Capítulo 1: Nervios.

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Estaba frente al espejo del baño peinando mi cabello que parecía indomable el día de hoy, no me gustaba como se veía aunque también podría ser solo ideas mías por lo nervioso que me sentía, era mi primer día en la universidad y quería verme decente, cepillo una vez más mi cabello esta vez usando un poco de crema para peinar, esto ayudaba a domarlo y que se viera más brillante, escucho como comienzan a tocar la puerta con fuerza.


- Dale Missa, apúrate que se nos hará re tarde, aún tenés que desayunar – me apresura mi hermano mayor.

- Ya voy, deja de estar chingando – respondo en broma.

- Apúrate pelotudito o tendrá que llevarte tu noviecito a la escuela – lo escucho alejarse.

- No es mi novio, pendejo – me quejo desde dentro, solo de pensar que ahora me toparía con aquel rubio todos los días me pone aún más nervioso.


Rápidamente termino de acomodar mi cabello, salgo yendo a mi habitación por mi mochila para poder ir a la cocina, ahí encuentro a mi hermano tomando jugo de naranja directo del envase, paso a su lado tomando una manzana del frutero, no podría comer algo más porque mi estómago estaba revuelto de los nervios, él solo me observa con detenimiento para después suspirar.


- Llévate otra por si te da hambre, la cafetería abre hasta las diez y no quiero que te andes muriendo en tu primer día de clases – guarda el jugo en el refrigerador, pasa a mi lado y alborota mi cabello, rápidamente aparto su mano ¿acaso no se da cuenta que me tarde un siglo en acomodarlo?

- Pendejo – lo insulto cariñosamente acomodando mi cabello rápidamente.


Comienzo a comerme mi manzana lo más rápido que puedo, salimos del apartamento que compartimos el cual pagaban nuestros padres para que estuviéramos cerca de la escuela ya que nosotros vivíamos a las afueras de la ciudad, bajamos en el elevador y entramos al estacionamiento, nos acercamos a la camioneta de mi hermano, me lanza una mirada antes de subirse del lado del conductor, yo no sabía si subir atrás o en el copiloto porque sabía de sobra que pasaríamos por su Ro a su casa.


- Pero subí de una buena vez – me pide un poco de mal humor, resoplo abriendo la puerta de atrás.

- Eres bien pinche especial Spreen, ni que nos fuéramos a tardar un chingo en llegar – me quejo, no me presta atención pone música a todo volumen y comienza a conducir.


Yo solo puedo revisar mi teléfono de forma constante sin ninguna razón en especial solo en verdad quería entretenerme en algo porque de solo pensar en la escuela comenzaba a imaginar escenarios realmente desafortunados para mí, seguramente Roier se sentiría igual de nervioso, ambos estábamos entrando a la universidad, solo esperemos que todo nos vaya bien.


De repente la camioneta se detiene y la música es apagada, alzo la vista y veo que estamos justo en frente de la casa de mi mejor amigo, este sale despidiéndose de su madre con una sonrisa brillante, yo también le sonrió mientras lo saludo con la mano, era imposible odiar a Roier, siempre lleno de energía y bastante carismático, abre la puerta de copiloto, se sube y al cerrar voltea hacia atrás.


- Hola wey, ¿Por qué andas todo paniqueado? – pregunta estirando su mano para acariciar mi cabello, pero lo aparto antes de que pueda tocarme.

You are my Sunshine | AU QSMP | DeathDuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora