Un amor

13.

Los días que pasaba con Lanzani me divertía tanto, no solo porque teníamos un sexo maravilloso, también porque el me escuchaba con mucha atención, opinaba sobre mis temas, tenía paciencia y me explicaba con toda la dedicación del mundo como funcionaba el futbol americano, nos reíamos de estupideces, sentía que me entendía perfecto porque en este momento tenía la atención de toda la ciudad y de todos los fanáticos de la NFL que estaban disfrutando de su increíble juego. Después de que me fui de su casa pasé a mi departamento, me cambié de ropa y me fui a casa de mis viejos que ya estaban preparando el asado para el partido de las Águilas.

—Tenía que separarse mi princesa para que la viéramos más seguido —dijo papá abrazándome

—No seas tan repetitivo con los chistes por favor —dije de brazos cruzados

—¿No trajiste tu polera de las Águilas? —me preguntó Cande y negué— Igual Foles no ha jugado un solo partido, es hora que la cambies

—No, no cambies nada —dijo papá— Cábalas son cábalas

—Parece que Lali es una especie de cábala, porque últimamente cada vez que las Águilas juegan en la ciudad, ella nos viene a visitar —dijo el atrevido de Andrés, si hubiese tenido un cuchillo cerca se lo lanzaba, Cande me miró sorprendida y asintió con una sonrisa

—Las coincidencias existen cariño —respondí con una sonrisa— Igual ya cada vez me queda menos con ustedes, en unos meses cuando comience mi gira por el país, no me van a ver la cara por un tiempo, ahí los quiero opiniando hijos de puta —los puteé, papá soltó una carcajada y mamá salió a regañarme por el vocabulario—

—Aun no hablamos lo suficiente de Lanzani yendo al festival de Spotify, ¿es buena onda? —dijo Cande

—Aahhh cierto, fue porque la hermana es super seguidora de mi trabajo y su representante es medio amigo de Euge, así que nos pidió si podíamos saludarla, super buena onda —Andrés me miraba con una sonrisa pero no decía nada— Es guapo —miré a mamá

—Se nota, es guapísimo. La otra vez mostraron a su mamá en televisión y es hermosa —dijo mamá

—¿Le dijiste que en tu familia lo aman como si fuese uno más de acá? —dijo papá

—Por supuesto que no —dije riendo y papá negó— Pero le dije que tuviera buena suerte en el juego

—Buenas suerte en el juego y en el amor —dijo Andrés

—¿Qué? —dijo Cande

—Estoy jodiendo, voy a terminar el asado —agregó con una sonrisa, entré al living ¿Cómo era posible que Andrés me estuviera descubriendo si yo estaba siendo muy cuidadosa con esto? ¿Qué está viendo mi familia que me conocía perfecto, no? Entré al living y me senté frente a la televisión, los estaban mostrando calentar, Lanzani hablaba con uno de los grandes del equipo y se reía mientras miraba a la hinchada, siempre estaba jodidamente hermoso, iban a jugar con la camiseta blanca

—A ganar a ganar a ganar —gritaba mamá aplaudiendo el televisor— Hace  años no teníamos una buena racha como esta —me abrazó— ¿Tú sabías que tu con tu papá tuvimos nuestras primeras citas viendo a las Águilas?

—Claro que lo sé, me lo cuentas cada vez que puedes —me aferré a ella— Te  amo

—Mírame —me tomó el montón— Lo radiante que estás!!!!! Parece que lamentablemente tu papá tenía razón, te tenías  que deshacer de ese muchacho —movió la cabeza— Que  lástima, me caía bien —solté una carcajada, seguían hablando de Santiago cuando eso se había terminado hace varios meses

—¿Crees que van a ganar?

—Creo en los chicos —miró la televisión— Vamos Águilas!!! —gritó, me daba ternura como les apasionaba esto