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Jungkook entra a la habitación con una bandeja en sus manos.

—Te traje el desayuno. Jia dijo que esto hacen la mayoría de los novios y esposos —anuncia el pelinegro.

—Ah, ¿sí? —duda el rubio, mientras toma asiento en la cama—. ¿Qué más te dijo?

—Eres demasiado hermoso —lo elogia Jeon.

—No creo que ella haya dicho eso —ríe Jimin.

—No, eso lo digo yo —susurra el pelinegro sobre la frente del humano.

—¿Ocurre algo? —lo cuestiona el rubio, curioso.

—Nada —contesta el cambia formas.

—Solo estoy feliz de verte, tocarte y escucharte de nuevo. También estoy ansioso para hablar contigo, pero primero desayuna —farfulla, para luego tomar asiento al lado del humano.

Jimin observa como Jungkook recoge algunas prendas desperdigadas en la habitación. Come una tostada tras otra, sola, con mantequilla de maní, huevo y con mermelada.

No puede evitar quitar sus ojos del cambia formas que lucha consigo mismo para dejar todo en orden dentro de la habitación.

—Debemos hablar con mi tía. Debo decirle que estoy embarazado y que eres un cambia formas —suelta repentinamente el rubio.

El pelinegro deja caer el cesto de ropa sucia al suelo y de forma rápida ve sobre su hombro izquierdo al humano.

—¿Qué? ¿Tienes miedo, bestia? —lo cuestiona, divertido.

—De tu tía —balbucea Jeon. —Solo un poco —confiesa, haciendo reír al menor.

—Lo mucho que puede hacer es golpearme y… oye, no gruñas —lo reta el rubio, interrumpiendo sus propias palabras.

—Nadie va a golpearlos. Nadie —enfatiza con firmeza el cambia formas.

—Jungkook —lo llama el humano. —Ven acá —le pide dulcemente. —Hay cosas a las que aun debemos acostumbrarnos —murmura, mientras alza sus pies para luego colocarlos sobre las piernas del pelinegro.

—Hare lo que me pidas, mi lobo también lo hará —replica el cambia formas.

—No —ríe Jimin. —Quiero que hagas lo que siempre haces porque yo seguiré haciendo lo que me gusta hacer. Creo que solo debemos acoplarnos y comprendernos, debes hablar con tu lobo, tiene que ser un poco más comprensible con el resto de humanos —le sugiere el rubio.

—Estamos escuchando atentamente —le asegura con serenidad, Jeon.

—¿Hablaste con la manada? —lo interroga Park.

El mayor asiente.

—Algunos van a marcharse, otros van a quedarse, pero esperarán a que nuestro cachorro nazca para tomar su decisión —le comenta el cambia formas.

—Supongo que si es humano como yo algunos van a marcharse —musita Jimin.

—Que se marchen, no me interesa —espeta Jungkook.

—Jung…

—No, lo digo en serio, me tiene sin cuidado si se marchan. Me importa tenerte a ti y a nuestro cachorro y a los chicos, el resto sale sobrando sino me apoya —puntualiza el cambia formas.

—Ok —murmura el rubio.

—Necesito preguntarte algo —susurra Jungkook, captando la completa atención del humano.

—Dime —masculla el rubio.

—¿Por qué fuiste por mí? ¿Por qué arriesgaste tu vida? ¿Por qué fuiste a buscarme? —lo atiborra de preguntas Jungkook.

—¿Por qué me preguntas eso? —responde con otra interrogante, Jimin.

—Solo contesta mis preguntas —le pide con mesura, Jeon.

El rubio asiente, aclara su garganta, suspira y cuando esta listo se dispone a hablar.

—Porque estoy seguro que lo nuestro vale la pena. Porque cuando nos reímos a carcajadas entre el resto y nadie lo sabe, nosotros sí. Porque cuando me emborracho en el club sé que estarás a mi lado con tu instinto protector y posesivo. Porque discutir contigo mientras me llevas a casa para luego terminar besándonos como despedida, vale la pena. Y porque cuando hacemos el amor me miras con esos hermosos ojos bicolores que me hipnotizan mientras me sonríes, haciéndome sentir tan amado, deseado, seguro y que estoy en el lugar correcto junto a la persona indicada —expone el rubio, el cual hace una breve pausa para limpiar un par de lágrimas que amenazan con desbordar sus ojos.

—Jimin…

—No, espera, no he terminado —lo interrumpe. —Amo cada pequeña cosa que haces, que no gruñas, que utilices los cubiertos para comer, que te controles con mis amigos, que hables civilizadamente, que no llames a las chicas que escriben sus números de celular en tu mano. Adoro que subas y bajes en el elevador, que compres comida para ambos, que me ayudes en mi trabajo. Amo cada uno de tus pequeños, pero notorios detalles porque sé que es esa tu manera de demostrar lo mucho que me quieres. Y si fui por ti es porque te amo —concluye Park.

—¿Quién ama a su lindo humano? —inquiere Jeon, mientras toma con sus manos el rostro del rubio.

—Su bestia —contesta en un hilo de voz, Jimin.

El cambia formas carga al humano para sentarlo en su regazo, el rubio posa su mano izquierda sobre el rostro del pelinegro mientras que su brazo izquierdo rodea su cuello. Los brazos fuertes de Jungkook se aferran a la cintura del menor. Se miran a los ojos, sonríen y luego juntan sus labios.

Se besan mientras las caricias en el cuello del cambia formas no cesan, causando que pequeños y dulces ronroneos inunden la habitación.

Entre cada beso y caricia aumenta la tención y el deseo de ambos, los ronroneos se mezclan con los chasquidos de sus labios y los sutiles, pero audibles jadeos que suelta el humano en algunas ocasiones.

—Jung… ¡Mierda! —exclama Taehyung, dándose la vuelta para no ver nada, mientras los sonoros gruñidos furiosos inundan ahora la habitación haciendo reír de vergüenza y diversión a Jimin.

—Ya puedes girarte —le indica el rubio, luego de haberse bajado del regazo del alfa.

—Mas vale que tu interrupción valga la pena —lo amenaza el pelinegro.

—No es mi culpa que la puerta este abierta —dice Taehyung. —Y sí, si vale la pena —asegura el beta.

—No lo enfades mas y dile lo que tienes para decirle —le pide entre risas, Jimin.

—¿Tú de qué te ríes? —lo cuestiona Jungkook.

—No, de nada —emite con dificultad el humano, intentando no reírse al ver la vena que salta de la frente de su pareja.

—Bueno, el tema importante es que Richie esta en nuestro territorio —le informa Kim.

—Debe estar mal de la cabeza para estar aquí —dice con desdén, Jeon.

—Sí, lo está —afirma el beta. —Quiere hablar contigo, no mencionó sobre que, pero desea tener una conversación contigo. Decide antes que Marie lo despedace —lo pone al tanto el azabache.

El alfa ve a su humano, coge una de sus manos y besa el dorso.

—¿Qué sucede? —lo confronta Jimin, asustado—. Y no me mientas.

—Quiere Headwaters, viene por una pelea territorial —se sincera Jungkook.

—Pero…

—Quiero que vayas a tu casa, le pediré a Marie que te acompañe y…

—No, no pienso irme de aquí cuando te vas a enfrentar a otro alfa —lo interrumpe esta vez el rubio.

—Jimin.

—No, nada de Jimin. Me quedaré, si tú te quedas yo me quedo —enfatiza con seguridad, Park.

—Bien, como quieras —se limita a decir el cambia formas entre dientes.
—Quédate aquí, hablaré con él y volveré —expone y luego sale de la habitación.

—Taehyung —lo llama Jimin.

—Lo haré —murmura el beta. —Cuidare de él —le asegura.

—Gracias —susurra el humano, para luego ver como el cambia formas se marcha a pasos apresurados de la habitación.




Holi personitas hermosas, he terminado de subir todos los capítulos que tenía

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Holi personitas hermosas, he terminado de subir todos los capítulos que tenía. Les pediré un poquito de paciencia porque tengo bastante de no escribir, estoy emocionada y un poco asustada, daré lo mejor para que pueda seguir disfrutando de la lectura.

Gracias por los votos, los comentarios y por la espera.

Mucho love ♥️

MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora