falta un poco de buen comportamiento -añade en voz baja, causando que ambos rían. -¿La selva Headwaters es segura para ustedes? -inquiere.

Jeon asiente y luego contesta.
-Headwaters es el lugar que nos fue asignado a nosotros en Wisconsin. Es seguro para nosotros, pero no para los humanos que crucen los limites como tú y tu amiga aquella noche.

-Bueno, disculpa -articula de manera sarcástica el rubio. -No teníamos idea que hay lobos y cambia formas en lo profundo de la selva -añade. -De todas formas, gracias -murmura.

-¿Por qué? -lo cuestiona Jungkook.

-Porque me salvaste de ese imbécil -espeta con amargura, Jimin.

-Estaba por acercarme a ti, pero él lo hizo primero así que decidí ocultarme y verte a la distancia -le comenta el pelinegro.

-¿Por qué no te acercaste? Si te hubieras acercado ese idiota no me hubiera dado el peor susto de mi vida -protesta Park.

-¿Y qué iba a decirte? -pregunta Jeon. -Seguro te hubieses asustado al verme salir entre los arbustos y hubieras gritado -se burla.

-¡Oye! -exclama, ceñudo el rubio, propinándole un puñetazo juguetón a Jungkook. -Deja de reírte, no es gracioso -lo señala mientras lucha por aparentar seriedad. -¡Te dije que no te rías! -vocea para luego desternillar en risa junto al cambia formas a su lado.

Ambos ríen a carcajadas mientras el encargado de la vigilancia los alumbra con su linterna y los cuestiona si se encuentran bien. Los dos responden con dificultad que están bien y continúan riéndose.

-¡Ssshhh! -escuchan, causando que ambos intenten dejar de reír.

-Basta, basta -expresa entre risas suaves, Jimin.

-¿Qué piensas sobre lo que te relate? -interroga Jeon.

-Pienso que es una ridiculez el trato que hicieron. Y también pienso que todo lo que se oculta sale a la luz -acota el rubio. -Es lo que mi tía solía decirme cuando era un adolescente -comenta.

Jungkook se pone de pie bajo la atenta mirada de Jimin que lo ve con sus ojos marrones ensanchados.

-¿Qué ocurre? -pregunta asustado, observado para todos lados.

-Nada -responde con seriedad, el pelinegro. -Debo regresar -anuncia, ayudándole a Park a ponerse en pie.

-¿Cuándo... cuándo vendrás de nuevo? -inquiere entre dientes, Jimin.

-¿Quieres que venga a verte? -responde con otra pregunta, Jungkook, el cual, luce una cautivadora sonrisa ladina.

-Tengo que entrar, en unas horas debo abrir la tienda de mi tía -se excusa el rubio.

-Espera -lo detiene Jeon. -Vendré en un par de horas, te buscaré, te encontraré y luego me enseñas algo que este cambia formas no conoce -le propone mientras posa sus manos sobre las mejillas del más bajo.

Jungkook se queda en silencio escuchando la intensidad con la que el corazón de Jimin bombea sangre en cada palpitación acelerada. Poco a poco desciende su rostro hasta colocarlo a la altura del rubio, el cual pasa saliva, nervioso y niega lentamente mientras posa sus manos sobre las muñecas del pelinegro.

-Dijiste que podía besarte cuando terminara la historia entre lobunos y humanos -le recuerda el cambia formas. -¿Era un juego o una mentira? -lo confronta con voz profunda mientras sus ojos bicolores miran con intensidad el rostro del lindo humano.

-No -dice en un hilo de voz, Jimin.

El pelinegro acerca un poco más su rostro, pegando la punta de su nariz contra la del rubio. Jeon cierra sus ojos al escuchar los latidos acelerados que provoca en Park con su cercanía. Los abre solo un poco y ve como los ojos de Jimin están cerrados, relame sus labios y luego los posa sobre los belfos rosados y abultados del contrario.

-Nos vemos pronto -se despide entre pequeños y pausados besos. -Intenta no bailar con nadie en mi ausencia -le pide.

Jimin abre sus ojos y ve las dos cuencas que albergan los atrayentes globos oculares de color zafiro y ámbar que lo ven con parsimonia.

Los labios del rubio se separan listo para articular algo, pero no lo hace debido a los belfos de Jungkook usurpando su boca una vez más.

-Descansa, lindo humano -murmura, para luego depositar un beso sobre la frente del rubio.

-Nos vemos -se despide en voz casi inaudible, Jimin.

Park se queda afuera hasta que no logra distinguir la silueta de Jeon, recoge las tazas y antes de entrar al edificio ve hacia todos lados cerciorándose de que nadie se encuentra cerca además del encargado de la vigilancia.

Entra, sube hasta el segundo piso, deja las tazas sucias cobre el fregadero, coloca la alarma dentro de tres horas y luego se deja caer sobre su cómoda y cálida cama.


MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora