real life, messages. capítulo treinta y tres — la peda.
EMILIA's pov.
Hace unos dias tomamos el vuelo a CDMX por los Esland. En resumen, Samy y yo íbamos a dormir en cuartos distintos, no como cuando estábamos en Españita. Estos últimos dias nos hemos ocupado en conocer más la Ciudad de México, nunca me había empeñado tanto en conocerla. Ahora estaba vistiéndome, para salir del baño.
— Oye, Emita, Juan va a hacer una peda arriba en una suite más tarde — dijo Abi, desde fuera del baño.
— ¡No mames! ¿Un dia antes de los Esland? — cuestioné yo, desde el baño. — Ese pinche Granizo está bien loco.
— No, pero mañana vamos a tener que ir a esa alfombra azul igual.
— Vamos a estar bien pinches crudos todos — salí del cuarto de baño. — No mames, Abril, no mames que quiere hacer una peda.
— Si, wey, arribita. Y quiere reunir a todos los pendejos para hacer una peda bien chingona.
— Yo le caigo a cualquier peda, y lo sabes — sonreí.
Fuimos a comer Spreen, Carre, Juan, Ari, Ama, Filis, Rivers y yo a un restaurante que estaba cerquita. Hablamos de nuestras nominaciones y lo que iban a ser los premios Esland, estábamos seguros de que iba a ser increíble.
Y bueno, las horas pasaron y ya estábamos en la peda de Juan el Granizo.
La verdad, yo ya tenía algo de alcohol en mi sistema, pero aún estaba consciente.
Canciones del gusto de todos sonaban a todo volumen, e incluso, por el efecto del alcohol, salí a saludar a los fans. Algo peda.
— Ya, Emi, deberías tomarte otros shots — rió Quackity.
— No, wey, mañana no quiero estar tan cruda como lo van a estar ustedes.
— Por favor, wey — suplicó.
— Nop.
Spreen se me acercó.
— Eu, Rivers te anda buscando — me avisó.
— ¿Rivers? ¿Para qué? — cuestioné, con una ceja alzada.
— No sé — se encogió de hombros. — Solo sé eso.
Se fue, dejándome sola y me fui al balcón a pensar algunas cosas.
Pero mi teléfono sonó.
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