63.

2.1K 219 16
                                    

Lali caminaba por el departamento de un lugar a otro cantando de los más relajada, yo sabía que estaba muy adolorida porque había comenzado a sufrir dolores en la espalda desde que cargaba con una panza mucho más grande, me tenía muy nervioso no saber si estaba realmente bien, pero según ella no había problemas, entonces me tocó acompañarla, la ayudaba en todo lo que podía, que hiciera el menor esfuerzo posible. Finalmente terminamos de armar el bolso y era momento de ir a la clínica, no podía creer que por fin íbamos a tenerlo con nosotros.

Llegamos a la clínica a primera hora, obviamente todos nuestros familiares nos estaban escribiendo, pero a ellos les tocaba esperar en otro lugar, solamente yo tendría acceso a todo. Me daba mucha tranquilidad que nuestra doctora nos estuviera acompañando en este momento, sobre todo por Lali, la cambiaron, en cuanto se puso en la camilla la llenaron de cosas por todos lados mientras tanto yo la miraba preocupado.

—Ven —me tomó la mano— Todo está bien, esto es normal ¿Estás nervioso? —preguntó

—Más o menos —sonreí y le di un beso en la mano— Pero normal, ¿tú estás bien?

—Sí, perfecto. Me siento muy bien, no te preocupes mi amor, todo estará bien, la doctora ya dijo que está sanito, yo también estoy bien, esto es parte del momento nada más, falta muy poquito para que lo tengamos con nosotros —dijo con una sonrisa, esta situación tenía que ser al revés, yo debería estar calmándola a ella, me acerqué y le di un beso en la frente, entonces en ese momento entró la doctora hablando con sus asistentes

—Perfecto, buenos días padres —agregó con una sonrisa— 18 de julio, ocho de la mañana, luego te digo la hora exacta para que le puedas sacar la carta astral que tanto te preocupa —bromeó con Lali— ¿Cómo te sientes?

—Perfecto —dijo ella

—Parece que el padre está un poco más preocupado —dijo jodiéndome y asentí con una sonrisa— Bueno, no pasa nada. Es una intervención que va a durar unos minutos nada más, vamos a llevar a Lali, tu puedes ir con una de las chicas que te llevará para que te cambies, te esperamos allá —asentí, miré a Lali que soltó una sonrisa con los ojos llenos de lágrimas

—Hey, todo estará bien, tu lo dijiste —asintió, le di un beso y me fui con una de las chicas, me cambié lo más rápido que pude y luego la seguí por un eterno pasillo, habían desconocidos que trabajaban en el lugar que me saludaban, llegamos al lugar donde iba a nacer nuestro hijo y escuchaba a Lali hablar con la doctora que le estaba explicando algunos detalles, seguía conectada a diferentes máquinas.

—Ok, Peter —me miró— Yo necesito que tu te quedes con Lali ¿Quiéres cortar el cordón? —preguntó y negué— Perfecto, entonces te lo doy cuando lo tenga. Vamos a comenzar ahora, Lali está muy bien así que todo va a salir espectacular, ¿estás lista? —la miró y ella asintió, entonces me quedé a su lado y le tomé la mano, apareció un montón de gente por diferentes lugares.

La doctora comenzó a dar las primeras indicaciones mientras yo estaba parado apunto de morir ahí mismo, no sentía mis piernas de lo nervioso que estaba, Lali me miraba con una sonrisa sin decir nada, se veía cansada, había tenido una noche larga, hasta que de pronto escuché a la doctora decir que lo tenía, cuando miré lo vi en sus brazos, lo tomó una de sus asistentes, lo limpiaron, dieron sus datos de peso y se acercaron a dármelo, era hermoso, perfecto, el bebé más lindo que vi alguna vez en la vida, sentía que el corazón se me iba a salir en ese momento.

—Hola campeón, soy tu papá, ya estás acá con nosotros, bienvenido —dije con una sonrisa, mientras se me caían las lágrimas— Bienvenido a casa —el me miraba con sus ojitos apenas abiertos, me acerqué a Lali— Mira, esta hermosa mujer es tu mamá, ella te cuido todos estos meses donde estuviste en el mejor lugar de todos

Un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora