CAPÍTULO 20. DESEPCIONADA.

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Sergio salió del baño, miró una agenda y vio el número de Thresa su asistente, cogió el teléfono y pidió organizar el viaje al que tanto Marisa le teme.
—Thresa, arreglarme un viaje a Italia y después a Capri, no se qué tiempo me quedaré allá.
Sergio organizó una maleta y salió de la habitación, caminó por el pasillo y se detuvo al escuchar los sollozos de Arielle.

—Ángel de la guarda, tu eres mi dulce compañía, protege a mi mamita en las noche y en el día, no lo desampares por que la perdería. Diosito, mi princesa ya no está aquí, nuestro príncipe durmiente despertó y la echó  de su Palacio y no sé dónde está, cuídala mientras vuelve a casa.
Yo te lo pido así como una vez te pedimos que nos devuelvas a nuestro príncipe durmiente, ahora te pido que me devuelvas a mi princesa y mientras esté lejos  no lo desampares, amén.

Sergio sintió un estrujón en su pecho, al escuchar las palabras de su hija, cerró los ojos y continuó su camino, bajó  las escaleras, se encontró con Marisa y Alexander en la sala esperando a la pequeña.
—¿A donde vas con esa maleta hijo?
—En busca de mi esposa. —respondió con voz gélida.
—¿Traeras a mami de vueltas? siii. —gritó mientras bajó corriendo las escaleras Arielle y fue a los brazos de Alexander.
—Abuelo, ¿traerán a mami, cierto.? —Preguntó sin mirar a Sergio.
—Si mi amor, te prometo que buscaré a tu mami y la traeré de regreso.
Sergio miró a su padre y a la pequeña Arielle y salió de la sala para ir al auto y dirigirse al aeropuerto.
Media hora después salió Alexander a dejar a Arielle a la escuela.
El día pasó entre trabajo y búsqueda de Nohelia, sin tener noticias de ella.

Y una semana después .
La noche llegó junto con Nohelia, que salía de la mansión Bright con su hija en brazos y estaba de regreso a la fortaleza Shevchenko.
El trayecto fue en completo silencio, Nohelia cerró los ojos y a su mente llegaron recuerdos de las palabras que Sergio le decía .

"¿Te han dicho que eres la mujer más hermosa del mundo .
Quiero que esta noche luzcas más hermosa, iremos a cenar y luego a donde nos lleve la noche
Te amo esposa mía."

Sus lágrimas rodaron por sus mejillas, su corazón estaba roto en mil pedazos, deseó tanto que Sergio despertara y cuando sucedió, el no  tenía sentimientos por ella, eso le causó dolor y sentimientos encontrados, tenia temor de que la odie y esperanza de que él se hubiera enamorado de ella.
Sin darse cuenta, el auto estaba frente a los portones del la fortaleza Shevchenko.
—Nohelia, hemos llegado, dame a la pequeña para llevarla a dentro, recuerda que no puedes cargar cosa pesadas.
Nohelia entregó a Arielle a Nikolay y salió del auto, su presión estaba muy baja y terminó rodando sobre el auto.
—¡Coge a la niña! —gritó a uno de los guardaespaldas. —llevarla a dentro. —ordenó y él corrió a Coger en brazos a  Nohelia.
—Nohu, se fuerte por favor, ¡un médico! —gritó.
Nikolay corrió con Nohelia en brazos y la llevó al área de hospitalización.
Los médicos estabilizaron su presión y Arielle estaba junto a ella.
—Mami, yo te cuidaré, voy a decir la oración que juntas decíamos para que papi despierte, pero ¿tú no despertarás mala, verdad mami?
—Mi amor, tu papá no es malo, solo está confundido por dormir mucho tiempo, ¿recuerdas que él nunca despertaba? —le habló Nikolay en voz baja y ella comprendió.
—El despertó y todo se arruinó, tío..
—No digas eso mi vida.
—Papi es bueno, le daremos tiempo, ¿si?—logró hilar palabras Nohelia.
—Si mami, ¿Mamá, papá tiene otra esposa? —Nohelia sintió estrujar su corazón, deseaba tanto poder borrar esos recuerdos de la mente de su hija, ahora solo tenía que justificar aquel mal momento vivido.
—Mi amor, papá te ama, y así él este casado con otra mujer, tu eres su hija, y eso nadie lo puede cambiar. No pienses que papá dejará de amarte.
—Está bien mamá, de ahora en adelante seremos tu y yo, y tío Niko.
Expresó con tristeza la pequeña que comprendió que por el momento no estaría junto a su padre.
Nikolay volvió a entrar en la habitación de Nohelia.
—Muy bien, vengo por la reina y la princesa para llevarla a casa. ¿Están listas? —preguntó Nikolay tomando en brazos a Arielle que aplaudía de felicidad.
—¡Sii! Mami saldrá del hospital, ya no quiero que estés aquí mami.
—Si mi amor, ya estoy mucho mejor ¿y sabes por qué estoy mejor?
—Dímelo mami.
—Por qué tengo dos razones muy poderosas para seguir. Tú y tu hermanito que crece aquí dentro.
Arielle abrió su boca y llevó sus manitas a sus mejillas.
—¡Tendré un hermanito, sii! —gritó muy emocionada.
—¡Tío,  mamá y yo tendremos un bebé! —corrió feliz a los brazos de su madre.
—Así es mi princesa, y yo las cuidaré a los tres.  —expresó Nikolay mirando y guiñando un ojo a Nohelia.
Salieron del área hospitalaria y se dirigieron a la mansión donde las esperaban con un recibimiento para Arielle, que miró feliz toda esa decoración y Alexey y Brissa hijos de Mikail la recibieron.
—¡Hola! Soy Brissa. ¿Seremos amigas?
Preguntó a la pequeña y Arielle sonrió feliz.
—Si, seremos las mejores amigas del mundo.
—Tú serás mi novia, y cuando seamos grandes te casarás conmigo. —habló o más bien sentenció Alexey.
—Nunca me casaré contigo, yo tengo mi novio. —respondió Arielle blanqueando los ojos.
La tarde pasó entre compartir y risas por las ocurrencias de los pequeños.

Los días siguieron su curso Nohelia trabajó en el conglomerado Shevchenko como asistente de Nikolay.
—Nick, ya tengo suficiente para comprar un piso y mudarme con mi hija, no quiero ser una molestia, ya abusé mucho de tu voluntad y me has ayudado mucho.
—Puedes abusar todo lo que quieras, que yo ni por enterado, solo deseo protegerte, a ti y a los niños, mira este campeón está creciendo. —expresó Nikolay tomando las manos a Nohelia.
—Si, ya tres meses y se nota un poco, está creciendo mucho. —dijo Nohelia acariciando su vientre.
—No quiero que estés sola, por favor déjame calmar mi conciencia, yo te arranqué de tu hogar, me siento un imbécil por ello.
—No tengo rencor por ti, me has ayudado mucho, a mi y a mi hija.
—Siempre lo haré mi reina, por qué lo eres, eres mi reina y siempre lo serás.—dijo Nikolay tomando su barbilla y acercándose mucho. Tanto que sus alientos se mezclaban.
—Nikolay, no, yo, yo aún no estoy preparada para una relación. — declaró Nohelia dando un paso atrás.
—Yo sabré esperarte, dejé ese mundo oscuro atrás por ti, fue difícil pero  logré estar limpio para estar frente a ti y vivir una vida juntos, fue difícil reconocer lo que sentía por ti, te busqué como un loco y cuando te encontré te vi feliz con tu pancita, y me alejé.
Nohelia sintió un vuelco en su corazón, el hombre al que sentía que odiaba y culpaba estaba ahí parado frente a ella declarando le su amor.
Lo miró fijamente y vio en sus ojos sinceridad. Tragó el nudo formado en su garganta y habló.
—Nikolay, tengo una hija, y espero otro, a tu pa.... —no pudo terminar la frase por qué unos labios ansioso sellaron los suyos. Nohelia quedó estática, no esperaba esa reacción de su parte, se separó despacio no haciendo que el se sintiera rechazado.
Nikolay la miró y se disculpó.
—Nikolay...
—No digas nada Nohelia. Solo recuerda que te voy a esperar todo el tiempo que necesites.
Nohelia salió de la oficina de Nikolay y fue a la suya, tomó sus cosas pidió el ascensor y salió del imponente edificio para ir a la fortaleza.
Sus pensamientos eran un caos, y su corazón dolía, el hombre que amaba, ama a otra mujer, y ella no puede corresponde a los sentimientos de Nikolay.
—Déjame aquí por favor. —pidió al chófer.
—Señora, no puedo dejarla aquí, el señor Shevchenko me matará si le sucede algo.
—No pasará nada, solo deseo comer una casata.
—Entonces la espero aquí señora.
—Como quieras, no sé cuánto voy a tardar
—No se preocupe, este es mi trabajo.
Nohelia entró al centro comercial caminó mirando todas las tiendas de niños y no esperó encontrarse con esa escena. Su cuerpo se estremeció al verlos  juntos, y su corazón se rompió en mil pedazos al ver cuando ella unió sus labios a los de él y este respondió.
—Sergio, no puede ser, con ella no, con ella no.
Se giró y caminó a pasos agigantados para salir antes de que se percataran de su presencia. Llegó al estacionamiento y se subió al auto.
—Sácame de aquí Sergei, rápido por favor, no quiero estar ni un solo momento más aquí.
—Como ordene señora, ¿pudo comprar lo que se le antojó?
—No, no pude, y por favor vamos pronto.
Sergei manejó tan rápido como pudo y llegó a la fortaleza.

Nikolay había salido tras de Nohelia cuando ella salió de su oficina, la vio salir y la siguió a donde fue.
—¿A donde fue la señora que no la acompañaste?
—Fue por una casata, un antojo que tenía, pero descuide señor, yo..
—No Sergei, yo iré. —Nikolay caminó seguido por sus hombres y a lo lejos vio a Nohelia parada mirando a una dirección, y cuando miró, pudo ver la escena que la tenía estática.
Caminó y poco más y se adentró a una tienda para ocultarse, la vio salir y luego la siguió. Dejando una orden de comprar lo que ella no pudo.
Nikolay la vio irse y se apresuró para llegar primero, enviándole mensajes a Sergei para que diese tiempo de su llegada.
Cuando Sergei llegó Nikolay estaba en el jardín con Arielle esperando la.
—¡Mami! Mira tío Nikolay trajo algo muy rico, ve vamos a comer. —Arielle corrió a recibirla y su madre la recibió como siempre.
Nikolay se acercó a ellas con sus manos en los bolsillos y su sonrisa ladeada. Ella lo miró y formó una línea en sus labios.
—Creí que estarías en la oficina.
—Quise adelantarme y traerte lo que alguna ves te escuché decir que te gustaba mucho.
—Gracias Nikolay, eres muy lindo conmigo.
Nohelia sonrió y su sonrisa no llegó a sus ojos que reflejaban tristeza.
—Ven vamos a com1er.
Nikolay trató de hacer una tarde agradable a Nohelia.

Un hijo para el CEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora