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La temporada estaba avanzando muy rápido y mientras eso sucedía los equipos encontraban la forma de atacarnos con todo, obviamente nosotros también trabajamos muy duro pero a mí me parecía que muchas veces no suficiente, aunque aún no caíamos en una mala racha, no estábamos mostrando el juego que el equipo tenía acostumbrado a la gente, ahora me tocaba liderar esto de la mejor manera.

—¿Me escuchan un segundo? —dije poniéndome de pie con el casco en la mano— Lo único que necesitamos para este juego es cubrir nuestros espacios, buscar el momento exacto para atacar y defender, recuerden todo lo que trabajamos esta semana, hagamos más esfuerzos en la zona de protección, solo necesito que me den más segundos para buscar a los chicos —dije mirando con atención— Piensen en todos los videos que vimos de Jason haciendo el trabajo sucio, los necesito de verdad chicos —todos me escuchaban con atención— Hoy es el primer dia de mi hijo en el estadio —agregué con una sonrisa— Y aunque no entienda nada de lo que está pasando, quiero que volvamos a casa con una victoria

—Así será amigo, lo haremos por nuestro mini Lanzani —dijo Tincho— Ya escucharon a nuestro quarterback, cubran todas las zonas que sean necesarias, sean astutos y protejan los espacios, nos van a salir con todo y nosotros tenemos que ir por más, no podemos darle una decepción al príncipe de la ciudad —agregó riendo, el entrador me dio un abrazo y salimos caminando por el pasillo

Estaba estúpidamente nervioso porque mi hijo estaba en el estadio, cuando el no entendía nada de lo que estaba pasando y jamás se acordaría de este partido, pero de todas formas eran sus primeras fotos en este lugar y en unos diez años más hablaríamos de este partido y no podía ser un mal recuerdo, entré corriendo y busqué el VIP, logré ver que estaba en los brazos de mamá y los saludé con una sonrisa, no me aguanté, después de eso me propuse solo pensar en lo que sería este partido para llevarme el maldito triunfo a casa. El equipo comenzó a darlo todo, por primera vez en toda la temporada estaban defendiendo como la gente y tuvimos buenas opciones que supimos aprovechar, así que Bauti se volvía a casa con un triunfo.

—Mira quién viene ahí —dijo Lali cuando salí del camarín, me acerqué corriendo, la besé y lo cargué rápidamente, mi hijo en el estadio con una mini camiseta número once, el movía los brazos mientras me miraba

—¿Cómo la pasaste Bauti? —pregunté con una sonrisa— ¿Cómo se portó? —pregunté

—Muy bien, hasta parecía que entendía algo del juego —dijo Lali riendo— Para mí ya sabe más que Eugenia —solté una carcajada y lo besé delicadamente— Entrenador, mire quién vino hoy

—Noooooo, pero mira lo que es este bebé ¿Lo puedo cargar? —preguntó con una sonrisa y lo hizo rápidamente— Que tal pequeño Lanzani, se parece a mamá —todo el mundo lo decía— Eres hermoso como tu madre, espero que también seas simpático como ella y que tengas el talento de tu padre, eres el futuro de este lugar —Lali me miró riendo

—No lo presiones tan chiquito amigo —dijo Lali riendo— Estaba esperando el momento exacto para que los pudiera visitar a todos

—Peter —miré a un costado y vi al defensa del otro equipo que me estaba haciendo una seña— ¿Te puedo joder cinco segundos amigo? —preguntó— Mi hijo está acá solamente porque quiere conocerte, odio hacer esto porque seguramente estas cansado que te pase, ¿lo puedes saludar?

—Claro que sí —dije con una sonrisa, se acercó un niño de unos diez años con unas trenzas— Que look amigo —le choqué los cinco— ¿Cómo estás? ¿Disfrutaste del partido?

—Triste porque papá perdió, feliz porque ganaste —dijo riendo, posamos para la foto y lo miré con una sonrisa

—Tu papá es un gran jugador —me metí la mano al bolsillo y le di uno de mis cintillos— Gracias por venir

Un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora