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—Hola, dulce Jimin —lo saluda el hombre de cabello avellana—. ¿Qué tal tu mañana?

—Hola, dulce Robert —corresponde el saludo el rubio—. Mañana ocupada, pero buena. ¿Qué hay de ti?

—Mi mañana mejoro ahora que mis ojos te han visto —contesta el hombre. —La despensa quedo reluciente, hiciste un buen trabajo —lo felicita.

—¡Yo lo ayude! —exclama Jia, desde el pasillo de lácteos.

—Felicitaciones a ambos —se corrige, alzando su voz para que la pelirroja lo escuche.

—Son cinco con cincuenta —le hace saber Jimin, mientras le entrega la bolsa con golosinas.

—Ten, quédate con el cambio —dice, entregándole un billete de a diez. —Saluda a tu tía. Nos vemos mañana —se despide.

—Hasta mañana —se despide Park, sonriente.

—Desde mi punto de vista, creo que le gustas al tal Robert —menciona Jia cuando está frente a la caja registradora.

—Sí, pues no me interesa tu punto de vista —balbucea con seriedad, Jimin.

—Vamos, Ji, es guapo y...

—No, olvídalo, no es Jungkook —la interrumpe.

—¿Y qué si el hombre lobo no se decide? —indaga la pelirroja. —Seguirás esperando —suelta con ironía.

El rubio asiente.

—¿Qué hay si escoge a su destinada?

—Eres una grosera, Ji. Soy tu amigo —le recuerda, molesto.

—Ok, lo siento. Solo quiero que tengas presente que él puede tomar otra decisión, y que si eso sucede tú debes seguir con tu vida, y tú amigo Robert es un buen prospecto para eso —farfulla la pelirroja. —Te quiero Ji, discúlpame por ser tan yo —añade en voz baja.

—Está bien, no te preocupes —murmura el rubio.

—¿Qué te parece si hacemos un maratón de Harry Potter? —le propone la chica, mientras toma la escoba y se dispone a barrer la entrada de la tienda.

—Debemos esperar que mi tía se duerma luego de darle el medicamento —dice Jimin. —Pero me parece una genial idea, le llamaré a Hoseok para que lleve la cena —agrega, emocionado.

—Sí, que lleve pizza y hamburguesas —le propone la chica, abriendo la puerta de la despensa. —No puede ser —verbaliza incrédula, observando como Taehyung y Jungkook bajan de una camioneta doble cabina. —¡Jimin, necesito que salgas! —exclama la pelirroja, para luego caminar hacia ambos cambia formas.

—Jia —menciona el azabache, al ver a la humana frente a ellos.

—¿Por qué lucen como que no se han bañado durante meses? —los cuestiona la chica, —¡Dios! apestan —exclama, llevando una de sus manos a su nariz.

—Viajamos a Washington, y no se nos ocurrió la brillante idea de rentar en auto, caminamos y corrimos como humanos y lobos —responde Taehyung.

—¿Dónde está, Jimin? —pregunta Jungkook. —Necesito verlo, debemos hablar —murmura.

—Oye, espera. Detente —se dirige la chica a él, impidiendo que continúe caminando hacia la despensa. —Primero necesitas un baño y arreglarte un poco, parecen vagabundos. Segundo, si lo veo llorar por ti y tu loca destinada, juro que iré al bosque a cazarte —le advierte.

—Debe hablar con Jimin, descubrimos algo raro para ustedes e importante para nosotros —le confiesa el beta a la humana.

—Bien, nos vemos en mi casa. El edificio en el que vive Jimin está siendo fumigado, te enviaré la dirección por mensaje. Nos vemos pronto —le indica la pelirroja al azabache para luego entrar a la tienda.

—Hoseok, dice que solo debe ser una cosa, pizza o hamburguesa —habla Park, luego de cancelar la llamada.

—Ji, escucha... Jungkook y Taehyung, acaban de marcharse, mencionaron que vienen de Washington, que descubrieron algo importante y raro y que tú debes saberlo —le comenta Jia a su amigo.

—Ju-Jungkook estuvo aquí —trastabilla el rubio.

—Uhum —emite la pelirroja. —Me preguntó dónde estabas y dijo que necesitaba hablar contigo —admite la chica.

—Ok, bien —musita Jimin.

—Les dije que nos reuniremos en mi casa, tu tía se volverá loca si escucha hablar sobre hombres lobos y esas cosas —chista Jia. —Le enviaré la dirección a Taehyung y luego llamaré a Hoseok para que cuide de tu tía mientras nos desocupamos —masculla la chica.

El rubio no dice nada, simplemente se dedica a asentir, tiene más de un mes de no ver y escuchar a Jungkook. El simple hecho de que lo verá de nuevo y que posiblemente le diga su decisión lo pone muy nervioso.

—¿Qué crees que suceda? —pregunta el chico a su amiga.

—Esperemos que algo bueno —contesta la pelirroja saliendo del auto. —Oye, pase lo que pase, estaré contigo —murmura, entrelazando su mano con la del rubio.

Cuando ambos humanos alzan su mirada ven a los dos cambia formas de pie frente a la puerta de la casa de Jia.

—Vaya que son puntuales —bromea la pelirroja.

—Basta, recuerda que se transforman en lobo —le recuerda Park.

—Jimin —lo saluda Taehyung.

—Hola —gesticula el rubio, agitando su mano izquierda.

Jungkook se mueve impaciente, mira a Jimin por unos segundos y luego se da la vuelta de manera brusca. El chico al ver ese gesto desciende su mirada y entra a casa junto a su amiga.

—¿Qué ocurre? Debes calmarte, Jungkook —le aconseja el beta.

—Es mi lobo, está impaciente. Él solo quiere que me lance sobre Jimin —se sincera el pelinegro.

—Contrólalo, primero debes decirle lo que descubrimos y luego hacerle saber tu decisión —le puntualiza Taehyung.

—Sí, lo haré —parlotea Jeon, entrando a la casa de último.

—Bueno, siéntanse cómodos —habla Jia, sin saber que más decir.

—Jia, te parece si me muestras el resto de tu casa —le sugiere el azabache.

—Ah, sí, por supuesto —accede la pelirroja. —Si me necesitas grita mi nombre y vendré corriendo —le susurra en una de las orejas a su amigo.

Jimin toma asiento en el sillón mediano, mientras que, por su parte, el cambia forma lucha con su parte lobuna para que se tranquilice y lo deje hablar tranquilo por un tiempo.

—No es necesario que hagamos esto, la última vez que nos vimos deje todo claro —habla en voz baja, Jimin, poniéndose en pie.

—No, espera. Es él, es mi alfa, está volviéndome loco —revela Jeon. —Está ansioso y feliz de verte, él quiere... olvídalo. Por favor toma asiento, necesito que me escuches —le pide el más alto.

—¿Seguro que estás bien? —duda Park.

El pelinegro asiente.

—Empezaré diciendo que te ves hermoso, que te hemos extrañado demasiado y que necesito que creas todo lo que estoy por decirte.

—Jungkook, estás asustándome. ¿Qué sucede?

—Viaje a Washington junto a Taehyung, necesitaba respuestas y sabía que no las conseguiría en Headwaters. Visitamos la selva Hoh, en esa manada se encuentra una vieja bruja de nombre Bon, estuvo junto a los fundadores y cuando el tratado entre bestias y humanos se llevó a cabo. Fui para buscar respuestas sobre mi imprimación contigo, le dije que eres humano y ella dijo que su magia y la de la luna había funcionado —relata Jeon.

—¿A qué te refieres con que su magia y la de la luna funcionaron? —inquiere Jimin.

—Bon, nos dijo que mi padre le propuso realizar una especie de hechizo el cual uniría en el futuro a una bestia con un humano, para demostrar que la magia de las brujas y la de nuestra madre luna es más fuerte que un tratado entre nuestras especies —responde el mayor.

—Espera, estas diciendo que lo nuestro es parte de...

—Sí —masculla el cambia formas.

—Diría que es imposible, pero sus tradiciones y creencias son totalmente distintas a las nuestras —dice el rubio.

—La anciana mencionó que realizó el hechizo con la aprobación de la madre luna. Esa noche utilizaron la sangre de mi padre, la de ella, la mía y la tuya.

—¡¿Mía?! —exclama el chico. —Pero... ¿Cómo? —verbaliza absorto.

—No lo sé y tampoco ella, lo único que sabe es que lo nuestro estaba destinado y aprobado a que sucediera, Jimin.

—Bien, eso es bueno —susurra el rubio.

—Muy bueno —admite Jungkook, tomando una de las manos de Park.

—Jungkook, eso es genial, estoy feliz de saber que, si podemos estar juntos, pero eso no cambia el hecho de que no te daré cachorros y que...

—Jimin, escúchame —le pide Jeon. —Mi lobo me está volviendo loco, no miento. Él ruega por tenerte cerca y si el ruega por eso mi parte humana también. Mi alfa te quiere y desea aun sabiendo que no tendrá cachorros. Te queremos a ti, humano —confiesa el cambia formas.

—¿Y si cambias de opinión como con tu destinada? —lo cuestiona, mientras sus ojos se llenan de lágrimas. —Me gustas demasiado, Jungkook. En mis planes no está volver a llorar porque hemos terminado —le aclara.

—Sé que tienes dudas, y que posiblemente no me creerás cuando te diga que eso no sucederá, lo único que puedo pedirte es que confíes en nosotros, en lo que sentimos y en lo mucho que deseo protegerte, mimarte y amarte —responde con fluidez y sinceridad el pelinegro.

—¿Estás seguro de querer un humano a tu lado? —lo interroga el rubio.

—Muy seguro —acota Jungkook. —Y tú, ¿Quieres a una bestia a tu lado? —pregunta, mientras acaricia una de las mejillas del chico con las yemas de sus dedos.

—Solo si eres tú —contesta Jimin, sonriendo.

—Necesito besarte, por mi bien —suelta el pelinegro haciendo reír al humano.

Jungkook posa sus manos sobre el rostro de Jimin, lo mira por unos segundos, sonríe al sentir paz como lobuno y humano y luego de forma lenta posa sus labios sobre los del contrario.
Sus belfos se juntan y aquel temor y angustia desaparece de las mentes de ambos.

Sus labios se rozan mientras sus corazones palpitan con intensidad, en sus cuerpos recorre una energía que les comprueba que es justo lo que necesitan para sentirse felices y en orden.

—Te extrañe demasiado, Jungkook —confiesa el rubio, tomando asiento en el regazo de Jeon.

—No más que yo —menciona entre ronroneos el pelinegro. —¿Quién quiere a su lindo humano? —murmura con voz coqueta el mayor.

—Su bestia —musita con mesura Jimin, besando de manera tierna los labios del cambia formas.

MY BEASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora