Un amor

50.

Me desperté temprano para desayunar con Lali y luego salir a dar un paseo se sentía muy extraño recibir ese trato por las personas, como si fuese un dios supremo, a cualquier lugar que fuésemos eramos tratados de forma muy cariñosa, Lali decidió que era buena idea ir a cenar a casa con mamá, lo que me pareció una buena idea después de tener un día de tantas emociones.

—¿Cómo vas con la fundación Clau? —preguntó Lali con una sonrisa— Te veo muy comprometida con todo eso

—Bien, por fin ya estoy entiendo como funciona todo, me estoy instalando en la oficina, esta semana hicimos muchas cosas, visitamos a distintos chicos, Peter no pudo venir conmigo porque tenía una agenda complicada pero si tengo un saco lleno de cartas que te pedí que revises —agregó

—Claro —dije mirando mi celular, Lali me tomó la mano para que lo guardara, la miré sorprendido

—Tu mamá está hablando algo importante —agregó hablando bajo, entonces lo guardé— Yo quiero ir, cuenta conmigo para tus actividades, a mí me encanta escuchar esas historias, aunque ahora estoy con las emociones a full, seguro voy a terminar llorando en todos lados, pero si en algún momento soy necesaria, cuenta conmigo —dijo con una sonrisa

—Por favor, siempre eres necesaria, eres de las más mencionada por los chicos, este año estamos apadrinando a los chicos que están con tratamientos en el hospital de la ciudad, escuchamos muchas historias de personas que viajan horas para venir hasta acá a recibir un tratamiento, queremos comprar una máquina muy tecnológica para el hospital pero es un presupuesto elevado que la fundación no maneja —dijo mamá algo aproblemada

—¿Para que es? —pregunté

—Para el cerebro, ayuda a los chicos a los tratamientos, cuesta millones de dólares y el hospital solo cuenta con uno, entonces tiene una lista de espera muy grande, muchas veces personas no reciben el tratamiento que necesitan a tiempo y luego la recuperación se hace más complicada, por ejemplo, niños que tienen accidentes y necesitan recuperar movilidad, es un mundo muy grande, estoy aprendiendo un montón

—¿Y cómo puedo hacer algún aporte Clau, se puede hacer directo a la fundación? —preguntó Lali

—Si así lo deseas, puedes —dijo mamá

—Compremos una máquina extra para los chicos —dijo Lali mirándome— O compremos una tu y otra yo, que fundación se ocupe de ver donde las dispone, para que por ejemplo, los chicos no tengan que viajar tantas horas, busquemos un hospital que tenga la capacidad, no? Me imagino que no puede funcionar con cualquier especialista

—Pero yo no les estaba contando todo esto para que sigan gastando dinero chicos, esta fundación es algo que financia Peter con su dinero, no quiero joderlos, por favor, olvídenlo. Yo simplemente estaba compartiendo con ustedes...

—Yo la compro mamá, que Lali te ayude en otra cosa que necesite el hospital —dije con una sonrisa— A mí no me cuesta nada, de verdad —ella me miró emocionada— Además que si es algo que a ti te apasiona y estás haciendo el bien a un montón de personas cuenta conmigo, disculpa si no te he podido acompañar como me hubiese gustado, voy a leer las cartas ahora

—Estar en la cima es una situación muy particular porque de pronto las voces de las personas que te aman se hacen chiquitas y comienzas a escuchar solo a la gente que te dice que eres el mejor y hacer todo bien —dijo Lali mirando su plato— Yo siempre he pensado que para cualquier tipo de éxito tienes que ser consciente que no siempre vas a ganar o vas a ser el mejor, entonces si ahora eres afortunado y puedes ayudar a las personas con tu condición de manera desinteresada... sin humildad no se llega a ninguna parte, así mismo como llegaste arriba, vas a caer —me miró sonriendo— Todos los que te hicieron creer que eres dios, serán tus peores enemigos