chapter twenty two.

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20 de octubre, 2022.

real life, messages.
capítulo veintidos — el pendejo.

SAMANTHA's pov.

Pasaron los dias de nuestra estadía en San Diego y luego volvimos a México, como de costumbre. Realmente, me llamaba la atención que Emilia estaba mucho más tensa de lo normal. No sabía el porqué, pero había estado muy ansiosa por algo.

— ¡Pendejos, no se caigan! — exclamé, entre risas.

Ahora estábamos jugando Roblox. Emilia y Osvaldo eran muy pendejos cuando se trataba de jugar Roblox, en especial la castaña.

— Pendeja, sabes que este juego no me gusta — se quejó la castaña. — Soy bien mala en esta mierda.

— Ya, pero yo y el mojón somos la eminencia del Tower of Hell — presumí, con una sonrisa.

— Si, mien, somos buenísimos en esta mierda — dijo de la misma manera el mojón.

— Me caen mal. Los odio, voy a cortar el pinche stream — se volvió a quejar la menor. Que quejona es Emi, me cae gordo.

— Si, de hecho creo que ya es hora de que cortemos. Es bien pinche tarde y tengo que hacer cosas — dije yo, con una sonrisa. Tenía un anuncio importante que hacer, y quería que mis mejores amigos y Félix fueran los primeros en saber.

— Uy si, tienes muchas cosas que hacer, mien — bromeó el pendejo.

— Ya, chao, cuidense — me salí de la llamada, y despedí el stream.

Según Twitch, el mojón seguía en stream, no podía contarle aún porque podría filtrarlo. Si, ese wey está bien pendejo. Emi sería la primera en saber.

holapendejaoye, estás libre?como para hacer llamada o venir a mi casa?es que es algo importantepara celebrar😃

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hola
pendeja
oye, estás libre?
como para hacer llamada o venir a mi casa?
es que es algo importante
para celebrar
😃

Pasaban los minutos y Emilia no respondía. Tampoco me voy a sentir mal, podía ir a casa de Félix a contarle la noticia que tenía. Tomé un Uber  hacia su departamento luego de un rato, ya que este no estaba muy lejos del mio. Según lo que me dijo, los jueves llegaba más temprano de lo normal a su hogar, así que seguramente estaba en casa. Con la llave que me dio abrí la puerta, con bastante emoción. No sé porqué, pero tenía un pésimo presentimiento de haber venido sin avisar.

Cerré la puerta detrás de mi, y no tenía ni idea de porqué el living estaba hecho mierda. Los cojines estaban botados, la manta que normalmente estaba en el sofá estaba arrugada en el piso y la alfombra estaba doblada.

Había algo raro.

— ¿Félix? — cuestioné, entre curiosa y asustada.

La cocina tenía dos platos para lavar y al lado del lavaplatos había una copa de vino sin terminar.

𝗔𝗟𝗚𝗢 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗜𝗚𝗢;     rivers ggDonde viven las historias. Descúbrelo ahora