B.

1.2K 152 38
                                    

Terminé mi día laboral después de estar de un lado para el otro visitando a mis mejores clientes de la ciudad, llegué a la casa y Eugenia estaba hablando por teléfono mientras caminaba de un lugar a otro, habían sido meses complicados para la familia Lanzani-Esposito y por lo tanto, también para mi mujer como la publicista oficial y mejor amiga de Lali, las dos nos había prometido no hablar demasiado sobre el tema porque podía afectarnos a nosotras como pareja, eran nuestros mejores amigo.

Fue muy doloroso ver como Lali y Peter comenzaron a perderse sólo por estupideces, para mi los dos eran igual de responsables, ninguno había sido lo suficientemente paciente con el otro en el momento que más se necesitaron y no dejaba de pensar en Peter, yo sabía que se hacía el fuerte pero por dentro estaba devastado lo conocía demasiado como para creerle las cosas que salian de su boca, sabía que jamás le iba a decir algo a su mamá y que quizás podía confiar su historia con Gigi o en Jason, el único que estaba en Philly, porque mi hermana y yo estábamos viviendo en Nueva York.

—Ok, ok. Lo tengo claro —dijo Eugenia entrando al departamento— lo único que te voy a pedir es que por favor me dejes a mi manejar esta situación, hablé con Harry y tenemos todo controlado, es lo mejor para los chicos. Si, lo sé, ok! Te mando un beso, dale, buenas noches, chau —suspiró y se sentó en el sillón a escribir un mensaje, luego entró a la cocina y salió con un vaso de agua, soltó una sonrisa y me besó

—mi amor, porque estás tan relajada? ¿No deberíamos hacer algo para ayudarlos? Se están equivocando, todos quienes los conocemos lo sabemos —dije muy triste y preocupada

—No estoy relajada, nunca había tenido tanto trabajo como este último tiempo. Si se están equivocando son ellos quienes se tienen que dar cuenta mi amor. Quizás es lo que necesitan ahora, perderse para volver, ninguno de los dos va a encontrar a una persona que los soporte con esa tonelada de ego que manejan, quizás ahora es por el bien de los chicos. Será un mal recuerdo, tranquila —en ese momento Rufina despertó

—Yo voy —me fui caminando por el pasillo y la traje de regreso, se la di a Eugenia que se acomodó para darle leche, después de unos minutos de silencio, me miró con una sonrisa

—Lali se va a venir a vivir a Nueva York con los chicos —fue una noticia que me sorprendió

—Pero ¿Como? ¿Peter que piensa? —pregunté— creo que tenían un trato sobre eso, el me dijo que Lali no se iba a mover de Philly —Euge me miró y levantó los hombros— Mierda, debe estar devastado —miré mi celular— le escribí un mensaje pero no me respondió, que triste porque ahora en temporada es imposible que venga seguido a verlos ¿Por qué?

—Porque ya van varios meses separados, yo pensé que iban a resolverlo este tiempo, pero se ve que no lo lograron —suspiró— Hablé con Harry para tratar de organizar algo que sea sano para los chicos, por la agenda de ambos obviamente

—¿Se van a divorciar? —pregunté

—No han hablado nada de eso, yo sigo pensando que están jodiendo como dos idiotas orgullosos, tomando decisiones en base al enojo que tienen por el otro, pero bueno —suspiró— Lali está triste, yo la veo muy triste, sé que todo esto le va a costar un montón porque esa mujer daría la vida por Lanzani, simplemente no entiendo como ninguno pudo dar el brazo a torcer, por los chicos, no lo entiendo, sabes si él se está viendo con alguien? —pregunté

—No, desde que se separaron se concentró en entrenar como enfermo y ahora comenzó la temporada ¿Cuánto tiempo pasó? —pregunté

—Eso es otra cosa, cinco meses ya pasaron desde que se hizo publico —suspiró Eugenia— Me da pena, lo quiero mucho a Lanzani, es un buen tipo, no voy a perder la esperanza.

Un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora