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Bauti se despertaba todos los días a las cinco de la mañana con hambre, era un reloj, después de eso Lali se quedaba mirando el celular y luego se dormía cuando el cansancio la volvía a vencer, no era para nada fácil acostumbrarse a horarios de un bebé pero era lo que nos tocaba en este momento. Me comprometí con el entrenador a integrarme al equipo en cuanto regresara de Nueva York, Lali comenzaba con la grabación de su programa y quedamos en que yo me iba con Bauti unas horas después para no ir a joderla desde tan temprano, cada cinco minutos recibía un mensaje para verificar que estuviese todo bien, Mariana Esposito madre muy intensa bien fiel a su personalidad.

—Ven acá —lo cargué y me bajé del auto, me estaba esperando un productor que me iba a llevar hasta el camarín de Lali— Buenas tardes, ¿cómo andas? —pregunté con una sonrisa

—Bienvenidos, bienvenidos por favor. Es un honor para nosotros tener a la familia completa —dijo con una sonrisa

—Muchas gracias, nosotros también estamos felices de acompañar a nuestra chica —dije mirando a Bauti que estaba medio dormido en mis brazos, por todos los lugares donde pasé me saludó gente con mucho cariño, finalmente llegamos al camarín donde nos estaban esperando con todo acondicionado para nuestra comida, había hasta una cuna, mucha comida, se notaba preocupación— Muchísimas gracias por todo

—Póngase cómodo —prendió la televisión— Acá van a poder ver la grabación que estamos haciendo ahora —estaba cantando un tipo desafinado— Euge me dijo que viene en unos minutos, cualquier cosa que necesiten nos pueden avisar, estamos a disposición de ustedes, Lali ya sabe que están acá, así que también en cuanto pueda vendrá a saludar

—Sí, yo también le escribí porque estaba preocupada —dije comuna sonrisa— Bueno, muchas gracias por esta atención —miré la televisión y mostraron a Lalli viendo el show de los desafinados con una sonrisa, no había nadie tan hermoso como ella, tenía un ángel especial

—Llegaron los chicos de Lali Espósito —dijo Eugenia con el celular en la mano— Hola Lanzani —me abrazó— ¿Cómo va mi amor, cómo va? —comenzó a saludar a Bauti que la miraba con una leve sonrisa, era un bebé muy risueño— Lo simpático que es, todavía no sabemos a quién sacó su personalidad, no? Para mi a tu madre, que es la más simpática de la rama

—¿Estás queriendo decir algo? —dije riendo, me abrazó

—Lali viene en un ratito, hicieron una pequeña pausa para comer y ahora ya le avisé que están acá, ¿todo bien? Ha estado toda la mañana preguntándome si sabía de ustedes, que no quería joder más porque te ibas a enojar, me da mucha ternura verla de madre, es como una faceta que no le conocía —dijo Eugenia con una sonrisa

—Me escribió mil veces, en un momento le dije, estamos bien, no te preocupes. Es super aprensiva con Bautista, se la madre cool relajada pero cero, quiere estar todo el tiempo con el verificando que las cosas están bien —suspiré a Bauti con una sonrisa— Lo quieres cargar un ratito —Euge lo hizo y él comenzó a tomarle la nariz, un mes tenía y ya estaba haciendo cosas graciosas

—Es muy lindo, se parece un montón a Lali, tiene la misma boquita, mira lo que es —dijo Eugenia muriendo de amor

—Me mata que sea tan parecido a Lali —dije riendo

—Pero tiene tus ojos, algo tiene de ti, no te preocupes —dijo Eugenia tentada, en la tv que nos tenían Lali estaba hablando con un productor, entonces la miré

—Sí, ya me escribieron amor, muchas gracias —dijo con una sonrisa— ¿Para cuando es la siguiente pausa? Ok, muchas gracias, no no tranquilo por favor, yo espero, no pasa nada, le dije a mi novio que me avise si Bauti necesita algo que el no pueda darle.

Un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora