𝗔𝗟𝗚𝗢 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗜𝗚𝗢; rivers gg

chapter eighty six.

29 de noviembre, 2023.

real life, social media.
capítulo ochenta y seis — directo.

SAMANTHA's pov.

No lo podía creer. Mis esperanzas de volver con Emi se habían ido a la mierda. No sé cómo pude ser tan tonta de creer que podía seguir sintiendo algo por mi. ¿Tendrá algún deja vu siquiera? ¿Sentirá algo de miedo o culpa por hacerme sentir mal?

Bueno, no es ella quién me hace sentir mal, soy lo suficientemente madura para aceptar que me estoy haciendo sentir mal yo sola.

Ella se fue alejando de mí, como una botella de vino se acaba en una cena. Como una de esas cenas que teníamos de vez en cuando para hablar. Extrañaba esa sensación de tenerla en mis sábanas, de tenerla enredada en la sábana blanca de mi cama. Aún la recuerdo con una playera algo vintage de Abba.

Quería sentirla cerca, quería que me mirara de esa manera. No quería ser su amiga, quería besar sus labios una vez más.

Pero supongo que solo soy yo. Ella no me quiere.

Lo único bueno que me ha pasado es que tengo un viaje a Ciudad de México en unos pocos días. Y gané Streamer del Año en los Esports Awards. No pude ir porque no compré los boletos a tiempo. Aparte que tenía pensado ir con Ama, Ari... Y Emilia.

Mierda, todo me lleva a ella.

Intenté de todo para olvidarla.

Supongo que su recuerdo está destinado a embrujarme, ¿no?

EMILIA's pov.

Me dificultaba creer que, una vez más, los fotógrafos de mierda se habían metido en mi vida. En mi pinche vida personal. No sé cómo se sentirá Cristina con esto. La morena era lo que mas me preocupaba, porque no era figura pública y no quería que sintiera feo con estas cosas. No quería que la acosaran por redes y quizás hasta involucrarla en esto. Quizás podía ingeniármelas para que me llegue todo el hate a mi y no a ella. No lo sé, tendría que ver cómo lo hago.

Pero que nos fotografiaran besándonos era algo grave.

Mi equipo ya estaba intentando bajar las fotos de internet, pero entre las fotos de Google, las del artículo, las de Instagram, los videos de TikTok... Era imposible quitarlo todo.

Incluso puse un tweet diciendo que no haré stream hasta nuevo aviso. No era necesario castigar a mis seguidores por esto, pero en serio no estaba de humor para aparecerme en redes sociales. No diría nada más públicamente sobre el tema. Le dije a Cristina que no dijera nada, no tenía que decir nada si ella no quería. Además que ni siquiera debería, nadie la conocía en redes. Ni siquiera era una influencer pequeña, ¿me entiendes?

Me encontraba acostada en mi cama, enredada en mis propias sábanas, con una caja de pañuelos en mano y viendo TikTok. Esta era una de las crisis que me daban a veces por cosas que pasan en redes. Me salieron varios TikToks de Rivers, recordando que no he hablado con ella en días. Incluso me salió su reacción ante los artículos. Justo se le cortó el internet. No sé, me resultaba raro.

De repente me llegó una notificación que me sacó un poquito de onda. Vi que Cristina había empezado un live de Instagram.

— ¿Ya me escuchan? — dijo la chica.

También vi su Twitter y ella había anunciado que iba a hacer un directo a las 3 de la tarde. Y ya había llegado la hora. La pregunta era... ¿Por qué haría un live?