Un amor

3.

Desperté con mucho dolor de cabeza y tenía que ir al estudio, no podía posponerlo porque hoy íbamos a revisar detalles importantes del disco, mañana tenía más reuniones de vestuarios, cancelar cualquier plan significaba modificar la agenda para toda la semana y no me podía dar ese lujo ahora.

—Cuando me preguntaste si yo quería saludar a unas personas que estaban en el VIP del show, yo te dije que no tenía ganas, ¿te acuerdas? —dije sentada en el sillón mirando mi libreta, Eugenia asintió mirándome con atención— Bueno, después al otro día vino mi hermana gritando que este hombre vino a mi concierto, no sé porque me puse a revisar los DM y me había puesto algo como qué lástima que no saludes a personas después de tu concierto, no sé... como un planteo —dije riendo— Obviamente porque es un futbolista de esos que se creen reyes del mundo.

—¿Pero es famoso o importante? —preguntó Eugenia sorprendida— Osea yo no sé de deportes por eso no lo conozco, no soy una vara para medir en ese ambiente, a mí me escribió Harry que es un amigo de hace tiempo, pero no me dio demasiados detalles, además que yo estoy de un lugar para otro con todo lo que tenemos, entonces no me puedo poner a chusmear.

—Sigue súper ofendido porque no lo quise ver después del concierto, ya los hombres son graciosos, imagínate un futbolista —dije riendo

—Ese ego mi amor —respondió Eugenia— igual algo fuera del tema, me parece que está buenísimo —asentí— ósea súper lindo de verdad

—Sí, es guapo el hijo de puta —dije riendo— me da mucha risa porque yo nunca lo había visto en mi vida y no sé... días antes del concierto cuando fui a visitar a mi familia, todos estaban gritando como locos al televisor porque es una estrella del equipo. Me parece que está de novio —Euge me miró sorprendida— por lo que vi ese día del concierto estaba acompañado de una mujer súper guapa.

—Seguro que sí, después embarazan a las novias en tiempo récord y las abandonan, ¿quiéres que le haga una investigación completa? —me preguntó y negué riendo

—Estoy de novia —respondí

—Hablando de eso, ¿se fue a Venecia? —preguntó y asentí— Y no te invitó...  —negué riendo

—Estoy podrida Euge, ósea siento que llegué a mi límite con respecto a este tema, no me siento cómoda, siento que no soy del todo importante para su vida, que se avergüenza un poco de decir que soy su novia, eso me parece súper raro, como si mi carrera le pesara tanto que se siente inferior —dije riendo

—Es inferior, es cosa de ver su cuenta corriente —dijo Eugenia con seguridad, yo me reí y negué, eso no era lo importante— Las personas van a ver sus películas porque lo quieren, gracias a ti. Se hizo conocido por ser tu novio, no por su trabajo —Euge y yo trabajábamos juntas hace años, éramos mejores amigas y teníamos la confianza de decirnos todo.

—Mi hermana piensa lo mismo —suspiré— No sé hasta cuando puedo estirar este elástico, no sé si me siento feliz Euge —dije hablando bajo— creo que nos debemos una conversación ambos, pero estoy escapando un poco de eso, yo pensé que este año íbamos a dar un paso importante para ambos, pero el sigue teniendo la mitad de sus cosas en casa, no veo que tenga ganas de avanzar y yo sí quería, después de tanto tiempo juntos me parece que era lo que venía. 

—Claramente, es lo que esperas cuando estás en una relación —dijo Eugenia escuchándome de brazos cruzados

—Lali, estoy listo —me dijo Mauro, me puse de pie y entré al estudio

Euge me acompañó toda la tarde en el estudio porque no me vio bien, después regresamos juntas a casa y pedimos algo para cenar, estuvimos hablando de cosas sin sentido y chusmeamos el Instagram del futbolista que se había ido de fiesta con Sydney ¿Entonces la otra mujer no era su novia? Aunque a este tipo de hombre no le importaba demasiado respetar a sus mujeres.