Rosellia luego de compartir tiempo con Nohelia y sus nietos, le dio tiempo a su hija de disfrutar de ellos a solas, salió junto a Mirta para ir a su habitación, Mirta la ayudó en todo aún no podía valerse por sí sola.
—Rosellia, me da mucho gusto que por fin tu hija esté con sus hijos, lograste lo que otras personas jamás pudieron hacer.
—¿Que hice de diferente Mirta? Solo pedí por mi hija, como cualquier madre lo hubiera hecho. —respondió tratando de no ser muy evidente, Mirta sonrió y haciendo un gesto de negación le contradijo.
—Rosellia, tú no pediste al patrón, le ordenaste y el te obedeció, ¿A así que no fuiste consiente en el tono en que le hablaste? Le exigiste mujer ¿O ya te conocías con él desde antes?
Rosellia miró a Mirta y apretó sus labios formando una mi es en ellos, habían formado un vínculo de amistad muy buena entre ellas y decidió confesarle su secreto.
—Mirta, voy a confesarte algo, y espero no salga de ti ni una sola palabra. —habló tomando las manos de Mirta mientras ella se ponía a su altura frente a ella.
—Somos amigas Rosellia, puedes contar conmigo.
-Cuando yo era joven de la edad de Nohelia......Flash Back.
Rosellia era la joven más hermosa de un pueblo de Sicilia, sus padres eran los mayores productores del mejor vino de la región y años después, del mundo. Conoció a Noah una tarde de verano ella y sus amigas andaban de viaje por la playa cuando lo vió..
Vivieron su amor a plenitud, tanto que Noah estaba dispuesto a llevarla al altar.
—¿Ya, dime qué fue el resultado Rosellia? -preguntaba Sara, su mejor amiga de esa época.
—Positivo Sara, no se qué voy hacer mis padres me matarán cuando se enteren.
—Tienes que decirle a Noah, y pronto.
—Claro que lo haré, él tiene que saber que tendremos un hijo y se pondrá muy feliz.
Rosellia escribió un mensaje y la envío a Noah, y tres horas después se despidió de su madre y fue al lugar donde lo citó .
—¿A donde vas hija? —Preguntó su madre viendo lo nerviosa que estaba Rosellia.
—Haremos un picnic con Sara, madre, se me hace tarde ya me voy.
-Cuídate hija, no llegues tarde.
Rosellia salió y subió a su auto, llegó al parque donde siempre se encontraban y Noah aún no estaba.
Arregló todo para esperar ahí a su amor.
Noah llegó muy sonriente, Rosellia se puso de pie y corrió a su encuentro, tomándola él por la cintura y dando vueltas con ella.
—Está hermosa mi mujer hoy día, luces diferente mi Susan.
—Es que cada día te amo mucho más.
Unieron sus labios en un profundo beso, sus lenguas se encontraban en esa danza erótica que los invitaba a la entrega de su amor.
—Te amo mi Susan. —susurró sobre sus labios.
—Y yo mucho más, cada día más.
Su declaración de amor era sincera y rebosante del amor que sentían el uno por el otro.
Noah la miró a los ojos y sus mirada se conectaban, Noah fue bajando sin dejar de mirarla y de puso se rodillas frente a ella.
—Eres y serás la única mujer de mi vida, y deseo tener esa certeza de que cada día despertarás entre mis brazos. Mi Susan, ¿aceptas ser la mujer de mi vida para despertar juntos cada día, hasta que seamos viejitos?
Rosellia se llevó las manos a su boca ahogando un grito de emociones desbordante que sentía en ese momento. Con una enorme sonrisa, y un movimiento de cabeza diciendo.
—Acepto ser eso y todo lo que tú quieres mi Noah, te amo para toda la vida hasta que la muerte nos separe.
Unieron nuevamente sus labios en un beso lleno de amor.
—¡Te amo mi Susan!. —lo gritó girando con ella nuevamente.
—¡Y yo te amo más mi Noah!
—Vamos a casarnos ahora, ya, en este momento.
—¿Que? No, mira no estoy vestida para la ocasión, y además mis padres ..
—Ya no podrán hacer nada, no podrán separarnos ya tu siendo mi esposa no podrán hacerlo, no quiero verte a escondidas mi vida. -pidió Noah y Rosellia aceptó.
—Está bien, ve, arregla todo y mañana será nuestra boda, mañana nos casaremos y entonces nadie nos podrá separar.
Rosellia y Noah terminaron de pasar la tarde juntos y luego se despidieron para irse a preparar para su gran día.Al siguiente día, Rosellia sintió los nervios a flor de piel, estaba muy ansiosa, tanto que sentía el malestar típico de un embarazo, Sara llegó, fue a la habitación y Rosellia la recibió muy eufórica.
—Sara, Sara, estoy feliz, feliz, hoy me casaré con Noah, me pidió matrimonio.
—¡Uy! Que felicidad amiga, era lógico es un buen chico y es tuyo amiga, me imagino lo feliz que se puso con la noticia de que será padre.
Rosellia caminó con una enorme sonrisa que no se le borraba desde que Noah le había pedido matrimonio.
—Pues fíjate que no, no se lo dije ayer, se lo diré hoy día en nuestra boda.
—Entonces a ponerte muy hermosa mi Ross.
Sara y Rosellia salieron para ir a casa de Luisa y luego al centro comercial para comprar un hermoso vestido, miraron todas las tiendas disponible y una llamada entró a su teléfono y vio el nombre de Noah.
—Mi amor. —respondió muy contenta.
Hola mi vida, Paso por ti en un momento, deseo hablarte de algo muy importante.
—Te espero en el centro comercial, estoy con Luisa y Sara.
—Voy para allá, espérame.
—Está bien mi vida te espero.
Rosellia colgó la llamada y siguió comprando todo lo que necesitaba para su gran día.
Media hora después Noah estaba parado frente a ella con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Rosellia al verlo se puso de pie y corrió a sus brazos.
—Mi amor, te estaba esperando, ven siéntate con nosotras.
—No mi amor, solo vine por un momento, deseaba verte, moría por verte, te amo, y te voy amar el resto de mi vida, no habrá nadie más que pueda ocupar tu lugar en mi corazón.
—Ni en el mío, ahí solo tu y nadie más mi vida, te amaré por siempre.
Sellaron su promesa de amor eterno con un beso con sabor amargo para Noah, deseaba que ese momento fuera eterno, y que las circunstancias de su vida fueran otras, pero ahí estaba dando el último beso a su amada Susan, para irse a cumplir con un destino impuesto por su padre.
Se separaron y la miró fijamente a los ojos, su corazón se rompía en mil pedazos al ver esos ojos llenos de ilusiones, esas ilusiones que pronto se convertirían en tristeza.
—Me tengo que ir mi Susan.
—Yo también, tengo que ponerme hermosa para mí futuro esposo.
Noah abrazó fuerte a Rosellia y salió corriendo de ahí, Rosella lo vio desaparecer y sintiendo un estrujón en su corazón, fue tan fuerte que se llevó las manos a su pecho.
—Noah. —pronunció en un susurro.
Las horas pasaron y era el momento en que Rosellia vestida con su hermoso y sencillo vestido blanco, un ramo de rosas blancas y en compañía de sus dos damas de honor esperaban ansiosa por la llegada de su novio.
Las horas pasaron y Noah no aparecía y no respondía el teléfono.
Rosellia sintió romper su corazón al ver pasar el tiempo y su prometido jamás apareció en la iglesia.
Fin Flash Back.—¡Por dios! Entonces el jamás se enteró de que sería padre, Ross, él tiene que saber que Nohelia es su hija, desde que yo conozco al jefe, es un hombre rudo ante los demás pero como las paredes tienen ojos, se lo ve siendo un hombre solitario, desde que enviudó jamás se le vio una mujer aquí.
—Debió amar a su esposa demasiado que aún sigue guardando se lugar.
Rosellia quedó en shock al ver a Nohelia parada frente a ella con los ojos muy abiertos.
—Madre, dime qué lo que escuché fue un error, dime qué no es verdad lo que Mirta dijo hace un momento. —habló Nohelia mirando a su madre sin parpadear.
Rosellia sintió estremecer su cuerpo, tener que revelar ese secreto del verdadero origen de su hija no era nada fácil para ella.
—Nohelia, hija, no fue lo que escuchaste.
—Lo escuché muy bien madre, Noah Manccini es mi verdadero padre, y no Artur Kartson. ¿Cómo pudiste ocultarme algo así madre? ¿También se lo ocultaste a mi padre?
—No hija, no, el siempre supo la verdad.
—Ahora entiendo muchas cosas madre, ahora entiendo su desamor por mi.
—Hija mía, nunca quise que supieras mi vergonzosa verdad.
—Madre, no te avergüence nunca de nada, tu fustes sincera con él, y el problema era de él, no aceptarme nunca, siempre sentí su rechazo.
—Perdóname hija, perdóname por eso, perdóname porque no sentiste jamás el amor de un padre. El al igual que yo fue obligado a casarse conmigo sin amor.
—Madre, no tengo nada que perdonarte, y mira, las cosas de la vida, el karma, por lo mismo que te hizo Noah a ti, estamos aquí, Nikolay dejó plantada a ..... ¿Tengo un hermana? Mamá, ¿Cuántos hijos tiene Noah? —Nohelia sintió emoción al saber que no era única.
—No lo sé hija, no supe de Noah hasta ahora.
Nohelia miró a su madre y se acercó a ella poniéndose a su altura.
—Madre, si Noah está solo, pueden retomar su amor.
—Es lo que yo más deseo desde que supe que era mi Susan la mujer que tenía aquí.
Nohelia se giró y Rosellia abrió los ojos como plato al ver a Noah parado frente a ella, Nohelia se puso de pie y caminó lentamente hasta estar frente a Noah. Lo miró fijamente y habló.
—Con permiso, yo voy a ver a mis hijos.-pudo articular palabras mirando al que era su verdadero padre.
Noah la miró sus ojos verdes expresivo y le recordó los ojos de su madre, ver el gran parecido de Nohelia con su madre le dio un vuelco en el corazón, se acercó a Rosellia, mientras Nohelia salía de la habitación, se puso a su altura y miró a Rosellia.
—Veo los ojos de mi madre en esos ojos verdes y expresivos, dime qué si es lo que estoy pensando.
—Noah, te lo iba a decir el día de nuestra boda, ese iba a ser mi regalo, la noticia de que serías padre.
Una lágrima rebelde rodó por las mejillas de Noah, su corazón dio un vuelco de felicidad.
—Mi amor, mi Susan, me haces el hombre más feliz del mundo.
—Noah, ...
—Se mi esposa mi Susan, vamos a retomar lo que dejamos en el camino, nuestra hija tiene razón, no hay nada ni nadie que se interponga ahora.
Noah acunó su rostro entre sus manos y besó a Rosellia siendo correspondido.
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Un hijo para el CEO
RomanceSergio Bright, eterno enamorado de Julianne Ferrari, cumple su más anelado sueño, casarse con la mujer que ama, olvidando por completo la enfermedad que lo debilita día a día. Un día menos esperado se ve obligado a alejarla de su vida, pues el médic...