Un amor

47.

Cuando me chocaron caí al piso como un saco de papas, escuché un pito hasta que de fondo la voz de Jason se hizo presente, el doctor me hablaba pero yo no podía seguir ninguna de las instrucciones porque se me hizo imposible, el cuerpo no me respondía, arriba de la ambulancia también me hablaba todo el mundo y yo en lo único que podía pensar era en mamá y Emi viendo esto desde lejos, en Lali preocupada, mientras tanto sentía un dolor horrible.

Una vez que llegué al hospital me llevaron a un escáner, todo pasaba muy rápido, vomité mil veces, me conectaron a un montón de cosas, vino Jason y luego me dormí.

—Mi amooooor!!! —dijo mamá cuando abrí un ojo— Mi vida ¿Me escuchas, no? —dijo limpiándose las lágrimas

—Estoy bien —fue lo primero que pude decir— No tienes nada de qué preocuparte

—No me digas algo así porque me estoy muriendo de la preocupación, he tenido las peores horas de toda mi vida —me tomó la mano— ¿Me puedes apretar la mano por favor? —preguntó y lo hice— Muy bien, sabes donde estás, ¿no? —asentí mientras se me caían las lágrimas— ¿Qué pasó?

—No quería preocuparte —sonreí

—Eres mi bebé, siempre voy a estar preocupada por mis bebes, todos los partidos los sufro —me dio un beso en la frente— Gran juego mi amor, las Águilas volvieron a ganar, ¿sabías? —preguntó— ¿Te acuerdas de algo de lo que pasó? —negué con una leve sonrisa— No pasa nada, no pasa nada. El doctor dice que es completamente normal, no te asustes

—¿Emi? —pregunté hablando bajo

—Está con Bella en la cafetería, no la dejan pasar porque es menor —respondió— Estaba preocupada, pero las chicas ya le hicieron ver que no es nada grave

—¿Lali? —pregunté

—Está con Emi —respondió— Quería que yo te viera primero y luego pasar ella, ha sido muy buena conmigo, es quién me trajo hasta acá, está muy preocupada también —solté una leve sonrisa

El doctor entró con una actualización de los exámenes, nos confirmó que había sido una contusión delicada, le pidió a mamá que me dejara descansar porque iban a doparme para los dolores y me iba a quedar hospitalizado por seguridad, si mañana seguía todo bien iba a obtener mi alta médica, pero no me permitieron ver a nadie más porque no podía seguir hablando. Me hicieron dormir y desperté a la mañana siguiente, desayuné, me sacaron sangre nuevamente y luego me dieron el alta, el médico del club estaba acompañando a mamá, Bella, Lali y Emi.

—Hola Pipu —dijo Lali y me abrazó sin decir nada más, se veía bastante afectada— Que susto nos diste a todo, ¿cómo te sientes?

—Con un poco de dolor de cabeza, pero estoy bien —dije con una leve sonrisa

—Peter —Emi me tomó la mano— ¿Me dan un segundo con mi hermano por favor? —preguntó mirando a todos, se alejaron— Peter, en el momento que te vi tirado en la cancha sin moverte, sentí muchísimo miedo —me dijo hablando bajito con los ojos llenos de lágrimas— Yo quiero que seas el mejor y que ganes siempre, pero no quiero que te pase nada malo, por favor! Somos los tres siempre, lo dijo el abuelo, ¿recuerdas? —asentí mientras me aguantaba las ganas de llorar y le limpié las lágrimas a ella que se aferró a mí— No quiero volver a verte así Peter

—Te prometo que me cuidaré el doble princesa, no volverá a pasar —dije con una sonrisa— No llores, ¿dale? Estoy bien, mira —me puse a saltar

—Hey hey hey —dijeron todos al mismo tiempo

—¿Qué mierda estás haciendo? —gritó Bella— Quédate tranquilo maldito infeliz

—Todos te amamos de diferente forma —dijo Emi tentada y se aferró a mi nuevamente, caminamos abrazados