CAPÍTULO 33. LUIBA Y NOHELIA

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El anochecer llegó, Sergio despertó, después de un intenso y apasionante día, vio dormir a Nohelia, y se maldecía internamente por haber perdido mucho tiempo lejos de ella, haberse perdido el embarazo de su hijo, pero ahora estaba dispuesto a luchar para mantenerla junto a él.
Acarició su cabello y delineó su rostro, besó su frente y ella empezó a removerse en su lugar.
—¡Mmm! Un poquito mas, tengo mucho sueño. —habló con voz ronca y siguió con los ojos cerrados.
—Vamos dormilona, despierta tenemos que ir por nuestros pequeños
—¡Mmm! Están con sus abuelos, ellos  están felices de cuidar a sus nietos.
—¿Abuelos? ¿De qué hablas mi vida? ¿Mis padres están aquí?
Nohelia terminó de despertar y se sentó en la cama cubriendo sus pechos. Sergio la miró sin entender sus palabras.
—¿De que abuelos hablas mi amor?
—Mi madre, y mi verdadero padre.
—¿Tu verdadero padre?
—Si, mi verdadero padre es Noah Manccini.
—¿El hombre que te secuestró para que aparezca Nikolay Shevchenko?
—El mismo, la mujer que Nikolay dejó plantada en el altar es mi hermana, y debe estar odiando me por eso.
—No eres culpable de nada mi vida. Son cosas que pasan, uno se enamora o cree estar enamorado de un imposible.
—Julianne no fue un imposible para ti, era tu esposa y tu madre los separó, y después me puso a mi en tu vida.
—Y se lo agradezco ahora, por qué fue un error mi matrimonio con ella, yo creí que iba a morir y ella me regaló esos meses de su vida, mas no su corazón, ella siempre amó a Jórdan, lo nuestro fue, de su parte un despecho y gratitud y de mi parte fue una urgencia de robarle a la vida un momento en el tiempo.
Nohelia sintió pesar en su corazón por las palabras de Sergio, pudo sentir en ellas el grande amor que sintió por Julianne, ahora estaba ahí en sus brazo y era suyo en cuerpo y alma, y nada podía separarlos.
Fueron al baño se ducharon, se arreglaron y salieron para ir a la mansión.
Quince minutos después estaban llegando al jardín donde estaban todos reunidos esperando.
—¡Papito! ¡Viniste! Viniste por nosotras. —Corrió Arielle a sus brazos y Sergio poniéndose a su altura la alzó, y luego caminó para coger a Álex.
—Mis hijos bellos, mis amores, ya no más distancias entre nosotros, nunca mas. —expresó mirando fijamente a Nohelia.
—Nunca más susurró ella respondiendo a esa mirada penetrante de Sergio.
Noah miró a Nohelia y luego a Sergio, se acercó a ellos y pidió integrarse a la reunión en honor a ellos.
—Por favor, esta reunión es por su reencuentro, Sergio, no empezamos bien, espero en un futuro no muy lejano podamos ser amigos, eres el padre de mis nietos y tendremos que compartir.
—Tranquilo señor Manccini, de mi parte no tengo problemas, usted me reunió con mi mujer y mis hijos y yo valoro eso.
La reunión continuó hasta que los pequeños quedaron dormidos en los brazos de su padre.
—Llevaré a Arielle a su habitación.—Dijo Nohelia, cuando Sergio se levantó para ir llevando a Arielle y Nohelia con Alex.
-—Guiarme, yo lo hago, llevaré a mi pequeña a su habitación.
Nohelia salió del jardín y se encaminó al interior de la mansión, subió a las habitaciones y dejó a los pequeños en sus camas.
Miró a Sergio contemplando dormir a sus pequeños.
—Gracias mi vida, gracias por darme unos hijos tan maravillosos, gracias por ser tan linda conmigo.
—No hay gracias Sergio, yo te amo, y lo haré siempre.
Sergio delineó sus labios y unió los suyos a los de ella, se adentró y explotó esa cavidad bucal sintiendo ese dulce sabor que lo embriagaba.
—Te amo mi hermosa, eres la mujer de mi vida. —susurró sobre sus labios.
—Y Tu el hombre de mi vida, siempre.
Sergio tomó en brazos a Nohelia y ella lo guió a su habitación, cerraron la puerta tras de ellos y nuevamente se entregaron al amor.

Mientras Nohelia y Sergio retornaban a la entrega de su amor.
A la mansión Manccini llegaba Liuba Manccini, escoltada por los guardaespaldas. Noah la recibió en el jardín donde estaba con Rosella.
—Hija, qué gusto tenerte aquí.
—Hola papá, ya no quería estar  en la hacienda, es hora de retomar mi vida, y seguir, no moriré por el desplante de un engreído, lo haré pagar.
—Hija, me alegra mucho saber que estás mejor, entiendo que una boda así no es buena, no te obligaré, si deseas casarte, lo harás y si no, no pasa nada, tu escogeras el hombre que será tu esposo.
—Gracias padre, pero sino es Nikolay Shevchenko no quiero a otro.
—Hija eso es capricho.
—Padre, me casaré con él, haré que se enamore de mi, y cuando eso suceda lo dejaré, y entonces sabré que mi venganza se cumplió.
Rosellia miró a Noah y luego a Liuba.
Liuba Manccini era una hermosa chiquilla de cabellos castaño claro y ojos marrones, muy parecida a su madre, era rebelde y caprichosa, siempre conseguía todo lo que se proponía, y su objetivo era Nikolay Shevchenko, el amor de su vida.
—Hija, terminarás lastimada, la venganza no es buena. —aconsejó Noah recibiendo con negatividad la respuesta de Liuba.
—Lo siento padre, es mi decisión. Noah cambió el tema para no terminar discutiendo con ella.
—Hija, te presento a Rosellia Carrissi.
Liuba miró a Rosellia de pies a cabeza y luego a su padre.
—¿Es la que ocupará el lugar de mi madre?
—No te permito que hables así Liuba. Es mi futura esposa y la respetarás como tal, Susan no ocupará el lugar de nadie. —aseveró Noah algo enojado.
—¡Susan! ¿Así que tú eres la famosa Susan? —habló Liuba, con sorna, y dibujando una sonrisa torcida. Y continuó. —Siempre escuché llorar a mi madre, lamentándose que su esposo que en sus sueños llamaba a Susan.
—Hija, nunca fue mi intensión de ....—sus palabras fueron interrumpidas, cuando Liuba siguió hablando.
—Tranquilo padre, que mi madre me contó la historia, y es lo que tú intentaste hacer conmigo, las famosas alianzas de la organización.
—Te estoy liberando de esa alianza.
—Así lo hagas, no lo aceptaré, me casaré con Nikolay. Ya está decidido.
—Pero él no te ama Liuba y la que sufrirás serás tu. —dijo Rosellia intentando mediar en la necedad de ella.
—¿Acaso conoces a la mujercita a la que Nikolay ama? Dime dónde la encuentro, quiero tener a esa Susan de Nikolay de frente. La historia se repite.
—¿Qué harás cuando la tengas de frente? —preguntó Rosellia con temor a la respuesta.
—Quiero verla, conocer a la mujer por la que fui plantada en el altar.
—Te aseguro que ella no tiene la culpa de lo que Nikolay hizo, ella está felizmente casada y tiene una familia.
—Tiene una familia, lo sé.
—Si Liu, ella no es competencia para ti, y así no tenga una familia, sabiendo que tú amas a Nikolay ella jamás pondría los ojos en el. —aclaró Noah
—Dime quién es, necesito saber. —exigió Liuba.
—Señor el cachorro será  liberado de la jaula como lo pidió. —Informó Tulio, interrumpiendo la reunión y mirando a Liuba.
—Perfecto, mañana iré a verlo. —respondió Noah mirando a Rosellia.
—¿Tienes a Nikolay?
—Si, y decidí liberarlo.,
—Quiero verlo ahora. —ordenó Liuba y caminando en dirección a los calabozos.
—No es necesario que lo veas Liuba. —Noah trató de detenerla pero fue en vano.
—Deja que yo maneje esta situación padre, dedícate a ser feliz junto a tu viejo amor.
—Noah, no lastimes a Nikolay, por favor, Nohelia no te lo perdonará nunca.
—No, tranquila no lo lastimaré, de eso se encargará Liuba.
—¿Permitirás ese matrimonio por venganza?
—Ella lo ama, solo está dolida, y eso es normal en una situación como la que vivió Liuba.
—Entonces no es una venganza.
—Mi hija está dolida y herida, quedar plantada en frente de todos por el hombre que ama, este matrimonio para ella no es una alianza, ella lo ama desde que tiene uso de razón, solo que por orgullo ella dice que lo odia, y no deseaba un matrimonio a la fuerza con él, deseaba que el tomara la iniciativa, no soporto su rechazo y es por eso que ella dice detestarlo.
—Al igual que yo. Te podría y te amé a la vez. —expresó Rosellia.
—Y es algo que no me perdonaré jamas. No me alcanzará la vida para pedirte perdón mi reina.
Liuba caminó a las mazmorras donde estaba Nikolay encerrado.

El amanecer llegó, Nohelia y Sergio ya estaban en la habitación junto a sus hijos jugando con ello.
—Amor, ¿ Cuando nos iremos de aquí? Ya quiero tenerte en nuestra casa, y ver a mis hijos correr por ella.
—Pronto nos iremos cariño, solo deseo que aparezca Nikolay, no se que pretenden hacer con él, después que lo encuentren nos iremos.
—¿Dónde está Nikolay? —Interrogó Sergio.
—Después de dejar plantada a mi hermana en el altar , desapareció y por eso fuimos secuestrados esperando que el aparezca y nos liberaban..
—¿Por el? —preguntó Sergio sintiendo un mal sabor de boca.
—Si, creían que yo era su mujer. Fui muy clara y le expliqué, que era a ti a quien amaba.—Nohelia miró a Sergio y sonrió.
—Te amo Sergio, y nunca habrá otro hombre en mi vida.
—Lo se mi amor, y estoy seguro de tus sentimientos.
Una hora después Nohelia, Sergio y los niños estaban en el jardín junto a Rosellia.
—Hija, anoche llegó Liuba a la mansión y también Nikolay está aquí. Lo  trajeron a trajeron hace poco..
Nohelia miró sorprendida a Rosellia y luego a Sergio.
—¿Dónde esta Nikolay? Quiero verlo.
—En las mazmorras, Liuba ordenó que lo llevaran ahí.
—Madre, mi vida, por favor miren a los niños voy a ver a Nikolay.
—Iré contigo.
—No, no mi vida, por favor quiero verlo, deseo hablar con él.
Nohelia salió del jardín y fue a la cocina para llevar alimentos y ropa limpia y un poco de medicina por si llegara a necesitar.
Con todo preparado se encaminó a las mazmorras, caminó por los pasillos húmedos y fríos hasta que llegó a la celda, lo miró sentado en ese  frio muro.
—Habra la puerta. —ordenó al guardia que la maltrató a ella.
—No tengo orden del jefe para dejar entrar a otras personas.
Nohelia lo fulminó con la mirada y ordenó levantando la voz.
—¿Qué parte de abre la puerta no entendiste?
—La patrona Liuba ordenó que....
—Yo también soy una de tus patronas, así que será mejor que obedezca y considerarte un hombre despedido de tu puesto, sal de aquí. —Gerson la miró con odio, y desprecio, y terminó saliendo de ahí luego de dejar entrar a Nohelia a la celda.

Un hijo para el CEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora