You are my Sunshine | AU QSMP | DeathDuo

Capítulo 7: Los amigos de mi novio.

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Estaba preocupado mi hermano y Roier estaban discutiendo sobre algo realmente estúpido, en pocas palabras era mi mejor amigo reclamándole a mi hermano por haber roto sus audífonos y Spreen no quería aceptar que fue él, yo solo estaba observándolos atentamente porque solo estaba esperando a Ro para encontrarnos con mi novio y sus amigos en el Hockey, pero parecía que esto iba para largo.

- ¿Acaso me crees pendejo? Te los preste a ti y solo a ti, ¿acaso argumentaras que vino satanás y los rompió para que me enojara contigo? – argumenta mi amigo con tono realmente serio.

- Yo que sé boludo, te juro que no los rompí, te los devolví bien – se defiende mi hermano con algo de fastidio.

- Mira ya me da igual, solo no me pidas nada cabrón porque no te lo voy a dar o prestar – se aparta de mi hermano, pero este toma el brazo del castaño.

- Che no te pongas así, te prometo que no sé qué paso estoy cien por ciento seguro que te los regrese perfectos – dice ahora dejando su orgullo de lado hablándole más preocupado.

- Ya déjalo wey, luego me compro otros – se encoje de hombros, voltea a verme – vámonos Missa que se nos hace tarde – se aparta del toque de mi hermano.

- Yo los iba a llevar – argumenta el mayor.

- Pues entonces ya vámonos que no quiero llegar tarde – digo tranquilo tratando de ser neutro en su disputa.

El silencio se hace, mi mejor está comenzando a aplicar la ley del hielo y yo solo puedo tratar de no reírme, cada que ellos discutían por cualquier pendejada el terminaba aplicando la ley del hielo haciendo que mi hermano se desesperara por ser ignorado, el camino hacia la camioneta de mi hermano es realmente tenso porque al parecer esta vez mi hermano no piensa ceder tan rápido.

El camino hacia el estadio de hockey es en silencio aunque el estéreo llena el silencio, a pesar de que según están molestos entre si van tomados de la mano apoyados sobre la pierna de mi hermano, ellos eran así siempre, lo bueno es que no peleaban seguido sino sería tan cómico verlos de esta forma, cuando nos estamos acercando noto que Roier lo suelta haciéndose el digno, me muerdo el labio para no reírme de aquello, se estaciona al lateral de la calle.

- Llegamos – dice lo obvio mi hermano.

- Gracias por el aventón hermanito – le palmeo el hombro.

- Che no hagan boludeces, sabré si lo hacen – nos ve de forma seria.

- Si, si... lo que tú digas wey – le da el avión antes de bajarse del auto.

- No te hagas el piola Roier – es lo último que dice antes de que mi amigo azote la puerta con "enojo"

- Bueno, nos vemos más tarde – digo tranquilo antes de bajar sin dejarlo contestar, no necesitaba una reprimenda.

Caminamos uno al lado del otro, mi amigo está más emocionado que yo él era muy social además de que se moría por hacer interrogatorio o molestarnos porque no había tenido la oportunidad de hacerlo, siento mis piernas temblar ligeramente de nerviosismo, pero también estaba seguro de que nos llevaríamos todos bien, Roier y yo éramos personas que se adaptaban a la situación fácilmente así que esta sería una de esas ocasiones.