CAPÍTULO 37. NOTICIA INESPERADA

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Los días pasaron, ya  una semana desde que él le  pidió matrimonio y su respuesta fue negativa, y la tensión entre Sergio y Nohelia estaba empezando a interferir entre ellos nuevamente.
—Cariño, no me gusta estar así contigo.
—Sergio, no puedo sentirte totalmente mío, tu dices amarme, y te creo, pero primero tienes que cerrar ese pasado, yo no puedo,  lo siento, pero no puedo vivir contigo así, ve a Italia y párate frente a ella, enfrenta tu pasado, y cuando estés ahí y estés seguro de que no sientas nada por ella,  vuelve a mi.
—Nohelia, puedo verla a ella, pero eres tú a quien yo amo, ella está felizmente casada y.....
—Y por eso estás aquí, porque te fuiste tras de ella, recuperaste tu memoria, me echaste y te fuiste. —lo interrumpió Nohelia enfrentando lo.
—¡Vamos a Italia!
—No Sergio, tu resolveras ese dilema en tu vida, y yo no estaré presente.
Sergio salió algo molesto, fue a su oficina y sentado frente al gran ventanal con mil y una ideas para enfrentar ese pasado.
Tomó el teléfono y llamó a Thresa para organizar el viaje a Italia.
Fue nuevamente a la oficina de Nohelia y ya no estaba.
Nohelia vio salir a Sergio de su oficina, sintió un estrujón en su corazón al ver que su felicidad aún dependía de un pasado no resuelto por Sergio. Tomó su teléfono y llamó a su hermana, ahora su mejor amiga.
—Liuba, ¿podemos salir a tomar un café.?
—Por su puesto que si, paso por ti estoy llegando a tu edificio.
Nohelia tomó sus cosas, pidió el ascensor y bajó. Las puertas metálicas se abrieron, y vio a Liuba esperando por ella, subió al auto a su y salieron con destino al centro de  la plaza roja.
—¿Qué pasa Nohelia? Sergio y tú pelearon, es normal en las parejas.
—No Liuba, no peleamos, solo que no acepté casarme con el.
Liuba la miró sorprendida y no comprendió la actualidad de Nohelia.
—¿Acaso no amas a tu marido?
—Con toda mi alma, lo amo desde que lo vi ahí postrado en esa cama, sin imaginar que sus sentimientos tenían dueña.
—¿A qué te refieres con eso hermanita?
—Sergio.......
Nohelia contó la historia de Sergio de cómo lo había conocido y aceptado ser la madre de su hijo, pero nació una niña. Llegaron al centro y fueron a un club.
—Estás tan insegura de Sergio como yo de Nikolay.
—No es lo mismo Liuba.
—Es lo mismo, con la diferencia de que Sergio te dice que te ama, y a mi, Nikolay nunca me oculta su admiración por ti.
Nohelia sintió pesar por su hermana.
—Liuba, yo no sabía que tú existía en la vida de Nikolay, y aún así nunca le di razón y motivos para que él se enamore de mi.
—Lo sé hermana, se que jamás fuiste más que su amiga, por eso estoy aquí contigo. Ahora Sergio te ama, tú lo amas ¿Qué es lo que te impide?
—¿Qué parte de Sergio regresó por qué la vio casada no entendiste?
—Me estás diciendo que él no tuvo oportunidad y por eso se regresó.
—Liuba, ella lo cree muerto, te imaginas cuando lo vea, sus recuerdos revivirán.
—Pero cada uno tiene su pareja, Nohelia no te compliques la vida  por favor, se feliz hermanita, que de las dos, tú lo seas y por tus hijos.
Nohelia y Liuba siguieron bebiendo hasta más no poder, la invitación a un café se volvió noche de copas para dos mujeres que se sentían inseguras, la noche llegó y un show empezó, los strippers empezaron a presentar su espectáculo y la euforia se empezó a escuchar.
—Creo que será mejor irnos de aquí, no quiero ver esto. —dijo Nohelia mirando al escenario.
—¡No! ¿ Como crees que nos iremos? Ahora empieza lo mejor Nohelia. —dijo Liuba mirando la y terminó uniéndose a la euforia de todas las mujeres que estaban en el lugar. La música sonaba tan fuerte que retumbaban en los oídos, Liuba se movía al son de la música hasta que fue llevada de la mano al escenario por uno de los strippers.
—¡Uuuu! Siiii. —gritaba eufórica, Nohelia reía y aplaudía viendo cómo aquel hombre casi en pelotas le bailaba a Liuba.
Nohelia estaba tan distraída que no se percató del momento en que fue llevada a la puerta del club y luego subida al hombro de alguien y llevarla de ahí.
Liuba haciendo sus movimientos sensuales no se dió cuenta de lo ocurrido con Nohelia y fue llevada a arrastras  por Nikolay que la sacó del lugar al verla moviéndose junto al stripper.
—¡Suelta me! ¿Acaso te volviste loco?
—Eres mi esposa, y no tienes porqué estar haciendo estos espectáculos.
—¿Tu esposa? —habló arrastrando las palabras.
—Si, mi esposa, ¿O que parte de esa condición no entiendes?
—Esta no entiendo. —dijo Liuba uniendo sus labios a los de Nikolay y colgándose de su cuello y enredando sus piernas en las cadera de él, Liuba profundizó ese beso al que fue correspondida, mientras Nikolay acariciaba su trasero.
—Te amo Nikolay, y voy a conquistar tu corazón hasta que no puedas vivir sin mi.
Mientras Liuba y Nikolay se devoraban a besos, Nohelia era llevada inconsciente a un jet privado para ser llevada lejos de Rusia.

Sergio salió de la oficina de Nohelia al ver que no estaba, fue a la residencia donde vivían, y no estaba por ningún lado, fue a su oficina en casa y miró las cámaras del edificio de la corporación y vio en el momento en que salió en compañía de Liuba.
Hackeó las cámaras de vigilancia de las avenidas y pudo ver dónde estaba el auto de Liuba con los guardaespaldas por todo el lugar.
Cerró su portátil, salió de la oficina  de la casa subió al auto y fua a  donde vivían sus padres. Llegó al jardín donde estaban de visita con Rosellia y Noah.
—Padre, señores Manccini.
—hijo, ¿Cómo estás? ¿Y Nohelia, Por qué no vino contigo?
Salió de la oficina y está con Liuba en un club para damas.
Rosellia y Marisa se miraron y sonrieron al ver la cara de los hombre .
—¿Qué estás diciendo Sergio? ¿Como es que mis hijas están en un lugar como ese?
Rosellia y Marisa miraron a Noah contrariado y rieron
—Noah, cariño, cálmate, ellas aún son  jóvenes y tienen derecho a tener un momento para ellas .
—Son unas mujeres casadas y no tienen por qué andar viendo hombres  casi en pelotas. —miró a Sergio y habló con determinación.
—Si tú no vas por tu mujer, voy yo y la saco de allá . —Dijo marcando el  número de teléfono de Nikolay, y este contestando enseguida
—Nikolay, ¿Acaso sabes dónde está tu mujer?
—Salió, ella es libre de hacer lo que deseé.
—¡Aa! Bueno entonces no te importará que esté en un club para mujeres viendo bailar hombres en pelotas y ella acompañado su ritmo.
—No me importa, que haga lo que quiera.
—Entonces que se la lleve a la cama, por qué ahí es donde terminarán esos dos por qué los estoy viendo.
Noah colgó la llamada y miró a Sergio.
—¿Y tú, dirás lo mismo?
—Voy por Nohelia, y ustedes se harán cargo de mis hijos, viajaré a Italia en especial a Capri.
Alexander y Marisa se miraron y sus pensamientos coincidieron con los de Sergio.
—¿Qué piensas hacer hijo? —preguntó Marisa mirándolo fijamente.
—Voy a poner tierra a ese pasado que no me deja ser feliz con mi mujer, voy a darle cara a Julián, cerrar ese capítulo en mi vida para seguir sin dudas y desconfianzas.
—Es lo mejor hijo, así tu y mi nuera podrán ser felices siempre. —habló Alexander.
—Ve hijo y por favor vuelvan pronto.
Sergio salió de la mansión Bright y fue directo al bar donde estaba Nohelia y Liuba.
Ahora estaban subidos en el jet con dirección a Capri Italia.
Nohelia estaba tan embriagada que no se percató de quién se la llevó ni a donde, luego de tres horas y media  estaban aterrizando en el aeropuerto de Capri, Sergio tomó en brazos a Nohelia y la llevó al auto, fueron al hotel donde tenían que pasar los días necesarios.
La dejó sobre la cama y la miró tan dormida, delineó su fino rostro con la mirada y se quedó mirando sus labios.
—Tu eres el amor de mi vida Nohelia, y te lo voy a demostrar para que puedas así aceptarme como tú esposo.
Sergio salió de la habitación, sacó su celular y marcó el número de jean Carlo Ferrari.
—Hermano, estoy aquí en Capri.
—¿¡Estás en Capri!? ¿Cuándo llegaste, por qué no me dijiste para esperarte?
—Fue un viaje inesperado.
—Está bien, entiendo, pero yo solo le conté a Jórdan, dame unas horas y te diré que ya todos lo saben.
Sergio aceptó y colgó la llamada.
Jean Carlo salió de la oficina con dirección a la mansión Ferrari, tenía que hablar con Fabrizzio y Mericci, también citó a Jean Pietro, a Jean Luca y también estaría presente, Amalia Carrissi.
Jean Carlo llegó a la mansión y dos horas después ya  estando todos en la mesa para desayunar  el duelo de mirada era tan notorio y la tensión en el ambiente se podía cortar con cuchillo.
—¿Se puede saber qué carajos pasó?—preguntó Jean Pietro mirando a todos sin saber la razón por la sus fue citado por Jean Carlo.
—Familia, tengo algo que decirles, por eso los reuní aquí para darles la noticia. —todos miraban fijamente a jean Carlo hablar y fue Jean Luca quien lo interrumpió.
—Si es algo de familia, ¿Por qué no está aquí Julián y Jordan?
—Por que ellos lo saben ya. —respondió
—¿Y que es lo que tenemos que saber?—preguntó Jean Luca.
Jean Carlo miró a todos y empezó a formular en su mente como comenzar a decir que.....
—Sergio Bright no murió, vive, está casado, tiene hijos y es el socio con el que me reuní hace semanas en
Rusia. — soltó sin rodeos y todos quedaron en shock
—¿¡Que!? —se escuchó decir y todos se voltearon a mirar ante esa pregunta llena de sorpresas y asombro.
Julianne entró n ese momento en compañía de Jordan.

Un hijo para el CEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora