CAPITULO 13. UNA NOCHE INOLVIDABLE.

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Alexander y Marisa salieron junto a Arielle a esperar a Sergio y Nohelia en el aeropuerto. Habían pasado tres días de todo esa difícil confesión hecha a Alexander, se sintió un poco liberada, miró a lo lejos que se acercaban y ella pudo sonreír al ver la felicidad que irradia en ellos.
-¡Mami, papá! -gritó Arielle con los brazos abiertos corriendo a su encuentro. Nohelia se adelantó e se puso a su altura y se abrazaron, luego se unió a ese abrazo Sergio.
-Te extrañe mucho mami y a ti también papito.
-Y tú a mí, mi amor mucho mucho.
-¿Adivina que mi vida? -Preguntó Sergio sin imaginar la respuesta que le daría Arielle.
-¿Ya? ¿Ya tendré a mi hermanito?
A Nohelia se le subieron los colores intensos al rostro, miró a Sergio y apretó sus labios formando una línea.
Sergio la tomó en brazos y caminó con ella.
-No mi pequeña, la noticia es que ahora tú irás con los abuelos.
-Yo quiero un hermanito,-expresó haciendo un puchero y cruzando sus brazos.
Todos sonrieron al escuchar lo que pedía con muchas interés, saludaron a todos y salieron del aeropuerto.
-Todo está preparado para la bienvenida de ustedes en la casa.
-¡Siii yupii.!
-Gracias madre, padre podemos irnos.
Todos salieron del aeropuerto con destino a la mansión Bright.
Todos recibieron con felicitaciones a la pareja. Ahora comenzarían una vida completamente formada.
Los días pasaron Sergio estaba poniendo se al día en las empresas y dos meses después estaba ya el frente del conglomerado SEBRIG. SA,
-¡Adiós mami, adiós papi!.-se despedía cada mañana Arielle para ir a la escuela, Sergio y Nohelia dejaban a Arielle y seguían su camino a la empresa.
-Cariño, ¿tú no eres celosa verdad? -preguntó Sergio tomando su mano entrelazando sus dedos y dejando besos en ella.
-¡Mmm! No lo sé, mi amor no me da motivos ¿por qué lo preguntas.?-respondió sonriente.
-Pues esta noche tengo una cita especial con una mujer hermosa.
-¡A si! Pues deja en claro a esa mujer que tienes una esposa enamorada y loca de amor por ti, que te espera en casa cada noche.
-Se lo diré, pero sabes que está noche será muy especial.
-¿Para ella o para ti?
-Para los dos.
Nohelia sonrió y siguieron, llegaron a la empresa, subieron en el ascensor, y no desaprovecharon cada momento para demostrarle el amor que sentían.
Nohelia fue a su oficina de gerencia y Sergio a la de presidencia.
Cada uno sumergido en su rol de trabajo, y dándose pequeñas escapadas para demostrarse el amor que sentían.
Tomó el intercomunicador y llamó a Thresa, su asistente.
-¿Está todo listo para la cena con mi esposa esta noche?-preguntó sin mirar.
-Todo listo señor, y la tienda de modas ya envió su pedido, en este momento está llegando me acaban de confirmar.
-Cancela todo lo del resto de la tarde.
-Señor, la reunión con los inversores de América ....-Sergio le dio una mirada gélida y sus palabras se quedaron atragantado en su garganta.
-Cuando tu jefe te dé una orden, la cumples sin importar que.... ¿¡Entendiste!?-habló fuerte que Thresa sintió estremecer su cuerpo.
-Lo siento señor, no volverá a pasar.
Sergio salió de la oficina sin mirar y fue a la de Nohelia.
Entró sin tocar y estaba concentrada en su trabajo.
-¿Puedo interrumpirla señora gerente?-habló dulcemente sonriendo y acercándose a su oído.
-Siempre mi vida. -respondió buscando sus labios.
Sergio la tomó en brazos y la sentó sobre su escritorio, era un beso urgido lleno de deseos, Sergio subió su falda y arranco sus finas bragas acarició sus piernas y poco a poco fue introduciendo se en su caliente interior. Nohelia bajo la cremallera del pantalón mientras Sergio devoraba su boca y sus dedos hacían su trabajo. Sergio liberando su mástil erecto jugó en su entrada y de una sola estocada estuvo en lo más profundo de su ser.
-¡Aaah!. -los gemidos de Nohelia eran fuertes, Sergio abrió la blusa dejando expuestos sus pechos, y apoderándose de ellos mordiendo sus pezones hacia estremecer del placer a Nohelia.
-¡Aaah! Sergio.-decía entre gemidos. Sergio aceleró sus movimientos, ella salía a su encuentro y una ves más juntos llegaron al clímax.
Sergio se dejó caer en el pecho de ella escuchando los latidos de su corazón.
Nohelia acarició sus cabellos y poco a poco Sergio salió de su interior.
La llevó al baño en brazos, y se arreglaron, Nohelia dio orden de cancelar todo lo pendiente y salieron.
Llegaron al departamento que tenían, Sergio vendó sus ojos y la guía al ascensor, marcó los dígitos y subieron,.
Sergio sostenía su mano.
-¿Confías en mí? -preguntó susurrante a su oído.
-Así como estoy, confío en ti vida mía.-respondió Nohelia sintiendo ese aliento caliente de Sergio en su cuello.
Las puertas metálicas se abrieron, Sergio guio a Nohelia a la entrada del departamento y abrió la puerta, se adentraron y luego en el centro de la gran sala quitó la venda de los ojos de Nohelia y su sorpresa fue inmensa, una lluvia de globos y pétalos blancos caía sobre ella, se llevó las manos a su boca que formaba una O, miró a Sergio que se deleitaba mirándola feliz..
-Te amo esposa mía.-habló con voz ronca, se acercó a ella, abrazó su cintura y la apego a él.
Nohelia rodeó sus brazos a su cuello y unió sus labios a los de el, Sergio correspondió a ese beso tan lleno de amor.
-Tú Sergio Bright eres y serás el amor de mi vida.
-Y tú el mío Nohelia Kartson.
Sergio llevó a Nohelia a la habitación donde Laura por orden de Thresa había dejado las cajas.
-Quiero que está noche luzcas más hermosa, iremos a cenar y luego a donde nos lleve la noche.-dijo abrazándola y besando su cuello. Luego salió de la habitación y fue a la de huésped dando tiempo para que se arregle. Sergio entró a la habitación y de pronto un fuerte dolor de cabeza lo dejó inmóvil, llevándose las manos a su cien, dándose masajes logró llegar hasta la cama y pudo acostarse un momento.
-¡Aaah! No, no puedo lo recaer, no ahora. -Tomó las medicinas y se dejó caer un poco más sobre la cama, el dolor bajó la intensidad y logró sobreponerse , se arregló tan rápido y bajó a la sala a esperar por Nohelia.
Quince minutos después estaba ella deslumbrante en ese vestido negro que le hacía resplandeciente su piel pálida, bajó despacio y Sergio extendió su mano para ayudarle en los últimos peldaños.
-¿Te han dicho que eres la mujer más hermosa del mundo? -expresó dando un beso en su mano sin dejar de mirarla a mis ojos.
-Mi esposo siempre me lo dice.
-Sería un idiota si no lo hiciera.
-No lo sería.-respondió sonriendo.
Sergio ofreció su brazo y salieron.
-Seta mejor irnos por qué soy capaz de arrancarte ese vestido ahora mismo. -Nohelia se carcajeo y salieron del departamento , pidieron el ascensor y marcaron los dígitos.
Llegaron al auto y salieron en dirección a la plaza Krásnaya, centro de Moscú, llegaron a Beluga Caviar Bary fueron recibidos por un anfitrión quien los guio a la mesa reservada.
-Es muy hermoso todo esto.
-Tú eres hermosa.
Mientras era servida la cena, Sergio y Nohelia hablaban y reían de cosas triviales, pero en Sergio no sé desaparecía el dolor de cabeza.
La cena pasó entre charlas y recuerdos de la luna de miel que tuvieron.
-Amor, no se cómo fue nuestra boda, no recuerdo nada del pasado, más que las fotografías que veo en el álbum familiar, pero tú no estás y no veo fotos de nuestra boda. Cuéntame, como nos conocimos, como fue que decidimos casarnos.
Nohelia sintió un frío recorrer su espina dorsal, apretó tan fuertes sus manos que sus uñas se hundieron en su palma, quería sentir un dolor que la transportista a otra dimensión en ese momento que no tenía respuestas para esas preguntas.
-Sergio, cuando... cuando sufriste la recaída salimos dejando todo en Italia, no hubo tiempo de recoger nada, lo más importante eras tú y nada más.-respondió Nohelia tan nerviosa que no podía ocultar su nerviosismo.
-Tranquila amor, no te pongas así, ni qué te tenga en un interrogatorio policial.-dijo Sergio sonriendo y tomando sus manos, miró las marcas de sus uñas en su palma y la miró fijamente.
-¿Que pasa mi amor? ¿Por qué te has lastimado las manos?
-Sergio yo..-Sergio acunó su rostro y acercó sus labios a los suyos.
-Tranquila mi vida, no se por que te pones así, es solo que quiero saber más, es todo.
Nohelia lo miró y sus lágrimas rodaron por sus mejillas.
-Sergio, se que deseas saber todo, pero el médico recomendó que aún no es tiempo, que poco a poco, irás recordando todo, y es muy difícil para mi...no poder decirte todo.
-Ya, ya mi vida, tranquila, no volveré a preguntar nada.
-Sergio, solo recuerda que te amo y te voy amar siempre, no importa lo que me hagas, te voy amar vida mía entera..
Nohelia besó sus labios y Sergio respondió a su beso, trató de tranquilizarla y entonces cambio todo el ambiente. Hizo señas al mesero para hacer pasar a los violinistas, estos llegaron tocando The Swan, Nohelia trató de estar lo más relajada posible, pero era una condición que estaba lejos de sentir, miró a Sergio y sonrió.
-Gracias mi vida, gracias por esta noche, cada recuerdo nuestro, es un tesoro para mí que lo guardaré celosamente en mi corazón.
-Entonces ese corazón tiene que ser muy grande para que puedas guardar cada día de nuestras vidas juntos.
Sergio se puso de pie y extendió su mano a ella, era una invitación a bailar esa melodía que quedaría por siempre en sus mentes.
-Te amo, -Susurró Sergio a su oído.
-Y yo te amo mucho más, eres mi vida entera , tú y nuestra hija.-Respondió Nohelia mirando sus ojos. Ella siempre se perdía en ellos..

Un hijo para el CEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora