capítulo ochenta y nueve — un viaje por tí. real life, messages.
10 de diciembre, 2023.
EMILIA's pov.
— Señorita — escuché una voz suave y unas manos que me movían. — Señorita. Disculpa, señorita.
— Mierda, quiero dormir, mamá — me acurruqué.
— Estamos llegando al destino final de este vuelo.
— ¿Vuelo? — cuestioné aún con los ojos cerrados.
Luego me di cuenta de que estábamos en el avión. Me quería morir de la vergüenza. Con las pocas energías que tenía me senté rápidamente.
— Perdóneme, yo pensé...
— Tranquila. Solo era para avisarle que estamos aterrizando y debe dejar su asiento en estado normal.
Los edificios se veían diminutos, pero cada vez más grandes debido a la pérdida de altura.
Llegué a Ciudad de México aproximadamente a las 10 de la mañana, y le pedí a Roberto que fuera por mi, porque no conozco casi nada de aquella ciudad.
— Qué gusto verte, no mames — nos abrazamos con una sonrisa.
— Si, wey, ha pasado mucho desde que no nos vemos — estaba feliz de ver a mi amigo.
— Desde los Eslands, wey, no mames, es mucho tiempo.
— Si — nos separamos. — Quizás ocupes un poquito de contexto, te cuento en el auto.
— ¿Entonces el Osvaldo la cagó? — cuestionó el mexicano, mientras conducía.
— No- wey, ese no es el punto — negué, algo desesperada.
— No, pero si la cagó.
— O sea, si, pero no es el punto. El punto es que vengo porque la muy pendeja no quiere responderme el teléfono y no me pesca.
— Dios, menos mal que voy a ser tu hogar de acogida por una tarde.
— Solo es para tomarme una siesta, no voy a llegar e ir a molestarla, debe estar en el evento — supuse.
Me metí en mi celular para ver Instagram, y me di cuenta de que mentira no era: efectivamente, estaba en el evento.
Con Mercedes.
Bingo.
— Tengo una idea — dijo para ella misma.
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hola linda oye, sé que hace tiempo no hablamos pero estoy en cdmx vine a hablar con rivers sé que están juntas na mas necesito ayuda para ir a su hotel, no quiero molestarla ahorita
