Capítulo 25: Dejame ayudarte.

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°

° Missa °


Me remuevo en mi cama sintiéndome algo incomodo entre sueños, tenía la ligera sensación de que algo o alguien me estaba observando con detenimiento, pero no abro los ojos haciéndome ideas raras como que había un duende, un fantasma o un demonio viéndome detenidamente esperando a que abriera los ojos para robarme el alma y comérsela, siento un ligero aire en mi rostro así que me quejo un poco, cuando otra ráfaga llega abro los ojos con la intención de cerrar la ventana y el aire dejara de estar chingando, pero al abrir los ojos me parece ver a alguien parado al lado de mi cama, al principio creí que era mi imaginación, pero logro ver que se mueve un poco.


- ¡AAAHHH! – grito asustado removiéndome en la cama y cayendo al suelo, pero me pongo de pie rápidamente tomando una almohada como arma.

- Cálmate wey, soy yo – escucho a mi mejor amigo reírse mientras abre las cortinas haciendo que la luz entre y me quede ligeramente ciego por el momento.

- ¿Qué esta pasando acá? – entra mi hermano a mi cuarto confundido.

- No es nada osito, lo desperté para que desayunáramos juntos, pero se asustó un poquito porque ya sabes que duerme con las cortinas cerradas y no había iluminación – se encoje de hombros.

- Dale, a laburar con el desayuno – lo toma de la mano jalándolo a su cuerpo.

- Te alcanzo ahorita, amor, es que tengo que contarle algo a Missa, por lo mientras ¿Por qué no haces esos ricos panqueques con chispas de chocolate que sueles hacerme? – le pide con una sonrisita, mi hermano rueda los ojos.

- Está bien, pero vos deberás compensármelo después.

- Lo que quieras osito – le da una palmada en el trasero a mi hermano mientras este sale de la habitación.

- Ustedes me dan mucho asco – digo completamente sincero mientras suspiro recuperándome del susto.

- Si, si, lo que tu digas, ahora si... cuéntamelo todo – cierra la puerta y se sienta en mi cama esperando a que hable, tenía esa expresión en el rostro como la de los niños cuando es navidad.

- Dijiste que no debía contarte esas cosas porque era irrespetuoso para Philza – me quejo sentándome a su lado, pero rápidamente el dolor sordo me ataca haciéndome quejarme y recostarme por completo.

- Sí que te dio duro eeh – se burla de mi picándome las costillas – además no te estoy pidiendo detalles de su cuerpo sino de como estuvo el encuentro... aunque ya lo he visto en traje de baño y por lo que me dijiste por teléfono la tiene grande.

- Roieeeer – me quejo esperando que deje de hablar de eso porque de solo recordarlo siento mi rostro calentarse de vergüenza.

- Quiero detalles wey, estoy emocionado y feliz por ti... pero por lo visto te duele mucho el cuerpo por lo tanto te habrá dado bien duro y rico... ay que envidia – lo ultimo lo dice imitando la voz de las chicas cuando están hablando de sus parejas lo que me hace reírme.

- No quiero argumentar nada contra eso porque seria estar hablando de la sexualidad de mi hermano lo cual es asqueroso – digo asqueado.

- Ay ya deja de hacerte el ofendido y saca toda la sopa... usaste protección como te dije ¿verdad? – cuestiona ilusionado, siento mi rostro tan caliente que seguramente debo parecer una manzana roja – ustedes... Missa no mames, hablamos de esto – me da un golpe con la almohada.

You are my Sunshine | AU QSMP | DeathDuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora