Claudia me llamó para avisarme que en el colegio habían liberado a los chicos temprano hoy por un corte de agua y Peter era el único que aún estaba ahí, porque ella no podía ir a buscarlo aún, entonces mientras estaba camino a una de las cosas de mis mejores clientes fui a buscarlo, él era un niño bueno y comprensivo siempre entendía perfectamente que su mamá y yo trabajábamos, ambos hacíamos lo que podíamos para que nunca le falte nada. Cuando me vio, vino corriendo a mis brazos y se despidió de su profesora.
—¿Cómo estuvo tu día? —pregunté mientras caminábamos de la mano, él se detuvo, abrió su mochila y se puso un jockey de las Águilas, luego se colgó la mochila nuevamente, un pequeño niño de ocho años que se hacía el grande.
—Estuvimos haciendo algunas tareas y luego nos liberaron porque se cortó el agua —me miró con una leve sonrisa, rubio rubio como su madre cuando chiquita— ¿Vamos a casa?
—Vamos a trabajar, ¿estás cansado? —pregunté, negó, él nunca se negaba a nada, me daba muchísima pena tener que llevarlo conmigo— Vamos a ir a una casa grande, ¿ok? Tienes que sentarte donde yo te diga y esperar
—¿No puedo ayudar? —preguntó
—No, vas a dibujar —dije sonriendo y lo acaricié, detuve la micro y nos subimos
Se quedó dormido a mi lado, tuve que despertarlo cuando llegamos, me tomó la mano y caminamos por una leve colina hasta que llegamos a la casa, lo primero que hice fue disculparme con el mayordomo por asistir con mi nieto, no tenía otra opción, lo senté en el sillón que estaba en la terraza.
—Quédate acá y dibuja, ¿ok? —dije con una sonrisa— Si necesitas algo me avisas —asintió
—A la orden capitán —dijo con una sonrisa, se acomodó en el sillón mientras yo sacaba todos mis implementos para trabajar— Abuelo, ¿necesitas ayuda? —preguntó
—No, no necesito ayuda. Descansa o dibuja —respondí sonriendo, entonces lo vi sacar un cuaderno y yo comencé a cortar el pasto delicadamente, siempre lo hacía en este lugar, era uno de los jardines más grandes que tenía, así que me costaba mucho trabajo, cada tanto miraba a Peter que estaba concentrado en su cuaderno, luego vino corriendo y se puso a seguirme
—¿Por qué las rosas tienen espinas? —preguntó mirándome—
—Para defenderse de sus depredadores, existen algunos animales que pueden comerlas, es una manera de protección —él las miraba con atención
—¿Hay de muchos colores? —preguntó y asentí— ¿Cuál es tu rosa favorita?
—La clásica —respondí— La rosa roja, las favoritas de tu abuela, de joven siempre me dedicaba a preparar sus rosas, cortaba sus espinas una por una —respondí sonriendo, el me miraba sonriendo— Escúchame, anda y siéntate tranquilo, dale? Para que no digan que eres un chico desordenado —entonces se regresó corriendo al sillón.
Yo continué trabajando y cuando estaba en la mitad de todo el mayordomo me pidió que fuese donde estaba Peter.
—¿Puedes esperar a tu abuelo adentro? —dijo él con una sonrisa, ahí entendí que pasaba algo, Peter entró corriendo a la casa, el mayordomo levantó la hoja que estaba en el sillón, Peter estaba haciendo un dibujo con un lápiz que traspasó la hoja y pintó el sillón blanco con una mancha negra— Esta es la razón por la que no puedes venir a trabajar con niños, ¿tienes idea de cuánto cuesta este sillón? —preguntó
—Conozco una forma de...
—¿Tienes idea de lo que cuesta? —preguntó— Tu sueldo de toda la vida —me respondió, fue humillante, entonces miré a Peter que me estaba mirando desde la ventana con una sonrisa— Toma tus cosas por favor y sal de acá, no necesitamos que termines el trabajo, tengo que ocuparme de esto y no regreses, no hace falta, ya hiciste suficiente
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Un amor
FanfictionUna estrella del pop comienza una divertida aventura con el futbolista americano del momento. Mientras ambos luchan con el ego de otro, se ven enfrenados a los sentimientos reales que nacen sin esperarlo.