Nohelia gemía del placer sintiendo que esos dedos no eran suficientes, Sergio entraba y salía de ella con una mano mientras con la otra acariciaba y apretaba uno de sus pezones, causándole corrientazo a su cuerpo.
Nohelia sintió su vientre contraerse y sus piernas tensarse. Agarró fuerte los cabellos de Sergio En el momento en que sintió su cuerpo tembló, por el fuerte orgasmos que le llegó.
Sergio aceleró las embestidas con sus dedos mientras su lengua hacia su trabajo en su sensible clítoris. Nohelia arqueó su espalda y un fuerte genuino salió de su garganta.
—¡Aaaashg, Sergio, por favor.
Sergio bebió de su manantial, mientras Nohelia se corría sobre sus dedos y su rostro.
Sergio subió por su vientre hasta llegar a sus pechos, mordió y succionó sus pezones, se apuntó en su húmeda entrada y se adentró en ella de una sola estocada, arrancándole un fuerte gemidos de placer a Nohelia.
Sus embestidas eran fuertes, profundas y placenteras, sus cuerpos eran perlados por el sudor, Nohelia acariciaba su espalda mientras salía al encuentro de Sergio, el aceleró sus movimientos que eran sincronizados y esta ves juntos llegaron al clímax.
Su respiración agitada hacía que en su pecho retumbaran los latidos de su corazón.
—Te amo Nohelia. —susurró sobre sus labios.
—Y yo más vida mía. —respondió Nohelia acariciando sus cabellos.
Las horas pasaron y estaban aterrizando en el aeropuerto para iniciar su luna de miel.Las semanas pasaron, y estas convirtiéndose en meses, y está ves Sergio vivía cada instante del embarazo de sus mellizos.
—Sergio, no me estoy sintiendo bien, creo que está llegando la hora, —habló Nohelia con una mano en su vientre y la otra en la cintura. Sergio la miró muy atento para descifrar sus gestos.
—Cariño, recuerdas que la última vez a esta fue una falsa alarma.
—¡Sergio! Acaso piensas que me estoy haciendo, ¡Date prisa! Trae el bolso de pañales y llévame al hospital.
Sergio dio vueltas y no encontraba nada de lo que buscaba.
Cogió lo primero que se le ocurrió, ayudó a Nohelia a bajar las escaleras y llegó al estacionamiento, Sergio subió al auto y salió rombo al hospital sin mirar a ningún lado.
Condujo como un loco, y llegó al hospital, bajó corriendo y fue por una silla de ruedas y corrió al auto nuevamente viendo que se había ido sin Nohelia.
—¡Al carajo! No me diga que me vine sin mí mujer. —se cuestionó así mismo. Se subió al auto, regresaría por Nohelia cuando Noah llegaba con ella.
—¡Amor! Perdóname, estoy muy nervioso.
—Ya Sergio, tranquiliza te ve a traer esa silla. —le habló Rosellia.
Pasaron a Nohelia a la sala de partos, y Sergio junto con ella.
—¡Aaasgh Sergio, ya no aguanto más.—clamaba Nohelia, sintiendo doler su vientre por las contracciones.
—A la cuenta de tres, pujar lo más fuerte que pueda.
Una contracción más Nohelia pujó la más fuerte que pudo y nació una hermosa niña.
El médico la recibió y la entregó a Sergio, quien la tomó en brazos y sus ojos se llenaron de lágrimas de emosiones.
—Mi pequeña.
—¡Sergio¡ Ya viene, tu hijo viene. ¡Aaah! —Clamó Nohelia al sentir nuevamente las contracciones.
Nohelia volvió hacer la labor de parto hasta que su pequeño nació.
El llanto de los bebés inundaban la sala y su llanto se escuchó en los pasillos del hospital.
Sergio salió de la sala y Nohelia fue tratada y trasladada a la habitación donde dos horas después los pequeños estaban siendo llevados a lado de su madre.
—Hermosos mis nietos, felicidades a los dos mis amores.
Los días pasaron, Nohelia, fue dada de alta junto a los pequeños, y así continuaron las semanas siguiendo su curso. Cinco meses pasaron. Sergio y Nohelia continuaron sus vidas en completa felicidad junto a sus hijos.
Nohelia.
El tiempo siguió su curso, cinco años habían pasado y estaban festejando el cumpleaños de los pequeños Alejandro y la pequeña Alexia.
Estaban reunidos compartiendo y riendo por los recuerdos pasado.
Rosellia y Noah, hablaban de su viaje por el crucero, su dedicación era hacerse feliz mutuamente, y en compañía de Alexander y Marisa.
Nohelia subió a la habitación de su primogénita ya siendo una adolescente.
—Arielle, por favor, ya es hora de cantarle el feliz cumpleaños a tus hermanos.
—Si madre, ya voy. —respondió Maylin como exigía que la llamaran, pues desde el mal encuentro con Arielle Anastasie, decidió no usar más ese nombre.
Era una chica muy conservadora y inteligente a pesar de su corta edad.
Bajó al jardín y encontró a todos reunidos.
—Hola familia, señores L'Blank un gusto verlos aquí. —dijo mirando a Julianne que le sonreía
—Estás muy hermosa Arielle.
—Gracias tía, un gusto tenerte aquí.La reunión continuó y por último llegaron Nikolay junto a Liuba.
—¡Hermanita! Que feliz me haces que estés aquí. —saludó muy efusivamente abrazándola.
—Nikolay, mucho tiempo, y me alegra que estén de regreso.
—Mi mujer me rapta siempre. —respondió Nikolay abrazando a Liuba por la cintura y besando su mejilla. Nohelia los miraba muy sonriente al ver que su hermana era muy feliz junto al hombre que ella escogió para enamorar lo.
—Lo tienes loco por ti, hermanita. —le dijo riendo cuando Nikolay se alejó de ellas.
—Me costó, y creo que valió la pena luchar por conseguir el amor de ese hombre que decía estar enamorado de otra mujer, a la cual yo adoro. —expresó Liuba abrazando a su hermana.
—Yo creía en ti hermanita, creí que tú lo lograrias. La vida tiene muchos caminos, todos tienen espinas, unas más fuertes que te hieren el alma, y otras te causan heridas superficiales, pero todo es saber andar sobre ellas y no dejar que las heridas queden abiertas, todos sanamos con el pasar del tiempo.
—Así es, te tuve a ti de ejemplo a seguir, Sergio está loco por ti.
Rieron y se reunieron con los demás.
Las horas pasaron y mientras en Moscú se celebraba el cumpleaños de los mellizos Bright, en Alemania, Arielle Anastasie, como siempre ponía el mundo de revés.
—Vamos esta noche tenemos fiesta, en el ala sur del internado, y tenemos que ser muy cautelosas para escaparnos. —casi ordenó, pues era la que siempre daba ideas descabelladas a la hora de divertirse, y terminaba metida en líos.
—Arielle, yo no....
—¿Acaso no entiendes que mi nombre aquí y para todas ustedes es Anna,?
—A mi me gusta el primero y así te voy a llamar así te enojes conmigo. —respondió su amiga.
Arielle L'Blank era rebelde y caprichosa, siempre le gustaba dirigir, no recibir órdenes, era la consentida de su padre al igual que la de su abuelo Fabrizzio.
Los años pasaron, cinco años, Nohelia y Sergio vivían felices, eran la pareja ideal se complementaban en todos los sentidos.
—Cada día estás más hermosa esposa mía. —susurró a su oído. Nohelia sonrió, se giró y envolvió sus brazos al rededor de su cuello.
—Y tu, cada día más sexy con esos cabellos platinados. —unió sus labios y profundizaron ese beso, apasionado que siempre encendía sus cuerpos.
—Te amo esposa mía.
—Yo te amo cada día más, mucho más, Sergio Bright.
—Y saber que todo inició con un vientre de alquiler para el CEO durmiente. —habló Sergio abrazando su cintura.
—Esperaban un hijo para el CEO y les llegó una hermosa princesa. —dijo Nohelia mirando a su esposo.
—Adoro ser tu CEO durmiente, por que cada que despierto me veo en tus ojos. Te amaré por siempre mi bella esposa.
—Yo también te amaré por siempre mi amor. —Nuevamente unieron sus labios sellando esa promesa de amor. Y terminaban entregándose a la pasión. FIN.Si deseas saber la historia de Amalia Carrissi, la prima de Nohelia Kartson Carrissi, lee la siguiente historia, disponible las próximas semanas.
Gracias por leerme y dejarme tus lindas palabras en los comentarios.
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Un hijo para el CEO
RomanceSergio Bright, eterno enamorado de Julianne Ferrari, cumple su más anelado sueño, casarse con la mujer que ama, olvidando por completo la enfermedad que lo debilita día a día. Un día menos esperado se ve obligado a alejarla de su vida, pues el médic...