MY BEAST

38

Marie entra a la casa y va directo a la habitación de Jungkook, de la cual, Jimin no ha salido nada más para tomar una ducha y regresar a dentro.

—Listo, por fin deje las cosas claras con la manada —dice la rubia, mientras entran a la habitación.

—Y te tardaste tres días para poner todo en orden —suelta Jia—. No eres tan buena como aparentas.

—Es porque es mujer —se entromete Taehyung.

—No es necesario que me defiendas —espeta Marie, ceñuda.

—No lo hago, solo le estaba explicando —añade el beta.

—Por favor cierren la boca —les llama la atención Jimin, mientras les da la espalda y se acomoda en posición fetal.

—Lo cuidaré, descansen —murmura la alfa, tomando asiento en una de las sillas dentro de la habitación.

—Gracias —musita Jia, mientras sale junto a Taehyung.

Llegan a la sala y observan como Hoseok sale de la casa de prisa para poder ir a su trabajo en la ciudad.

—Jia, llámame si pasa algo con Jimin —le pide en voz alta el castaño.

La puerta se cierra y la pelirroja junto al azabache toman asiento sobre el único sillón de la casa.

—¿Crees que este enfermo? —pregunta la chica. —No se ha levantado durante tres días, se alimenta, pero algunas veces tiene nauseas y ayer en la noche vomitó repentinamente. Y se marea la mayoría de veces que va al baño —le comenta al beta.

—Posiblemente sea debido a la unión que Bon les realizó, no sabemos mucho sobre el tema —da su punto de vista de Kim.

—Sí, tienes razón, puede ser eso —secunda la pelirroja, a recostando su cabeza en el hombro izquierdo del cambia formas.

—¿Te sientes bien? —la cuestiona el azabache.

—Uhum —emite Jia. —Un poco cansada, pero estoy bien —agrega.

—Debemos encontrar a Jungkook —gesticula el cambia formas.

—¿Estás seguro que esos lobos podrán seguirles el rastro? —indaga la pelirroja.

—Sí, muy seguro de que sino lo hacen Marie los matará —contesta el azabache.

Jia esboza una sonrisa y luego suelta una pequeña, pero sonora carcajada causando que Taehyung también sonría.
Se quedan en silencio en el momento que ambos ejercen contacto visual.

—Tienes un rostro hermoso y varonil —lo elogia la chica.

—¿Qué significa eso? —inquiere el cambia formas.

—Supongo que me gustas —musita Jia.

—Ahora sé que es mutuo —murmura Kim, acercando sus labios a los de la humana.

La chica posa su mano izquierda sobre el rostro de Taehyung, lo acaricia mientras esboza una sonrisa nerviosa, la cual se borra cuando los labios del cambia formas se posan sobre los suyos.

Unos golpeteos en la puerta principal hacen que rompan el beso, pero no se alejan el uno del otro, al no escuchar más sonidos nuevamente unen sus labios. Los toques se escuchan ahora más fuertes y constantes.

—Taehyung —brama molesta desde la habitación, Marie.

El azabache se pone en pie y camina hacia la puerta, la abre y observa a dos de los betas que cuidan los alrededores de la reserva.

—¿Qué sucede? —los interroga.

—Encontramos a esta señora vagando por la reserva, nos acercamos a ella y dice que busca a Jimin, al humano del alfa Jeon —responde el más bajo.

Los betas se hacen a un costado dejando al descubierto a la señora.

—Bon —articula con asombro, Kim.

—Hola, necesito ver al chico —farfulla la anciana.

—Pasa —le pide Taehyung. —Ustedes vuelvan a su lugar, buen trabajo —les indica a los betas y luego cierra la puerta.

—Bon —emite Jia al reconocer a la anciana.

—Necesito ver al chico —repite Bon, observando a Taehyung.

—Bien, pero Jungkook…

—Lo sé, se lo llevaron —lo interrumpe la anciana.

—¿Cómo lo sabe? —la cuestiona Jia.

—Fue mi magia y la de la madre luna la que los unió, por lo tanto, puedo ver lo que les sucede. Cuando los uní una parte de mí se unió a ellos también —contesta Bon.

Taehyung la lleva hacia la habitación, Marie se pone de pie y suelta un par de gruñidos.

—Detente —la reprende Kim. —Ella es Bon, la bruja que unió a Jungkook y a Jimin —le explica.

—Disculpe —susurra Marie, apenada.

—Jimin —gesticula la anciana, tomando asiento al borde de la cama. —Jimin soy Bon —le hace saber.

Los ojos del chico se abren, gira un poco su rostro y sobre su hombro consigue ver el cabello ahora más canoso de la mujer sentada sobre el colchón.

—¡Bon! —exclama el rubio, mientras se levanta y toma asiento al lado de la anciana. —Bon, eres tú —susurra con voz pastosa.

—Tranquilízate —le pide con parsimonia la anciana.

—¿Lo sabes? —la interroga el chico.

La bruja asiente.

—¿Vas ayudarme a encontrarlo? —pregunta mientras sus ojos se llenan de lágrimas. —Necesito que me ayudes, por favor —solloza el humano.

—Voy ayudarte, pero necesito que dejes de llorar y me muestres el brazalete —le pide Bon.

El chico alza la manga del hoodie y le muestra el brazalete. Los ojos de la bruja se posan en el lobo lleno de sangre ahora más brillante y el colmillo que ahora tiene su color natural.

—Esta en proceso —murmura la anciana.

—¿Proceso de qué? —preguntan casi al mismo tiempo Jia y Marie.

—Lo sabrán cuando lleguemos al lugar en que el alfa Jeon se encuentra —se limita a decir la bruja. —¿Tienen algún medio de transporte? —cuestiona a Kim.

—Sí, tenemos una camioneta —responde Taehyung.

—Bien, preparen lo necesario, dinero, comida, ropa y lo que sea que crean necesario —les ordena a todos Bon. —Viajaremos a Pensilvania —especifica.

—¿Qué hay allá? —inquiere Jia.

—Jungkook —acota en susurro Jimin, ganándose la atención de todos.

—El alfa Jeon —afirma Bon. —El resto se los diré cuando estemos cerca, por ahora preparen sus cosas —les pide con mesura la anciana. —Tú —señala a Jimin. —Ven acá —lo llama.

El rubio se acerca a la anciana, toma la mano izquierda del humano y la cubre con sus dos manos, cierra sus ojos por unos segundos y luego asiente.

—Te necesito fuerte, Jimin.

El chico asiente.

—Alista tus cosas, chico.

Park se gira y va con Jia mientras Taehyung se encarga de llamar a Hoseok, para pedirle que regrese a Headwaters de prisa para poder ir a Pensilvania por Jungkook.